A cualquier amante del cómic al que le hables de El largo Halloween, Spiderman Azul o Superman: Las Cuatro Estaciones inmediatamente se le vienen a la cabeza dos nombres que cumplen esa curiosa premisa de que funcionan mejor juntos que separados: Jeph Loeb y Tim Sale. Al igual que Brubaker y Phillips, Ennis y Dillon o, qué demonios, Stan Lee y Jack Kirby (pese a quien pese), son combinaciones que, por una cosa o por otra, nos han traído trabajos especialmente destacados en los que la química entre ambos ha generado un cómic que permanece por méritos propios en un sitio destacado de la biblioteca de cualquier aficionado. Con el tándem de hoy tenemos un buen puñado de obras tanto en Marvel como DC que ya forman parte de la historia del cómic y que hicieron que nos lanzásemos a cualquier nuevo trabajo que nos trajesen, sin pensárnoslo dos veces. Pero antes de brillar con la tetralogía del color de Marvel o los excelentes trabajos sobre Batman y Superman, comenzaron de una manera más discreta y poco a poco fueron ganándose la reputación. Su primer trabajo fue una de esas joyas que no todos conocen: Investigadores de lo desconocido, y poco después dieron el salto a Marvel donde realizaron una pequeña historia en un anual de la Patrulla X que dejó tan buena sensación que poco después le dieron vía libre para hacer una miniserie con mutantes. Esa miniserie fue la que encontramos en 100% Marvel HC. Lobezno / Gambito: Víctimas, un tomo que Panini vuelve a poner a la venta tras su anterior salida en 2018.
Si intentamos comparar esta con alguna de las grandes series de la pareja, probablemente salga mal parada porque, no solo tenemos a un Tim Sale que aún no había alcanzado su cénit artístico, y se le veían algunos defectillos, sino que tampoco Loeb se complicó demasiado con la historia, y tiró de algún que otro cliché del cómic de superhéroes para buscar una excusa con la que enfrentar a dos de los mutantes del momento: Lobezno (bueno, este tuvo su momento y no lo ha soltado aún) y Gambito, el cajún tan encantador como letal en la lucha. La historia nos presenta una serie de asesinatos en Reino Unido que siguen el modus operandi de Jack el Destripador y cuando una de las víctimas es una conocida de Remy LeBeau y este acude a investigar no puede creerse que a quien todo apunta como asesino es a su compañero Lobezno.
Pero aunque digo que no es una de las obras más destacadas del tándem sí tiene algunas cosas bastante destacables y, sobre todo, sirve para ver en perspectiva la evolución de un dibujante como Tim Sale cuyo primer trabajo había sido todo un derroche de recursos narrativos y en esta ocasión ya se le percibe un intento de narrar sin dejarse llevar por las demostraciones artísticas que pueden llegar incluso a enturbiar la propia fluidez de una historia. Sigue teniendo algunas páginas que sorprenden a día de hoy, pero se puede decir que es mucho más contenido que en Los investigadores de lo desconocido.
A nivel de historia sí es un poco más pobre, aunque digna hija de su época. Una historia con hijos sorpresa de grandes villanos, apariencias que conducen a un culpable que no lo es, y villanos en la sombra que manipulan. No faltará la inevitable pelea por un malentendido, porque quién no sabe que es mejor pelearse y ya después hablamos lo que sea necesario… Pero con sus tópicos y lo previsible que puede llegar a resultar, es una historia bien construida, que no se alarga innecesariamente, y se apoya inteligentemente en un dibujo que juega a ser uno de los grandes reclamos de la obra.
El tomo también incluye la historia de complemente aparecida en The Uncanny X-Men Annual #18, con la que debutaron como equipo artístico conjunto en Marvel, y que está protagonizada por Bishop. Otra historia de esas que hoy día y después de haber leído miles de historias de superhéroes puede resultar predecible, pero que igualmente funciona por un Tim Sale que, aquí sí, juega a darlo todo visualmente y a epatar al lector.
En definitiva, 100% Marvel HC. Lobezno / Gambito: Víctimas no va a entrar jamás en ningún top de las mejores obras de Jeph Loeb junto a Tim Sale, pero no deja de ser una historia correcta y entretenida, que está al nivel de muchas otras historias de su época que hoy día pueden verse algo anticuadas y con inercias identificables, pero que en su día nos molaron todo y más. Una oportunidad de conocer uno de los primeros trabajos del equipo creativo y ver cómo iba evolucionando artísticamente a lo que años después nos dejaría boquiabiertos y aún sigue haciéndolo. Una edición fabulosa y mantiene su precio original que es de esos que hoy ya no se ven.
Lo mejor: Ver la evolución, sobre todo, de Sale. Historia correcta y disfrutable.
Lo peor: Si intentas encontrar otro Si vas a Roma o Hulk Gris… te vas a llevar un chasco.
