Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Las cinco banderas 1

Las cinco banderas 1
Guion
Pau
Dibujo
Pau
Formato
Cartoné (holandesa). 27,5 × 19,5 cm. 80 páginas. Color
Precio
20€
Editorial
Escápula Cómics. 2023

Lo de Pau es un caso cuanto menos curioso. Hablamos de un autor con más de 30 años de carrera, que ha publicado historias con algunas de las franquicias más importantes de Dupuis, como Casacas Azules o Marsupilami y que ha vendido varias de sus obras de creación propia a distintos editores del país galo. Su obra más popular, La Saga de Atlas y Axis, ha sido publicada en nada menos que doce idiomas. Sin embargo, insiste en seguir produciendo por autopublicación recuperando ese viejo sello Escápula de fanzine que comenzó a publicar en 1995 y que ha reconvertido en su propia editorial. Incluso cuando pone en marcha el que se presenta como su proyecto más ambicioso, Las cinco banderas, Pau decide optar por guisárselo y comérselo él mismo.

Ya avanzábamos la génesis de Las cinco banderas cuando hablábamos de Curtis Hill, su obra anterior, ya que se ha venido desarrollando en el Patreon del autor mallorquín durante los últimos años y ha terminado de cristalizar con su salida a través de crowdfunding en Verkami. Como el propio Pau comenta en la campaña, en el momento de la salida del crowdfunding, el primer tomo Las cinco banderas ya estaba prácticamente terminado y los fondos recaudados — que han cuadruplicado el objetivo — están destinados a sufragar la impresión, la distribución y la producción del siguiente volumen, que ya se encuentra en proceso y pronto podremos verlo también en Verkami.

Las cinco banderas 1

Y es que Las cinco banderas es un proyecto para cinco tomos en los que Pau narra un periodo concreto de la vida de su propio abuelo, que comienza en 1936 y que se extiende durante los periodos de la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial. Vicente Jiménez-Bravo es un joven de 17 años que miente para poder alistarse en las filas republicanas. Pau nos va a contar los nueve años en los que el destino de su abuelo dependió de cinco banderas: La republicana española, la francesa, la británica, la nazi y la franquista.

A lo largo de los distintos capítulos de Las cinco banderas, podremos ver a Vicente sobrevivir a la defensa de Madrid, a campos de concentración y de trabajo en Francia y Alemania,a la batalla de Dunkerque, a su captura por parte de los nazis, a una granada de gas mostaza… una aventura apasionante basada en los diarios del abuelo de Pau y en toneladas de documentación.

En concreto, en este primer volumen de Las cinco Banderas asistimos a los periodos de la Guerra Civil y el internamiento en dos campos de concentración franceses, pero no precisamente de modo ordenado. Pau decide comenzar la historia en un verano de su infancia en los años ochenta y de ahí retroceder a 1939, ni siquiera al principio de la historia, que nos hará esperar hasta la mitad del tomo. Es otra de esas decisiones un tanto insólitas de Pau y no es la única. Todas acabarán teniendo su porqué, pero es posible que puedan pillara inicialmente a pie cambiado a más de un lector.

Las cinco banderas 1

No es solo que comience in media res sin que sepamos quién es Vicente más allá de ser el abuelo del autor, sin tener ni idea de dónde viene y cómo o por qué ha dado con sus huesos en la frontera francesa. Además, elige empezar Las cinco banderas con una importante cantidad de texto en forma de diario al que el dibujo sigue a la zaga y sin apenas acción en on. Para colmo, alterna la historia en varios tiempos dándole la vuelta al sistema tradicional y eligiendo el sepia para el momento presente dentro de la narración y el color completo para los flashbacks.

Y no lo he mencionado porque no es algo que sorprenda a los viejos seguidores del autor, pero si es el primer contacto de un nuevo lector, se va a topar con otra decisión peculiar y es que toda esta historia está contada con animales antropomórficos de clara herencia del Disney más clásico, tal como hemos visto en La Saga de Atlas y Axis o Curtis Hill.

La premisa Las cinco banderas es apasionantemente prometedora, el dibujo de Pau es si cabe incluso más impresionante, dinámico y emotivo de lo habitual, pero he de reconocer que todo el cúmulo de riesgos que decide asumir durante la primera mitad del tomo ha derivado en momentos de cierto alejamiento con la historia. Hay muchas piezas que colocar en el tablero. Entiendo que Las cinco banderas es una historia amplia y compleja y hay muchas notas de contexto que poner en los cimientos, pero el hecho de no llegar a establecer ningún vínculo con Vicente hasta bien entrado este primer capítulo, hace asomar ciertas dudas. El hecho de que se nos presente como el abuelo del autor en el prólogo aporta una cierta nota de cercanía, pero tal vez insuficiente para que el lector pueda sentir el sufrimiento de las calamidades del campo de concentración o los flashbacks de guerra que vemos en la primera mitad, quedando toda esta carga emocional potencial en poco más allá de una mera exposición.

Las cinco banderas 1

Sin embargo, no acertaría a saber hasta qué punto es todo esto una treta de Pau, porque a partir de la segunda mitad, comienza a ponerse todo en contexto, a decirnos quién es Vicente, de dónde viene y cómo y por qué ha llegado a donde está. La estructura sigue saltando atrás y adelante en varios tiempos como al inicio, pero ahora ya sí nos vamos acercando a él y comenzamos a sentir sus anhelos y desventuras. El motivo por el que llegar a cuestionarse si no será una artimaña del autor es que, al fin y al cabo, justo cuando comenzamos a estar cerca de Vicente, a sentir con él y empezar a interesarnos de verdad por qué le va a suceder, Las cinco banderas tomo 1 termina y nos deja la miel en los labios para el siguiente volumen.

El tomo viene complementado por unas páginas de extras con notas acerca tanto de la biografía de Vicente, como del contexto histórico y, para los participantes en el crowdfunding, se incluía también un cuaderno de 48 páginas que, bajo el título Detrás de las cinco banderas, nos brinda montones de documentación de apoyo a la historia.

La lectura de este primer tomo puede hacernos verlo como una especie de declaración de intenciones, un capítulo creador de contexto tanto histórico como tonal y dramático, pero el camino que seguirá es aún imprevisible. Lo importante es que termina por captar nuestro interés y que, como en las buenas historias con animales antropomórficos, el hecho de que sean caricaturas de animales no es obstáculo para sentir la crudeza de lo que se nos cuenta, sino que acentúa el dramatismo mucho más allá de lo que permiten las fronteras de la representación naturalista. Pau sabe lo que se hace, así que estaremos esperando al segundo tomo.