Digámoslo claro: Darkseid es uno de los mejores villanos de la historia del cómic. Desde su primera aparición hace ya más de 45 años en la colección de Jimmy Olsen de la mano de Jack Kirby, su creador, cada aparición del tirano de Apokolips ha sido un tebeo digno de recordar. Toda la saga del Cuarto Mundo, Odisea Cósmica, una de mis obras preferidas de Mike Mignola, la Saga de la Gran Oscuridad de la Legión de Superhéroes, los Siete Soldados de Grant Morrison y la Crisis Final del mismo autor, así como JLA: Rock of Ages (parece que el escocés le tiene cariño a Darkseid)… no consigo recordar ninguna aparición de Darkseid que no me haya gustado. Al Nuevo Dios siempre le ha acompañado una sensación de épica y fascinación que no es lo habitual en el cómic superheroico.
De hecho, en la nueva continuidad surgida en el Universo DC tras los eventos de Flashpoint (los convulsos Nuevos 52, vaya) a Darkseid se le ha dado un papel bastante más presente que los que ha tenido en etapas previas. Así, el antagonista al que se enfrenta la Liga de la Justicia en su primera aparición es precisamente él, en lugar de la poquísimo digna pero muy sesentera estrella de mar alienígena que era Starro el Conquistador en la primera aparición del grupo allá por 1960. Y en los Nuevos 52, Darkseid y los Nuevos Dioses tienen una característica recién adquirida: son únicos en todo el multiverso. Así, el Darkseid que ataca Tierra Prima en los primeros Liga de la Justicia es el mismo que destruye, tras un pacto con Highfather, Tierra 2.
Y ahora estamos inmersos en La Guerra de Darkseid, un arco de la Liga de la Justicia en la que, de nuevo, gira en torno a este personaje.
Y en el último medio año…
La historia empieza con poderosos ecos de Terminator. Dos enviados de Apokolips, Kanto y Lashina, van aniquilando a todas las mujeres que encuentran que han tenido la desgracia de llamarse Myrina Black. La Sarah Connor de esta historia, la Myrina que están buscando, es una asesina amazona que, previendo el peligro de la llegada de un Dios Oscuro, engendró su hija, a la que pensaba utilizar para acabar con él. La chiquilla, Grial, nacida a la vez que Diana, busca por todo el multiverso a alguien capaz de plantarle cara a su padre, y encuentra a la persona indicada en un científico llamado Mobius. Sí, el creador de la silla de Metron. Pero ahora Mobius es conocido por otro nombre.
El Antimonitor. Y aquí vemos que el origen de su poder está íntimamente relacionado con el Cuarto Mundo.
A lo largo de esta historia, varios miembros de la Liga serán afectados por lo que está ocurriendo. Y aunque tiene suficiente épica e importancia como para haber sido el nuevo evento de la temporada, se limita a las páginas de la colección Justice League, con la única adición de seis especiales que profundizan en la nueva situación de los personajes afectados. Seis especiales que han sido recopilados por ECC en un tomo único llamado La Guerra de Darkseid: Nuevos Dioses. Porque a fin de cuentas, es en lo que los héroes se están convirtiendo.
La guerra entre Darkseid y el Anti-Monitor ha provocado una transformación en varios miembros de la Liga de la Justicia, que ahora son auténticos dioses. Pero ¿cómo reaccionan personas como Batman al obtener un poder casi absoluto con que erradicar la delincuencia? ¿Y qué sucede cuando Superman se cree superior al resto de habitantes de Metropolis?
Después de que Metrón fuera arrancado de la Silla Mobius, Batman se ha sentado en ella. El nuevo Dios del Conocimiento utiliza la omnisciencia para detener a los criminales antes de que cometan los delitos… lo cual hace que queden inmediatamente liberados al no poder ser acusados de nada. Y antes de que alguien diga que éste es exactamente el argumento de Civil War II de la competencia, dejemos claro que este tebeo fue publicado el 28 de octubre de 2015 y Civil War II no fue anunciada hasta diciembre. Por otro lado, la enorme fuerza de voluntad de Bruce Wayne le permite utilizar el poder de la silla para sus obsesiones personales. Espectacular la colección de portadas clásicas de la última página de este número. Y se pregunta uno cómo se compatibiliza la presencia de Bruce Wayne aquí con lo que está ocurriendo en la colección mensual del personaje, pero bueno…
Superman, el Dios de Acero. En Apokolips no hay sol. Y descargadas las baterías solares que son las células kriptonianas, Luthor tiene la idea (ni una buena tiene el hombre) de que Superman se recargue en un Pozo de Fuego. Y el espíritu de la ecumenópolis ardiente entra dentro del kriptoniano, con todo lo que ello implica, recordando a la versión cinematográfica de Zack Snyder del Hombre de Acero. Al igual que ocurre con Batman, esta serie va por libre respecto a los sucesos actuales en la serie del personaje.
Flash, el Dios de la Muerte. El Antimonitor ha unido al Corredor Negro con Barry Allen, y en este especial se nos cuentan las dudas morales que asaltan a Barry Allen para llegar a ser la nueva encarnación de la Muerte.
Green Lantern, el Dios de la Luz. Aquí nos encontramos con una historia circular sobre la tentación y el poder que no está mal, pero no ha terminado de engancharme. El poder de las cajas madre unido al de los anillos de poder puede ser algo inigualable en el universo, pero todo tiene un precio. ¿Está Hal Jordan dispuesto a pagarlo?
Shazam, el Dios de Dioses, ha sido desconectado de las seis entidades que le daban su poder por los eventos ocurridos en la serie principal, y el Mago le conecta a seis dioses nuevos. Scott Kolins gace un gran trabajo, como es habitual en él, y nos recuerda de nuevo que Shazam es un personaje con mucho potencial que está siendo totalmente desaprovechado por la editorial.
Lex Luthor, el Dios de Apokolips. Un profeta ciego dijo que un héroe humano que conduciría al pueblo de Apokolips a la libertad. ¿Puede ser Luthor ese héroe, o acaso viene a empeorarlo todo? Y entre medias, varios flashbacks del pasado de los personajes. Uno de ellos nos hace ver que Lex Luthor no es el hombre hecho a sí mismo del Universo pre-Flashpoint, y que el visto en BvS se basa en el Luthor de los Nuevos 52.
¿Es necesaria la lectura de este tomo para seguir la historia? A ver, a priori diriía que no. La historia de Flash, por ejemplo, sucede entre viñetas del número 48 de Liga de la Justicia. Eso sí, todas las historias acaban con un «continuará en Liga de la Justicia num. 49″, así que aún está por ver la trascendencia de los tebeos aquí presentados. ¿Aporta algo a la historia este tomo? No parece ser, de momento, imprescindible para los acontecimientos principales, pero da más color a la nueva situación de los personajes implicados. Si estás siguiendo la colección, es una lectura complementaria francamente agradable. Y si no lo estás haciendo, ya sea porque te has bajado previamente o porque nunca te ha interesado la Liga de los Nuevos 52, esta saga es un fantástico momento para subirse al carro.