Confusión. Esa es la sensación que transmite todo lo que está relacionado con esta miniserie, desde su anuncio inicial hasta su conclusión. Hace varios meses, se anunció una serie limitada llamada Hawkman and Adam Strange: Out of Time, por Mark Andreyko y Aaron Lopresti. Esa serie no llegó a ver la luz, pero sí que apareció la serie limitada Death Of Hawkman, con el mismo equipo creativo, en la que Adam Strange es coprotagonista (incluso algo más que co, que tiene más peso en la trama que Hawkman), y que recoge una historia titulada Out Of Time. Vamos, que esta Muerte de Hawkman es aquella serie prevista renombrada a un nombre más clickbaiter. Además, la edición en castellano lleva el logo de Noches Oscuras: Metal, que no aparece por ningún lado en la edición original…

El villano misterioso, en la portada del primer número.

La muerte de Hawkman

Hawkman es probablemente el personaje de cómic con la continuidad más confusa de la historia del cómic. Carter Hall, Fel Andar, Katar Hol, Khufu. El arqueólogo, el impostor, el policía thanagariano, el príncipe egipcio reencarnado. Quién es Hawkman es una de las preguntas más complicadas que se pueden hacer a un lector de cómics. Al menos, lo era hasta la llegada de Geoff Johns, que consiguió -más o menos- unificarlas todas y dotarlas de un cierto sentido. Hasta que llegaron los Nuevos 52 y dijeron que Hawkman volvía a ser Katar Hol. Parece que lo de “si no está roto, no lo intentes arreglar” no termina de quedar claro en según qué sitios.

La serie de los Nuevos 52 duró veinte números en total. Desde entonces, ha ido apareciendo aquí y allá, en las series de la Liga de la Justicia o incluso en Harley Quinn, Sixpack y Soldaperros o Batmito. Hasta que llegó su hora, en La Muerte de Hawkman, después de la cual no ha vuelto a dar señales de vida. De momento.

Pero espera, ¿entonces Hawkman muere realmente en La Muerte de Hawkman? La respuesta corta es sí. Como el título se encarga de revelar explícitamente, en este tomo muere Hawkman. El cómo lo dejamos para que el lector tenga una mínima sorpresa. Lo que podemos decir es que el cómo es una revisitación de lugares ya transitados un buen puñado de veces. El constante conflicto entre Rann y Thanagar, el mal funcionamiento del Rayo Zeta que transporta a Adam Strange hasta el planeta de su esposa, la camaradería entre dos personajes opuestos y demás son argumentos que hemos visto suficientes veces como para que nada de lo que aquí vemos. Entre que Andreyko siempre ha sido un guionista un tanto irregular y que Olivetti hace este trabajo en piloto automático, mucho menos inspirado que trabajos que hizo incluso diez años atrás, nos encontramos ante un tebeo gris que no llega a emocionar en ningún momento.

“No es el final”, se dice al final del último número. No esperábamos que lo fuera, la verdad.

Los autores

Mark Andreyko escribe su primer cómic profesional en 1995, para Fantagraphics. Desde entonces ha trabajado con prácticamente todas las editoriales que se han cruzado por su camino. Entre sus trabajos más conocidos se encuentran Torso, con Brian Michael Bendis, Manhunter y la serie digital Wonder Woman ’77 para DC Comics, o el extraño crossover Harley & Ivy meet Betty & Veronica. Es el editor del proyecto Love Is Love, del que hablamos hace tiempo por aquí.

Aaron Lopresti es un ilustrador al que se pueden ver influencias, entre otros,  de Adam Hughes o Michael Golden. Su carrera empieza a finales de los 80, haciendo tebeos en 3D de personajes de Robert E. Howard. No suele tener largas etapas como dibujante titular en la misma serie, pero podríamos destacar su New Excalibur con Chris Claremont en 2004-2005, Wonder Woman con Gail Simone entre 2008 y 2010 o Liga de la Justicia Internacional con Dan Jurgens en 2011-2012. Actualmente está haciendo, de nuevo con Gail Simone, la serie limitada que enfrenta a Wonder Woman con Conan el Bárbaro.

Noches Oscuras: Metal

Entonces, ¿este tebeo tiene algún tipo de relación con el evento de la temporada? Volviendo a las respuestas cortas, no. Ni toca ninguno de los temas que se tratan en la serie de Snyder ni lo que ocurre aquí tiene ningún tipo de trascendencia para lo que hemos visto hasta ahora.

¿Por qué pone en la portada que es un prólogo? Buena pregunta. Más aún, teniendo en cuenta que en la portada original no aparece ese aviso por ningún lado. Pero sí es cierto que puede tener su utilidad para los recién llegados al Universo DC. Dado que en los últimos años Hawkman no ha estado precisamente en la primera fila del Universo DC, es probable que los recién llegados no sepan qué es el Metal Nth ni qué propiedades tiene, y este metal sí que tiene una cierta importancia en los sucesos de Noches Oscuras. En ese aspecto, La Muerte de Hawkman sí que nos muestra qué es el Nth y nos cuenta algo de su historia y de sus propiedades. Así, como carta de presentación para los novatos de uno de los elementos argumentales de Noches Oscuras sí que puede cumplir su función.

En resumen…

Lo mejor que tiene este tebeo es la increible portada de Bill Sienkiewicz. La tripa… no es un tebeo memorable, pero tampoco una basura infumable. Dejémoslo en que es un tebeo del montón, que tiene el pro de tener dentro a Adam Strange, un personaje que se prodiga menos de lo que nos gustaría a muchos y el contra de ser una historia un tanto desangelada, hecha más para cubrir el expediente que otra cosa.

¿Y sobre la muerte de Hawkman? Ya sabemos cómo funciona esto. ¿Alguien se quiere apostar algo a que antes de que termine la década ya lo tenemos de vuelta? Y ya de paso, que nadie se sorprenda si Carter Hall es uno de los miembros de esa JSA de la que llevan anunciándonos su vuelta a lo largo del último año.