Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Llamadme Nathan

Llamadme Nathan
Guion
Catherine Castro.
Dibujo
Quentin Zuttion.
Tinta
Quentin Zuttion.
Color
Quentin Zuttion.
Formato
Cartoné, 144 págs, color, 17x24 cm.
Precio
18€.
Editorial
Astiberri. 2019
Edición original
Appelez-Moi Nathan (Éditions Payot & Rivages).

Con un tono muy cercano y con información de primera mano, los autores Catherine Castro y Quentin Zuttion nos cuentan en Llamadme Nathan la historia de un joven desde su infancia como chica hasta que consigue cambiar su cuerpo e identidad civil para hacerlos acorde con su identidad de género. Es una historia que cuenta las dificultades de Nathan, pero no se ceba en lo negativo. Los autores consiguen transmitirnos las sensaciones del joven a lo largo de todo su viaje, y evidentemente eso implica mostrarnos los malos momentos, pero también los momentos de complicidad con sus amigos, sus primeros amores, o todo el proceso que conlleva de paso por especialistas y tratamientos médico-quirúrgicos.


La historia está basada en hechos reales. El Nathan verdadero (Lucas) es amigo de la autora, que ha cambiado los nombres para salvaguardar la intimidad del protagonista, pero conoce de primera mano todas estas experiencias que nos muestran en la historia. Supongo que eso le ha permitido contar esa «otra cara» de la historia, más amable, más cotidiana, de conversaciones con amigos, relación con compañeros en el Instituto y situaciones, en definitiva, del día a día, sin necesidad de que tengan que ser conflictivas.

Llamadme Nathan está contado en primera persona, por el propio Nathan, pero también vamos a ver pequeñas escenas intercaladas en el relato contando de primera mano cómo han vivido ese proceso su madre, su padre y su hermano. Me han gustado mucho estas escenas, porque es una familia bien avenida, que a pesar del rechazo inicial se muestra empática con el chico en todo momento, pero que también tienen sus propias dudas. Me gusta mucho una escena en la que su hermano pequeño se resiste a la idea del cambio de género «porque quiere tener una hermana» y porque tiene miedo de que se rían de él en el colegio. Son miedos e inquietudes tan respetables como el propio rechazo de Nathan al cuerpo de Lila, y están contadas de manera amable, y sin prejuicios, mostrando todos los puntos de vista.

Como en la vida misma, la gente que se cruza en el camino de la familia Molina habla del rechazo a la identidad de género del chico como «una fase, un capricho» pero Nathan lo tiene claro desde muy pequeño. Comienzan siendo detalles de ropa que rechaza, no le gusta vestir de chica, casi de princesa, como se suelen vestir a las niñas pequeñas cuando se va a cumpleaños y fiestas. Pero después el cuerpo de Lila empieza a florecer y eso es algo que producirá gran rechazo en el Nathan que está encerrado en ese cuerpo. El relato cuenta poco a poco la evolución de su cuerpo y su mente, las cosas que le producen rechazo y cómo van reaccionando todas las personas de su alrededor, desde su prima, con la que acaba manteniendo su primera relación amorosa, hasta su familia y sus amigos.


Algo que no estamos muy acostumbrados a ver en este tipo de historias es la relación de competitividad con otros chicos de su clase: cómo se rebelan porque ven que les puede «quitar» una chica que les gusta a ambos. No deja de ser curioso el propio lío mental que tienen muchos chicos de su edad que no saben diferenciar entre homosexualidad y transexualidad, y evidentemente van a comprender menos aún lo que es la disforia de género y por qué no es sinónimo de transexualidad. Esta última es la no coincidencia de la identidad sexual con el sexo con el que se nace, mientras que la disforia de género alude a la sensación de malestar que produce esa discordancia. Hasta hace muy poco se ha considerado un trastorno psiquiátrico, aunque no ha sido hasta la última versión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) que se ha sido excluida como tal.

El dibujo de Zuttion es muy sencillo, recuerda mucho al estilo de Bastien Vivès con esos rostros abocetados con un par de líneas, muchas veces sin terminar de contornear si quiera. Incluso ese recurso de emplear viñetas sin marco, casi a modo de collage recuerdan a Vivès en alguna ocasión. Usa algunos recursos gráficos muy impactantes, como la escena en la que Nathan se encuentra agobiado por ese festival de pechos en el vestuario, aquella en la que se representa la cirugía a la que se deberá someter o la más impactante, esa escena en la que Nathan rechaza su cuerpo y se imagina arrancándose los pechos. Un dibujo sencillo, con un color suave que no intenta destacar y distraer al lector, y que consigue que nos centremos en la historia buscando el impacto en momentos muy concretos. 


En definitiva, Llamadme Nathan.

Una obra que se centra en el viaje de búsqueda de identidad de género de Nathan, el protagonista de nuestra historia, desde que es la niña Lila hasta que cumple la mayoría de edad y puede llevar a cabo los trámites legales y quirúrgicos para conseguir el cambio de género. Una obra con inevitables momentos  malos para el protagonista, con todos esos obstáculos que debe ir superando en su vida, pero que también repara en momentos de complicidad y de empatía, incluso por gente que no entiende por lo que está pasando Nathan. Una obra que se lee casi de un tirón, con recursos gráficos interesantes y con una muestra de puntos de vista diferentes que dan una visión global a la disforia de género en la infancia/adolescencia.

Lo mejor: No es una obra excesivamente pesimista o que se centre en lo malo. Algunos recursos gráficos.

Lo peor: Pone de evidencia la poca información que tiene la sociedad en general de un tema como este, lo cual da pie a los tópicos.