Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Marvel Omnibus Loki: Viaje el misterio

Marvel Omnibus Loki: Viaje el misterio
Guion
Kieron Gillen, Matt Fraction, Dan Abnett, Andy Lanning, Rob Rodi.
Dibujo
Doug Braithwaite, Pasqual Ferry, Richard Elson, Whilce Portacio, Mitch Breitweiser, Carmine Di Giandomenico, Alan Davis, Stephanie Hans.
Tinta
Allen Martínez, Jeff Huet, Richard Elson, Mark Farmer.
Color
Ulises Arreola, Andy Troy, Frank D'Armata, Rachelle Rosenberg, Arif Prianto, Jessica Kholine, John Rauch, Bettie Breitweiser, Hansya Noor, Sotocolor, Javier Rodriguez, Chris Sotomayor, Stephanie Hans.
Formato
Cartoné, 768 págs, color. 18x28 cm.
Precio
45€.
Editorial
Panini Cómics. 2021.
Edición original
Journey Into Mystery #622-645, Exiled One-Shot, New Mutants v4 #42-43 y The Mighty Thor v4 #18-21

Cuando JM Straczinsky abandonó su etapa en la serie del Dios del Trueno a las puertas del evento Asedio , Marvel escogió al guionista británico Kieron Gillen para susituirlo provisionalmente. No fueron demasiados números (solo diez), el tiempo justo de preparar el terreno para que Matt Fraction se hiciese con las riendas de una de las colecciones más emblemáticas de la Casa de las Ideas. Pero las sensaciones que había dejado Gillen fueron tan buenas, y había propuesto en tan poco tiempo ideas tan frescas, que decidieron dejar en sus manos un título secundario, que iría paralelo a la serie principal, y que a pesar de salir publicada bajo una cabecera mítica (y continuando su numeración), carecía de la presión de la cabecera protagonizada por Thor. La serie funcionó bien, y recibió muy buenas críticas, pasando a convertirse en un título de los tapados de Marvel, muy bien considerado por el fandom aunque no estuviese en los tops de ventas mensuales. Panini recoge en este Marvel Omnibus Loki: Viaje el misterio  los veinticinco números de la serie Journey into mistery  622-645 y 626.1 junto con los números de las series New Mutants  y Thor  necesarios para entender los crossovers con dichas series.


Journey into mistery  era una cabecera legendaria, puesto que en el número 83 de la serie comenzaron las aventuras del Poderoso Thor a manos de Stan Lee y Jack Kirby. Kieron Gillen era conocedor de la importancia de dicha cabecera y, no solo por servir de punto de partida de las aventuras de todo un icono de la cultura popular moderna, sino por el tipo de publicaciones que había recogido antes de recibir al hijo de Odín. La cabecera albergaba numerosas historias desde que Marvel era Timely/Atlas, historias escritas y dibujadas por verdaderas leyendas del mundo del cómic y que llevaban a los lectores su ración de historias de aventuras, misterio y terror.

La tarea de Gillen puede parecer sencilla, con perspectiva, pero no lo fue para nada. Tomaba la serie en un punto donde Loki se había sacrificado para salvar el mundo en Asedio  y había renacido en una forma infantil. Para más inri, la serie de Thor se dirigía en aquel momento a la Guerra de la Serpiente, cuyo punto álgido se alcanzaría en el evento Miedo encarnado . Retomar al personaje, intentar hacer algo fresco, con las cadenas impuestas por los eventos editoriales no era nada fácil. Y menos aún cuando en la cabecera, apenas aparecían los personajes más populares de Asgard sino que estaba protagonizada, sin ningún tipo de engaño o disimulo, por Loki en su versión infantil.


Así, Gillen dedica el primer año de su etapa en dicha serie para construir una historia que supone un homenaje absoluto a la cabecera que ahora le tocaba guionizar, y lo hacía, además, planteando al lector acompañarle en un viaje de misterio, sí, pero también de reflexión y estudio sobre la propia figura del Dios de la Mentira. El principal motor de la serie era si Loki, renacido y reencarnado en una figura inocente y carente de maldad, podría superar su propia naturaleza y convertirse en un personaje bondadoso, a pesar de que seguía impulsado por su habilidad a la hora de engatusar y engañar a cualquiera que se cruzase en su camino. Y para dicha historia recurre a lo más granado de la mitología Asgardiana y se apoya en secundarios de la altura de Hela, Surtur, las Dísir, o Mefisto. Construye una larga historia en la que cuesta realmente interrumpir la lectura. El guionista británico demuestra su cariño y respeto hacia el trabajo de Lee y Kirby, pero dando rienda suelta a toda su habilidad a la hora de contar historias de fantasía heróica. Y para eso, si toca disfrazarse de vez en cuando de Garth Ennis para meter un humor gamberro o de Neil Gaiman para tirar del poder de las historias… pues se disfraza.

Tal vez el principal obstáculo que tiene esta edición mastodóntica de Panini es precisamente ese primer año de Gillen en la serie. Es tan bueno, está tan bien escrito y tiene tanta épica… que a partir de ahí, cuando toca pasar a historias más convencionales y ligadas al Universo Marvel… el interés decae un poquito. Pero dura poco, porque además si algo bueno tiene el escribir un título sin responsabilidad, una vez has demostrado que llegas al mínimo exigido de ventas, es que puedes planificar a largo plazo. Así, nos encontramos con fill-ins, nos encontramos con crossovers con otras series (Nuevos Mutantes ) pero se tratan de historias que, aunque parezcan independientes, acaban teniendo importancia en la visión global de toda esta etapa. Igualmente tras ese cruce tenemos un pequeño arco argumental de tres números en el que Loki intervendrá en una guerra entre los dioses antiguos y modernos de la mitología británica… y que no es más que un largo prólogo para el gran crossover junto a la serie de Thor  donde se despedirá del personaje de Loki. Un arco argumental de nada menos que ocho números, distribuido a partes iguales entre las dos series.


Y hemos dicho que Gillen se apoya en grandes secundarios de toda la vida, pero también crea otros tantos nuevos de los que se podría decir que acaban superando en interés en muchos momentos a los pesos pesados. El cuervo Ikol, avatar de su yo maligno y retorcido muerto, o la joven Leah de Hel, salida de una mano de Hela, o el perro Thori son verdaderos robaescenas a los que acabas tomando mucho cariño.

Visto en conjunto se percibe esa gran historia por partes que comienza y acaba de una manera similar, y con numerosos recursos de repetición de momentos, o ejercicios formales de entre los cuales tengo que quedarme con esas páginas de resumen de la historia a modo de prólogo, al inicio de cada capítulo, rompiendo la cuarta pared y consiguiendo momentos tan brillantes como desternillantes. Y para muestra, ese Cifra, decodificando el lenguaje de Loki en los previos y robándole el protagonismo de la recapitulación.

El apartado gráfico sí carece de esa brillantez de Gillen, y adolece de unos cambios de dibujantes demasiado bruscos. Podemos decir que los dos dibujantes más recurrentes son Doug Braithwaite y Richard Elson. A pesar de que me gusta mucho más el estilo limpio y la narrativa de Elson, hay que reconocer que el estilo pictórico de Braithwaite sienta muy bien al tipo de historia, y tiene gran parte de culpa de la épica de ese primer año de la serie. Sin embargo, hay muchos dibujantes de relleno como un espantoso Whilce Portacio (pocos trabajos suyos me han gustado menos) o Mitch Breitweiser. Para los cruces con Nuevos Mutantes  y Thor  tenemos a Carmine Di Giandomenico y, en los números de Thor , nada menos que a Alan Davis. Poco, poquísimo, que objetar al trabajo de ambos. Es una absoluta delicia ese brutal arco final cargado de épica y que remonta por todo lo grande.


En definitiva, Loki: Viaje el misterio  es una de esas joyas ocultas modernas, de las que pocos hablan, pero que cuando sale en una conversación proporciona largas charlas sobre sus cualidades. Tan solo tiene la pega de que, leído ahora, te das cuenta de que era una serie que iba muy de la mano de la cabecera de Thor  y de los diferentes eventos, y no son pocos los momentos en los que hay que echar mano a otros cómics o al menos a algún resumen o reseña antiguos para saber qué estaba pasando en ese momento. Una serie que demuestra lo bien que comprende el guionista al personaje y que consigue producir verdaderas dudas en el lector sobre si se puede confiar en él o su naturaleza está por encima de sus buenas intenciones. La edición de Panini cuenta, además, con jugosísimos extras en forma de entrevistas a Gillen o artículos sobre la cabecera, además de portadas extra, lápices y tintas de muchas páginas.

Lo mejor: Gillen se sale absolutamente creando momentos de épica, y construyendo una gran historia. Su manera de comprender al personaje. Alan Davis. El personaje de Leah. Los momentos recapitulación.

Lo peor: Los números de Whilce Portacio. Tener algunos momentos que exigen saltar de serie para comprender determinados cambios.