Con apenas unos meses de diferencia, nos dejaban el pasado año los dos creadores de la Cosa del Pantano. Primero su dibujante, Bernie Wrightson, y después su guionista Len Wein, dejarían huérfano al monstruo de los pantanos de Louisiana que resultaría ser el avatar del verde. Desde DC se decidieron a homenajear a ambos con un one shot compuesto de dos historias, a las que ECC ha añadido una tercera procedente de Young Monsters in Love. Las tres conforman este especial La Cosa del Pantano: Santos con pies de barro.
Santos con pies de barro es precisamente la historia principal de este tomo y viene firmada por dos estrellas como son Tom King y Jason Fabok. Encontramos a La Cosa del Pantano caminando en medio de la ventisca luchando por sacar de la nieve al niño que lleva entre sus nudosos brazos. Como de costumbre, King nos cuenta más de una historia a la vez. No hay un espacio ni un tiempo concreto donde suceda e incluso el enemigo es invisible y es que esta historia sucede por completo en el terreno de la metáfora.
Tendremos una pequeña odisea de terror psicológico con giro final incluido, que puede recordar a las viejas historias cortas de los cómics de terror clásicos. Pero más allá de eso nos hablará de superación, de aceptación, de lo que significa ser un monstruo o un héroe.
Es posible que si nos ponemos a examinar la historia con lupa, algunas cosas puedan no encajar del todo, pero qué nos importa que el giro final tenga algún agujero o de dónde sale la radio donde el quarterback de los Gotham Knights deja esas declaraciones que se funden con la Cosa del Pantano avanzando yarda a yarda en el páramo helado. La misión de la metáfora no es una equivalencia significativa perfecta sino una idea o una serie de ellas, que permean en un escalofrío en la espalda al leer Santos con pies de barro.
Tal vez en una historia de corte alegórico como ésta buscaríamos a un artista de corte más expresionista, pero Jason Fabok vuelve a estar espectacular y es muy consciente de que esto no es uno de esos blockbusters en los que acostumbramos a verlo. Observamos un Fabok más contenido y narrativamente más comedido, que hace justicia a la historia y le da una pequeña capa de maquillaje para hacerla atractiva al público más generalista.
Santos con pies de barro, sin embargo, es solo una de las dos historias contenidas en el especial Swamp Thing Winter Special americano. La segunda historia completa el homenaje a los creadores de Swampy con una historia escrita por uno de ellos. Resulta amargamente irónico que lo que pretendía ser el arranque de una nueva serie a cargo de su creador literario, Len Wein, sea su última historia del personaje. Solomon Grundy ha secuestrado un niño y La Cosa del Pantano deberá unirse a Batman para encontrarlo.
Kelley Jones dibuja sobre un guión inacabado (en algo similar al llamado estilo Marvel) que Wein habría dialogado más adelante. En respeto al guionista, deciden dejar el cómic mudo, pero lamentablemente la capacidad narrativa de Jones no le saca partido. Más allá de las conocidas deformaciones de los personajes de este dibujante californiano, nos encontramos ante una narrativa caótica y de acting profundamente exagerado que más allá de intensificar la acción para cubrir la ausencia de diálogos, confunde aún más llegando a puntos bastante incomprensibles. Afortunadamente, el tomo cuenta con el guión original, con lo que la comparación resulta sencilla.
Cerramos el tomo con un añadido por parte de ECC, que extrae una historia de Mark Russell y Frazer Irving del especial Young Monsters in Love, que nos cuenta una cita de Swampy que tenderá a torcerse. Russell es uno de esos nombres que en España no suenan demasiado, pero con voces francamente favorables desde los USA y ha conseguido hacer sobresalir su versión Picapiedra como uno de los comics top del pasado año (de próxima publicación por ECC). Observamos aquí a un guionista de diálogos frescos e ingeniosos, que no termina de encajar con el estilo de un Frazer Irving que resulta cada vez más depurado y espectacular visualmente, pero narrativamente más difuso y acartonado. El resultado final termina siendo agua y aceite en detrimento de la historia.
ECC por su parte vuelve a aprovecharse del tirón comercial de Tom King para repetir la operación que ya llevó a cabo con Batman /Elmer Fudd con un cartoné totalmente fuera de lugar para un contenido de estas características, artificialmente aumentado y de calidad desigual.
En cualquier caso, La Cosa del Pantano: Santos con pies de barro contiene una de las historias del año y un merecido homenaje a Len Wein y Bernie Wrightson, creadores de esa criatura que salió de los pantanos para incrustarse de modo imborrable en nuestras memorias.