A riesgo de parecer repetitivo, debo insistir en lo perplejo que me sigue dejando la existencia de una serie como Leyendas de la Patrulla X en el panorama marvelita actual. Y es que hace mucho que para la Casa de las Ideas conceptos como “continuidad” o “legado” dejaron de tener importancia en pos de ir a rebufo siempre de lo que mandaba su división cinematográfica o televisiva. Que esto sea algo positivo o negativo lo dejaremos para otra ocasión, porque hoy nos toca hablar de otro bocado de nostalgia. Tras el regreso del culebrón de los Hermanos Summers o la vuelta de los Simonson a su etapa de X-Factor, hoy es Peter David quien nos guiña el ojo con ese mismo grupo.
Es la hora de X-Factor, memos!
De esta irreverente forma podremos ver cómo uno de los integrantes de este X-Factor se refiere a ellos como equipo. Pero es que no es para menos, porque los calificativos de “nuevo” y “diferente” que acompañaron la etapa original que arrancó en el X-Factor Vol.1 71 USA no podrían ser más apropiados, dado el tono rupturista de la serie con la etapa precedente.
Como hemos mencionado más arriba, este nuevo arco de dos números de la cabecera americana X-Men Legends viene de la mano de Peter David. En los últimos tiempos hemos sido testigos de cómo el bueno de PAD ha encontrado en los cómics “retro” su parcela de comodidad, hasta tal punto que dichas obras se encuentran entre lo mejorcito que ha producido el guionista en lo que va de siglo.
Ya sea revisitando su etapa con el trepamuros con las distintas miniseries de Spider-Man: Simbionte o contando cómo Hulk llegó a convertirse en el déspota Maestro en la trilogía de miniseries, Peter David ha dado en el clavo en estos proyectos, cuya autocomplacencia puede echar para atrás a algún tipo de lector pero que, sin embargo, le ha puesto en comunión con otro sector del fandom que aplaude cada lanzamiento dentro de esta índole.
Sobre estas líneas. Portadas de la edición española en la que transcurre la acción de este cómic.
Para esta historia de X-Factor, Peter David no se ha complicado lo más mínimo, situando la acción entre los dos primeros arcos que escribió en su día o lo que viene a ser lo mismo entre el 75 y 76 USA. El cómic arranca con una imagen que automáticamente nos lleva de lleno a los noventa, con Val Cooper debatiendo en el congreso (ante posiblemente el Senador Kelly pese a que no se menciona su nombre) un suceso del que han sido protagonistas el equipo de mutantes que trabaja para el gobierno.
Una serie de flashbacks que nos permiten ver de nuevo en acción a Loba Venenosa, Fortachón, Kaos, Polaris, Mercurio y Madrox contra un grupo de mutantes de Latveria, se irá intercalando con la declaración de Val Cooper. Y punto, Peter David no tiene la necesidad de complicarse lo más mínimo la vida, sirviendo esta premisa como excusa para regalarnos un par de episodios divertidos con la chispa marca de la casa que nos dejarán con una sonrisa de oreja a oreja. Eso sí, una vez terminados, a otra cosa mariposa. Estamos ante uno de esos cómics que se olvidan con la misma facilidad con la que se leen.
Ahora bien, hay un momento que me ha parecido brillante: Durante una de las declaraciones, la acción se acelera en forma de sucesión de rápidos diálogos. Un juego al despiste con todas las partes implicadas culpando unos a otros. Pues… No sé vosotros, pero yo aquí entre líneas lo que leo es una metáfora sobre el caos editorial que reinaba en Marvel en los noventa, en particular en la franquicia mutante.
Que Larry Stroman (por muy mal que estuviese en su último regreso al segundo volumen de X-Factor) o que el mismísimo Joe Quesada hubieran dibujado estos números es poco más que un sueño. En su lugar, nos encontramos con un Todd Nauck deudor de Arthur Adams y de la corriente amerimanga. El artista realiza un trabajo más que competente con su trazo fresco y dinámico.
X-Factor. Un poco de arqueología editorial
Si tras leer esta reseña alguno de vosotros quiere echarle el guante a esta etapa, lo va a tener complicado. En España comenzó a publicarse en formato grapa a partir del Factor X 52 de septiembre de 1992. Y si ahora estáis esperando leer sobre la edición de Panini, mala suerte. Hasta la fecha no se ha reeditado nunca. Por ello, o bien esperamos a una futurible edición Marvel Héroes/Marvel Gold, o nos sumergimos en páginas y tiendas de segunda mano. Lo que por otro lado no es otra cosa que un ejercicio de nostalgia, tal y como lo es este tebeo.