Hay ocasiones en que una idea revolotea en la cabeza de un autor de manera persistente, esperando que sea su momento. Un momento que, por un motivo u otro, no llega. Pero la idea sigue ahí, perenne, inmortal, como una chispa que forma parte de la hoguera de la creatividad hasta que un buen día prende definitivamente. Leinad de Enrique Vegas es una de esas ideas.

La primera vez que oí hablar a Enrique de Leinad fue en unas jornadas de Avilés de hace un porrón de años. El artista hablaba con entusiasmo de esta obra de fantasía heróica que algún día publicaría. De hecho, muchos aficionados se llevaron a casa sketches del protagonista o del minotauro Ruhr. Puede que Leinad todavía no existiera en papel, pero de lo que no cabe duda es que estaba muy presente en la mente de Enrique.

Por el camino se cruzaron infinidad de parodias protagonizadas por los héroes de Marvel y DC, o de películas de éxito como Harry Potter, El señor del anillos, Star Wars… Y Leinad seguía ahí, esperando con calma el momento en que pudiera salir a la luz. Ese momento llegó inicialmente en el año 2010, con la publicación de la primera parte de la saga. Fue un tebeo especial, ya que por primera vez veíamos una obra de Enrique completamente coloreada. No era su primer cómic no paródico, pues ya habíamos podido gozar de Kobe. De todas formas, y sin duda, Leinad fue algo especial.

Un año más tarde se publicó la segunda entrega y ahí se paralizaron las peripecias de nuestro protagonista durante diez largos años. Ahora Dolmen por fin publica de manera íntegra todas las aventuras de Leinad, reeditando los dos volúmenes preexistentes e incluyendo la tercera entrega inédita hasta la fecha. La edición está a la altura de las circunstancias: cartoné, a todo color, buen papel y múltiples extras.

Leinad, un tebeo para todos

La historia nos presenta a un protagonista con ansias de aventuras, que desconoce su pasado y su legado y que, aunque no sea del todo consciente, está destinado a grandes gestas. Su mundo está plagado de criaturas fantásticas como dragones o esqueletos (genial homenaje a Harryhausen), así como multitud de peligros desconocidos.

Vale, puede que los mimbres sean bien conocidos y no sean muy originales, pero a estas alturas de la vida decidme si hay algo que ya no esté inventado. Lo que hace especial a Leinad es que Enrique Vegas consigue transmitir al lector su pasión por el género a través de unas páginas que rezuman la magia y la fantasía de Willow, Conan, La Historia Interminable, Lady Halcón… Películas todas ellas de los ochenta, que a todos nos marcaron de una forma u otra y en el caso del autor sembraron las semillas de lo que hoy es Leinad.

A través de sus páginas, además de disfrutar de un dibujo donde se nota que Enrique ha echado el resto, podremos ser testigos de una historia épica de descubrimiento a través del viaje iniciático que realizará Leinad, enfrentándose a peligros que le harán madurar a la vez que fomentan en él los principios de la amistad, la lealtad o la responsabilidad. Ideas que estaban en muchas de esas películas que acabo de mencionar y que todos mamamos sin darnos cuenta.

Ni que decir tiene que he disfrutado como un gorrino en un charco de caca leyendo las casi 170 páginas que conforman esta primera epopeya de Leinad. Y digo primera, porque si bien es cierto que la historia principal queda cerrada (al igual que sucedía con Willow donde el peck derrotaba a la villana Bavmorda), siempre se queda una puerta abierta para seguir descubriendo detalles de este fantástico universo.

(Sobre estas líneas playlist de bandas sonoras de aventuras creada para la reseña de Bone y que también os puede acompañar en la lectura de Leinad)

Seguro que de pequeños muchos de vosotros disfrutasteis de la magia de estas películas de fantasía, y hoy veis con vuestros hijos cintas como Legend, Gremlins o cualquiera de las anteriormente enumeradas. Pues con Leinad podéis hacer lo mismo y recorrer juntos este maravilloso viaje.

Enrique, muchas gracias por no abandonar tus sueños y ser fiel a ti mismo.