Muchos lectores veteranos llevamos media vida diciendo que ya no compramos por personajes o editoriales, que compramos por autores. Pero también la mayoría de estos lectores tenemos nuestras debilidades, y de vez en cuando se cuela en la lista del mes algún tebeo que por autores, ya sea por desconocidos o por no ser garantía de nada, no compraríamos en condiciones normales. Yo tengo varias, no demasiadas. Una de ellas es el Darkhold. Las historias centradas en el Necronomicón de Marvel me gustan más de lo que debería reconocer. Y también tengo todo lo que se ha publicado hasta el momento de Spider-Gwen. En este tomo, La Contienda del Caos, aparecen ambas. Era evidente que era una lectura a la que me iba a lanzar, aunque de los casi treinta autores implicados solo conocía a siete, y además ninguno es precisamente de primera fila.
La Contienda del Caos es, en parte, un remake de historias clásicas de tantos que está haciendo Marvel en los últimos años. Si Actos de Venganza inspiró Actos de Maldad, La Contienda del Caos viene de Contienda de Campeones. Esta historia se cuenta como un crossover de anuales de colecciones variadas, un formato que fue muy popular a finales de los 80 y principios de los 90 (en sagas como Atlantis ataca o La guerra de la evolución y degradándose hasta Los bits del sistema o Los reyes del dolor), fue abandonado durante una buena cantidad de años y recuperado en 2019 con la mencionada Actos de Maldad. No dio unos grandes resultados en el plano artístico en su día y sigue sin darlos a día de hoy. Y lo que tenemos es una historia que no parece que vaya a tener demasiada importancia posterior más allá de la presentación de un personaje nuevo que sólo ha salido una vez en los nueve meses que han pasado desde que acabó esta historia.
Para encontrar el punto de partida argumental de La Contienda del Caos, hay que retroceder un par de años, a un evento publicado a finales de 2021: Darkhold, el libro de los condenados. En él, la Bruja Escarlata se fusionó con el libro en cuestión para poder contener en su interior al demonio Chthon. Ahora, Agatha Harkness, rejuvenecida para parecerse a la versión del personaje aparecida en Wandavision, pretende crear una nueva versión del libro para restaurar el equilibrio en la Magia del Caos. Y para ello, porque patatas, organiza combates entre parejas de héroes del Universo Marvel, la esencia de la Contienda de Campeones de donde viene el título. Así, veremos zurrarse a Spiderman y Lobezno, a Iron Man y Tormenta, a la Antorcha Humana y el Motorista Fantasma, al Caballero Luna y Taeguki (¿quién?), a Spider-Gwen y White Fox, a Veneno y Masacre (¡que vivan los poochies!), a Cíclope y la Capitana Marvel, y un gran final en el que los Vengadores se zurran con los personajes temporalmente controlados por Agatha en el Triángulo de las Bermudas.
La estructura final que tenemos en La contienda del caos es la misma que la de Darkhold: El libro de los condenados. Tenemos un prólogo y un epílogo (los especiales Alfa y Omega en el anterior evento, los anuales de Bruja Escarlata y Vengadores en éste) en los que se desarrolla la práctica totalidad de la historia, y entre medias unos tebeos bastante intrascendentes en los que se da al lector lo que promete el evento en cuestión. En este caso, las peleas de los personajes protagonistas. Así, tenemos que esta historia se podría haber contado en la mitad de páginas sin absolutamente ningún problema, incluso mejorando la sensación de que muchas de las escenas intermedias son de auténtico relleno.
Uno de los propósitos que tienen los anuales desde hace mucho tiempo es presentar y probar autores nuevos. Y mientras que del trabajo de los guionistas no podemos decir gran cosa, teniendo en cuenta que la historia se cuenta principalmente en los números de Bruja Escarlata (a cargo de Steve Orlando) y Vengadores (por Stephanie Phillips), sí que podemos apreciar lo que hacen los dibujantes. Ya conocíamos a Álvaro López (Capitana Marvel), Sergio Dávila (también Capitana Marvel), y a Rosi Kämpe (Ghost Spider), y los tres cumplen sobradamente, pero también nos ha servido para poner un ojo en Carlos Nieto (en el anual de Bruja Escarlata), Alberto Foche (Spiderman) o Alan Robinson (Los Cuatro Fantásticos). Todos ellos tenían ya algún trabajo previo publicado, pero no descartemos que en un futuro se conviertan en nombres que oigamos con más frecuencia.
La contienda del caos no es una historia épica que vaya a cambiar el rincón mágico del Universo Marvel como lo conocemos. Es una historia palomitera y entretenida, tan fácil de leer como de olvidar. Recomendable para los que leyeron en su día Darkhold: El libro de los condenados, por retomar tramas de aquella historia y seguir adelante con ellas.
