Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Leyendo entre líneas: ¿Que hemos imprimido qué?


Hace poco Frank Miller ha vuelto a saltar a la palestra gracias a su polémico All Star Batman & Robin the Boy Wonder. ¿El motivo? Las tiras negras que debían cubrir palabras malsonantes en el 10º número de la serie no se han imprimido correctamente y dejan entrever los tacos. Resultado: DC ha solicitado a las tiendas la destrucción de la tirada, y volverá a mandar ejemplares corregidos con las tiras negras correctamente imprimidas. ¿Y alguien se cree que los que ponen sus manos sobre uno de estos tebeos lo van a destruir? Ni en broma.

No vamos a debatir aquí si a Miller se le ha terminado de ir la cabeza, que si lo hace por provocar, si ya no es el que era, o si nos está gastando una broma y estamos picando como chinches.

La cuestión es, ¿tanto lío por unas simples palabrotas en un tebeo para niños grandes? Porque no lo olvidemos, este tebeo, tanto por su temática como por las situaciones que describe, no es un tebeo para niños. Tal vez, de adolescentes para arriba. Y el tebeo de Miller y Jim Lee es muy violento. O sea, que está bien sacar un tebeo con altas dosis de violencia, pero no está bien que salgan palabrotas. Eso, en mi pueblo, tiene un nombre.

No es la primera vez que una editorial ordena retirar sus propios tebeos del mercado. Ya ocurrió con el MK Elektra nº 3, en el que el motivo era que se entreveía el cuerpo desnudo de la protagonista. Sin embargo, en el tebeo tres personas son asesinadas, y eso no es motivo de su retirada. ¿No habíamos quedado en que la serie Marvel Knights era para lectores más maduros que el resto de las series? ¿A qué tanto follón por un desnudo moderado?

Otros tebeos han sido retirados por motivos menos… hipócritas. Por ejemplo, el Tangled Web, the Thousand Spider-man 1 fue retirado porque se usó un tipo de papel incorrecto para la portada. Y el Halle the Hooters Girl 1 se retiró a causa de un litigio con la cadena de restaurantes Hooters.

Sin embargo, aquí nos llama la atención esta retirada de cómics de las librerías, al menos por razones de corrección política o moralidad. La pregunta es… ¿nadie comprueba estas cosas antes de que el tebeo llegue a las tiendas? ¿Para qué está la figura del editor? ¿Esperan a que los grupos de presión presenten sus quejas o retiran la tirada motu proprio, por si acaso? ¿Es una magnífica maniobra de marketing viral y no nos hemos dado cuenta?

El caso más famoso es sin duda el del Elseworlds 80-Page Giant, una colección de historias Elseworlds. El entonces presidente de DC, Paul Levitz, consideró que una de las historias, Letitia Lerner, Superman’s Babysitter, obra de Liz Glass y Kyle Baker, era demasiado ofensiva y ordenó su retirada. No obstante, unas 2000 copias del tebeo ya habían embarcado rumbo al Reino Unido, y se convirtieron en piezas de coleccionista. Para más INRI, Kyle Baker ganó dos premios Eisner en 2000 por la polémica historia corta.

En resumen, que ya nos llama la atención que se retiren tebeos de las tiendas (recordemos el caso El Jueves), pero aún nos fascina más que se retiren por esos motivos y no otros.