¿Un nuevo número uno del Caballero Luna? Pues sí y no. En realidad hay un poco de trampa. Podría decirse que La venganza del Caballero Luna 1 es un nuevo punto de inicio tras el de inflexión que sucedió al final del volumen anterior, de tal manera que no es posible ni establecer la propia premisa inicial de este tomo sin caer en el spoiler. Por eso, y aunque no sea costumbre en esta vuestra web, a partir del siguiente párrafo no quedará más remedio que aludir a lo que pasa antes, intentando esquivar todo lo que no sea estrictamente necesario, eso sí.
Y es que La venganza del Caballero Luna 1 no es sino el siguiente capítulo de la saga que lleva desarrollando Jed McKay los últimos tres años con la inestimable colaboración de dibujantes como Federico Sabbatini, Alessandro Vitti o, sobre todo, Alessandro Cappuccio. Y es que este tomo arranca cuando terminamos la serie anterior con nada menos que la muerte del Caballero Luna, que también es al fin y al cabo la desembocadura de ese río de 5 tomos donde todo se iba gestando poco a poco. A la pregunta de si es posible subirse de nuevas a La venganza del Caballero Luna 1, las respuesta, no obstante, podría ser que sí. Obviamente la experiencia no va a ser la misma de quien ha visto construir este escenario desde el primer minuto, pero McKay y Cappuccio se preocupan de darnos toda la información imprescindible para irnos poniendo al día por el camino.
Además, con la excusa del flashforward con el que comienza cada capítulo, hacer un resumen de los acontecimientos se integra sin fricción con el resto de la trama. El Caballero Luna ha muerto. La Misión de Medianoche ha perdido a su principal benefactor y ahora el resto del equipo formado por Reese, Tigra, Soldado, Luna de Cazador y Bola Ocho tendrán que vivir con ello y sacar el proyecto adelante sin él. En ese momento aparecerá alguien clamando ser el verdadero Caballero Luna, con lo que ya podéis imaginar que se complican las cosas.
No puedo evitar ver un cierto paralelismo entre esta saga y La Muerte del Doctor Extraño, también de McKay. Si bien los roles cambian y se le da la vuelta a los mismos recursos, seguimos teniendo una muerte, una cesión forzosa de testigo a quienes antes eran secundarios, una segunda versión del protagonista… En cualquier caso y en beneficio de esta historia, hay que admitir que el paso de testigo al equipo era algo que se llevaba fraguando desde el inicio de la etapa de McKay y Cappuccio. La creación de este elenco de secundarios y su cada vez más preponderante papel era algo que inevitablemente tenía que terminar llevando a un escenario como este. En realidad el statu quo que han venido creando se mantiene, pero ahora sin su disparador inicial y eje central.
En cualquier caso, McKay y Cappuccio se encargan de estructurar La venganza del Caballero Luna de forma que, si bien está pensada para quien les acompaña previamente, es amigable con el recién llegado. Con la excusa de la sesión de terapia con cada miembro del grupo — a excepción de Bola Ocho, que tendrá su momento en la próxima entrega — se nos dan de manera compacta tanto las claves de quién es cada personaje, como su papel concreto dentro de toda esta trama.
Se trata pues de poner el foco ahora en ellos cinco, con el hilo conductor de si este Caballero Luna es quien dice ser o no. Y es que aunque nos hayamos curado en salud avisando del spoiler de la muerte, ya sabemos que en el universo Marvel los fallecimientos son efímeros y ya la pregunta no es si volverá, sino cómo y cuándo. Y con esto juega McKay al misterio mientras a la vez va cocinando los acontecimientos que llevarán a Caza Sangrienta y que veremos el próximo tomo.
Se agradece además que durante la totalidad de los 4 números USA de los que consta La venganza del Caballero Luna 1 se mantiene constante el equipo McKay-Cappuccio-Rosenberg sin baile de autores — cosa que me temo que no podremos decir del próximo tomo — ya que el tándem entre el dibujante romano y la colorista de Chicago se ha convertido en la imagen visual de esta saga. A estas alturas ya están completamente compenetrados para darle a la serie esta identidad nocturna y dramática que la caracteriza. Cappuccio es aún relativamente primerizo en el mercado USA y casi podría decirse que Caballero Luna es su primer trabajo de cierto calado en la industria americana, pero, con todo, ya se le ve cierta evolución. Aún se le quedan rígidos y posados ciertos actings y se le nota demasiado la marca del pincel digital, pero cuando tiene que ser teatral nos deja algunas escenas de lo más impresionante.
Sea como fuere, por más que ese número uno que vemos en La venganza del Caballero Luna 1 pueda despistar, sus autores llevan tiempo demostrando que, si se les deja hacer, pueden levantar una franquicia que llevaba una temporada en horas bajas antes de su llegada. Y, lo dicho, si no te importa que este tomo te reviente algún que otro acontecimiento de lo anterior, súbete sin problema. Probablemente te den ganas de retroceder y hacerte con los anteriores.
