En 1975, un primerizo Enki Bilal (La trilogía Nikopol) comenzó una colaboración con el guionista Pierre Christin (Valerian) que se extendería a lo largo de veinte años, periodo en el que publicarían un total de ocho álbumes juntos. Los tres primeros forman una trilogía llamada Leyendas de hoy, y acaban de ser recopilados por Norma en un volumen integral.
Los tres álbumes que forman esta trilogía no cuentan una historia que vaya de unos a otros, y podrían ser leídos de forma independiente sin demasiados problemas. De hecho, las cosas que tienen en común son más bien escasas: además del mismo equipo creativo, tienen un trasfondo de crítica social en una historia de tono fantástico y un personaje común, que actúa como personaje secundario en los tres álbumes, el misterioso 50/22B, que es presentado en un prólogo en el que se muestran imágenes suyas en momentos y lugares de activismo social, como el grupo frances Socialismo o Barbarie, el entorno del Che Guevara o con los Panteras Negras en Los Ángeles. Y tras esta contextualización, pasamos a tres historias con un fuerte componente de realismo mágico.
En El crucero de los olvidados, un pequeño pueblo de Gascuña despierta un día con una de sus casas flotando. Poco a poco, todo el pueblo está en el aire, moviéndose hacia la costa. Todo indica que ha sido culpa de un experimento militar, y mientras que los ciudadanos intentan seguir con su nueva vida, el poder político se pone del lado del ejército.
El navío de piedra, publicado en 1976 y por el que Pierre Christin se llevó el premio a mejor autor francés en el Festival de Angoulême, nos lleva de nuevo a un pequeño pueblo francés, en esta ocasión a la costa de Bretaña, donde los habitantes del pueblo miran con recelo a los planes urbanísticos que pretenden convertir el lugar en el que tanto ellos como sus antepasados llevan miles de años viviendo en un centro de ocio para gente adinerada.
Por último, La ciudad que no existía es quizás el álbun que más tiene los pies en la tierra de los tres. Está ambientado en un pequeño pueblo -una vez más- industrial, en el que todos los habitantes trabajaban en fábricas propiedad de Hannard, un anciano industrial que ha fallecido en mitad de una huelga por la negociación de las condiciones laborales con sus obreros. Su única heredera es una sobrina suya que tiene una idea diametralmente opuesta a la de su antecesor: quiere construir una utopía.
El crucero de los olvidados tiene un fuerte mensaje antimilitarista y ecologista, protestando contra una sociedad que no tiene en cuenta a sus ciudadanos. No es una historia precisamente sutil: los militares son mostrados como monstruos en una historia claramente deudora del espíritu de mayo del 68, que tuvo lugar tan solo siete años antes de la publicación de este álbum e influyó notablemente al guionista Pierre Christin, graduado en la Sorbona en Ciencias Políticas y que estuvo viviendo en Salt Lake City hasta unos meses antes de las revueltas estudiantiles que vivió siendo profesor en la Universidad de Burdeos. En esta primera entrega, segundo álbum publicado de la carrera de Enki Bilal, es aún muy deudor del estilo de Moebius, una de sus grandes influencias, pero en el que aún no ha desarrollado la personalidad propia que le veríamos años después. Quizás resulte un tanto inocente en su planteamiento nostálgico de la vida en el campo, pero es una lectura muy potente.
El navío de piedra tiene un componente más fantástico, incluso, que la anterior entrega de Leyendas de hoy. En este álbum, el anciano que reside en el castillo del pueblo sirve de enlace entre los vivos y los muertos, como si fuera el psicopompo local. Es interesante también la contraposición de la figura del barco, como medio de vida para los pescadores locales y medio de ocio para los ricos. Aquí, las iras de Christin y Bilal van dirigidas hacia la especulación urbanística, de nuevo con un fuerte mensaje ecologista.
La ciudad que no existía es, en principio, una historia sobre la lucha obrera y el sindicalismo. Pero también sobre los deseos más elevados que puede llegar a tener el ser humano, y lo que ocurre cuando los consigues. Siendo la historia de ambientación más realista de las tres, es quizás la más metafórica y la menos obvia en lo que nos está intentando contar. Quizás por ello, es posiblemente el álbum más redondo de la trilogía y el que con mejor sabor de boca deja al lector. Un sabor un tanto amargo, por otro lado.
Leyendas de hoy es una obra totalmente recomendable para todo aquél que disfrute del cómic con contenido social, del uso de la fantasía y la ciencia ficción como vehículo para la crítica del mundo en el que vivimos. Y además es totalmente imprescindible para los seguidores del artista Enki Bilal, del que vemos aquí sus primeros pasos como dibujante profesional en un material que hacía casi veinte años que no se reeditaba.
