El cómic como herramienta de divulgación no es algo nuevo, pero no es precisamente uno de los usos más habituales de la narrativa gráfica. Con este uso hemos visto un buen puñado de obras sobre temas médicos (ahí está la Medicina Gráfica de nuestro compañero Alejandro), sobre realización técnica de cómics, sobre física… Hace unas semanas, en el pasado mes de junio, Norma editó La moda al desnudo, un cómic con intención divulgativa, pero desde un punto de vista más sociológico que estético. El planteamiento resulta francamente interesante, así que vamos a ver qué nos encontramos en este volumen.
Una buena parte de la población pensará que la moda es un producto de la vanidad. Incluso habrá quien considere que es marca de masa aborregada, que viste con lo que los creadores de tendencias dicen lo que hay que ponerse año tras año. Y un buen puñado de gente -entre los que se encuentra el que suscribe- piensa que, habiendo vaqueros y camisetas, es innecesario perder más tiempo pensando qué ponerse. Pero como nos cuentan en estas páginas Frédéric Godart y Zoé Thouron, la moda es mucho más que ponerse la ropa que es tendencia cada temporada para estar lo más mona (o mono, que la vanidad no tiene género) posible.
Porque la moda es estética, sin duda. Pero también es una potente industria. Según datos de 2019, la moda mueve más del doble de dinero que la electrónica de consumo, y solo un 25% menos que los alimentos procesados. Como tal, queda claro que es uno de los grandes motores económicos que mueven el mundo. Pero también tiene una parte artística, con sus procesos creativos y consideraciones estéticas. Y también social, con la predicción de ciertas tendencias o la creación de otras. Y por supuesto, tiene una importante parte de interacción con el individuo y su reafirmación personal, ya sea por integración o por oposición. Además, la moda como actividad industrial, también tiene consideraciones medioambientales. La tercera parte de la ropa que se produce no se llega a vender. El 15% acaba en la basura. La producción de unos simples vaqueros requiere nada menos que 7500 litros de agua.
Toda esta información está expuesta en formato de cómic, con un dibujo que, si bien podría haberse limitado a bustos parlantes presentando datos, es más ágil y expresivo gracias al trabajo de la ilustradora, que consigue darle un ritmo dinámico -dentro de lo razonable- a lo que podría haber sido una exposición aséptica de información. Quizás resulta llamativa la elección de la artista, que aún teniendo un estilo muy claro, tiene un punto feísta en una obra que trata un tema en el que la estética es una parte muy importante.
Este cómic está firmado por Frédéric Godart y Zoé Thouron, sin distinguir lo que hace cada uno, pero con la trayectoria de cada coautor nos lo podemos suponer. La editora original de la obra, Nathalie Van Campenhoudt, es la impulsora de este título, y fue ella quien buscó un experto en moda y una dibujante. El trabajo de investigación lo realiza el sociólogo Frédéric Godart, profesor de Comportamiento Organizacional en el Instituto Europeo de Administración de Negocios y con varios libros publicados sobre la moda. Dado que nunca antes había hecho ningún cómic, es de suponer que la adaptación a viñetas de los datos que le había pasado Godart es labor de la dibujante Zoé Thouron, hija de Lefred Thouron, veterano ilustrador de publicaciones como Charlie Hebdo o Fluide Glacial. La moda al desnudo es la primera obra de esta artista publicada en castellano, pero previamente ha firmado en el mercado francés obras como En el corazón de la energía nuclear o Improbabilidades.
La edición de Norma es impecable. Estamos ante un tomo en cartoné, con un diseño muy elegante -tratando el tema que trata no podía ser de otra forma-, papel estucado y sin defectos de impresión, traducción o rotulación.
Desde luego, el público objetivo de esta obra será principalmente la gente que sienta atracción por el tema que trata. Pero todos aquellos que sientan interés por el cómic como medio de divulgación, tienen aquí una obra muy representativa del uso de la narrativa gráfica con este fin, y que se sale de lo que solemos ver habitualmente. El resultado final ha sido una lectura agradable que nos ha dejado varias ideas sobre las que reflexionar.