Saludos, queridos lectores. Tenemos hoy la reseña de un tomo muy interesante que nos trae Ponent Mon: La paga del soldado, de Antonio Hernandez Palacios.
Estamos ante una obra con un formato muy especial y bien pensado. Dejadme que os ponga en antecedentes, por favor. Tendremos en este tomo cinco pequeñas historias basadas en episodios de una de las guerras que España libró en Marruecos, concretamente la de 1909. Y cada una de estas historias consta de cuatro carillas. Esto se debe a que fueron creadas para ser publicadas en la revista Trinca, adaptándose al formato de episodios cortos que estaba en boga en las revistas de cómics.
Pero no os asustéis. El tomo de Ponent consta de 60 páginas, y cada una de las historias está puesta en contexto por los artículos (bastante ilustrados con material de la época) de José Manuel Guerrero Acosta y César Labarta Rodrígues-Maribona.
Esto permite que tengamos dos obras por el precio de una. Por un lado las historias, rápidas de leer. Y por otro una introducción a una de esas guerras olvidadas y borradas de la memoria colectiva por el paso de los años y el peso de la Guerra Civil del 36.
Pasemos a hablar algo de la parte educativa de la obra. Empezando por las guardas del volumen, donde hay dos mapas que nos permitirán seguir los hechos narrados de forma sencilla. Los textos se hacen fáciles de leer, aunque son largos. Y sobre todo no nos abruman con enormes cantidades de datos tácticos o militares que nos hagan perdernos. Resulta especialmente interesante el aparato gráfico. La tipografía es legible y no nos cansa la vista.
Los cuadernillos están cosidos, permitiendo abrir totalmente el tomo. Esto es muy útil cuando un mapa o foto ocupa dos páginas, porque no perdemos información. Ah, y hay fotos documentales en color, no solamente en blanco y negro.
La encuadernación, en tapa dura, imita a una encuadernación holandesa, con una ilustración a todo color muy llamativa y que resume a la perfección lo que encontraremos en esta obra.
Pasemos a las historias. Basadas en hechos reales, con lo que eso implica para el guión. Siguiendo los hechos conocidos y adaptándolos al escaso espacio, lo que nos da historias llenas de acción sin respetar del todo la estructura clásica de viñetas. Si la acción debe ocupar varias viñetas, las ocupa, si deben desaparecer los límites para aprovechar mejor el espacio, desaparecen.
Historías rápidas y llenas de acción. Con un dibujo que busca el realismo y la correción en los detalles, pero que pone ante todo esa misma acción, ese movimiento, en secuencias que parecen casi cinematográficas. El color nos recuerda las escenas de combates nocturnos y el marrón de las colinas semidesérticas donde tienen lugar los combates.
La editorial ha respetado la tipografia original de Palacios. Para los nuevos lectores puede hacerse extraña, sobre todo por el grosor de las palabras cuando los personajes gritan. Es, sin embargo, cuestión de acostumbrarse.
Es posible que os preguntéis cual es la paga del soldado a la que hace referencia el título. Suele ser doble: la muerte en combate y un efímero recuerdo. No estamos ante historias heróicas, sino ante las de soldados anónimos que recibieron esa paga por sus servicios.
¿Por qué leer La paga del soldado?
Te gusta el estilo de Palacios. Te interesa la historia militar española. El excelente trabajo de apoyo.
¿Por qué no leer La paga del soldado?
No te interesa el tema de las Guerras de Marruecos. Son historias cortas y reales, alejadas de la gloria militar de la fantasía.
