Magdalenas de último minuto, muffins a palo seco, carlota de fresas, éclairs de vainilla y chocolate, tarta de limón merengada… En este cómic encontrarás recetas para preparar desde los aperitivos más fáciles y rápidos de hacer, hasta postres dignos de los grandes chefs pasteleros, sin olvidar los grandes clásicos de la pastelería revisitados con un giro especial. Zoé e Hippolyte, dos alegres aprendices de cocina, te acompañarán receta a receta, y paso a paso, para que puedas disfrutar de los postres más deliciosos al ritmo de las estaciones.

¿Conocéis a alguien que durante el confinamiento no haya aprendido a cocinar o a hacer alguna manualidad? A mí me sirvió para aprender a hacer figuritas con hama beads y a hacer pasteles. Empecé con el más sencillo, el bizcocho de yogur, y poco a poco me fui envalentonando hasta convertirme en un maestro de la tarta de queso, el hojaldre de frutas o el pastel de manzana. Pero tranquilos, que no hace falta ningún superpoder para convertirse en un excelente repostero. Como dijo un famoso cocinero televisivo, las recetas de cocina son indicaciones, pero las de repostería son instrucciones. Es decir, que no hay más que seguir los pasos de la receta para obtener unos postres o meriendas deliciosos. Y eso es precisamente lo que nos ofrece este La pastelería en cómic: 20 recetas fáciles de preparar, y que no requieren ninguna experiencia ni instrumental especial. Todo lo que nos indican los autores se puede encontrar en cualquier cocina mínimamente surtida.

Ya sabéis cómo son los franceses para el tema de la cocina y los dulces. Y es verdad que tienen unos postres deliciosos, aunque aquí en España, gracias a la herencia de la repostería árabe, tampoco nos quedamos cortos. En este libro vienen descritas e ilustradas 20 recetas organizadas según las estaciones del año, puesto que podremos encontrar frutas de temporada más fácilmente. Además, en verano apetecen más los postres fríos como el tiramisú o la carlota de frambuesas, mientras que en invierno buscamos meriendas más contundentes como el bizcocho o el tronco de navidad, que pegan estupendamente con una taza de chocolate caliente. De un modo ameno y muy asequible, nuestros protagonistas, los pequeños Zoé e Hippolyte, prepararán desde meriendas fáciles como los muffins o las cookies a postres más elaborados como la bavarois o el brioche trenzado.

No sé cuántas veces hemos enfatizado en esta web la función didáctica del cómic, puesto que es una herramienta que, gracias a su parte gráfica, facilita enormemente el aprendizaje. De esta manera, al representar de manera secuencial la elaboración de un plato, ayudamos a que los jóvenes lectores asimilen más fácilmente los pasos a seguir. Por supuesto, ninguno de estos postres debería prepararse sin la supervisión de un adulto. Éste es un cómic para leer en familia, para aprovechar los fines de semana en la cocina y preparar deliciosas tartaletas de nueces, mousses de dos chocolates o tarta de limón merengada. Gráficamente el álbum no es ninguna maravilla, pero no es el objetivo de los autores epatar al lector con su talento artístico. El dibujo cumple su función primordial, que es la de ilustrar los pasos a seguir de una manera clara y divertida.

Swann Meralli hace malabares entre sus dos grandes pasiones: guionizar cómics y escribir álbumes infantiles. Es además autor de la serie Petit Livre qui dit Non de P’tit Glénat, entre otras. Cuando le queda tiempo le encanta disfrutar del buen chocolate. PF Radice tiene dos pasiones: cocinar y dibujar. Cuando se graduó en la Escuela Émile Cohl, donde actualmente imparte la asignatura de Escultura, convirtió dibujar en su profesión. Además, se dedica a ilustrar álbumes infantiles, cómics, y también realiza encargos de grabado y escultura.

Ojalá este La Pastelería en cómic, editado en España por el sello Astronave de NORMA Editorial, hubiese visto la luz hace año y medio, cuando la gente pasaba más tiempo encerrada en sus casas aprendiendo a hacer pan de plátano o bizcocho de chocolate. Tal vez hubiera dado a luz a toda una generación de jóvenes reposteros. Aun así, os aseguro que este invierno voy a poner en práctica alguna de las recetas de este entretenido libro, que mi tarta de queso ya la tienen muy vista en casa.