Tras uno de los capítulos de Sangre en el suelo, Fernando Llor y Román López-Cabrera vuelven a colaborar, y vuelven a hacerlo en un título publicado por The Rocketman Project. En esta ocasión se trata de La confesión, una historia cargada de intriga, secretos y sexo a partes iguales. Una historia con identidad propia, pero con cierto aroma a productos tan variados como Rumores y mentiras o Pequeñas mentirosas. La historia va girando en torno a un misterio que irá complicándose cada vez más.
Bar es una chica que aún va al colegio, pero en sus ratos libres se dedica a hacer webcams eróticas de manera compulsiva. Como necesita contarlo, pero se muere de vergüenza, crea una libreta de los secretos, anónima, que circula por el colegio para que los alumnos puedan escribir sus secretos más inconfesables de una manera que salvaguarde su intimidad. El problema vendrá cuando en la libreta alguien confiese haber asesinado a una profesora, y Bárbara y sus amigas no sepan si se trata de una broma macabra o realmente haya sucedido…
Llor sorprende una vez más con otro cambio de registro. Con una temática tan original como el de las intrigas de instituto, aderezada con una buena carga de erotismo, plantea una historia que no dejará indiferente a nadie. Sus continuos giros de guión y las continuas sorpresas hacen de la obra un título francamente disfrutable y cuando menos entretenido de leer. El guionista utiliza con inteligencia la trama erótica para irnos introduciendo en la historia, y poder hacer llegar la duda de si el asesinato es real o no al grupo de chicas. Pero a su vez, sirve para dar volumen al personaje protagonista, y exponer la debilidad de su secreto y de cómo peligra por verse expuesta si llega a revelarse.
El giro de guión más potente puede sorprender a muchos. Es bastante inesperado y puede llegar incluso a decepcionar a algunos lectores que estuvieran disfrutando de la trama de intriga de instituto sin más. Por otro lado, puede tener un efecto opuesto en los que se sientan menos atraídos por dicho género y pase a ese otro, que omito intencionadamente porque creo que el mero hecho de catalogarlo ya restaría sorpresa a la lectura y flaco favor le estaría haciendo al lector.
Román López-Cabrera sigue evolucionando en su dibujo. A pesar de mostrar algunos aspectos mejorables en cuanto al acabado, he seguido su obra desde el principio y creo que su recorrido está siendo digno de no perderle de vista. Narrativamente se nota mucho esa evolución, con elecciones de plano muy interesantes y una combinación de viñetas muy bien elegidas. Son muchas las páginas en las que utiliza un aumento de número de viñetas detalle pequeñas para proporcionar tensión al momento y lo consigue con bastante acierto. Igualmente creo que el lenguaje corporal que muestra está bastante conseguido. Tan solo me falla en algunas expresiones faciales y el acabado de alguna viñeta, pero sin duda me parece el mejor trabajo hasta el momento del dibujante de obras como la citada Sangre en el suelo o 1937: La toma de Málaga. Además, es de los que gusta de incluir pequeños huevos de pascua como portadas de obras anteriores o incluso uno que particularmente me ha llegado más: un muñeco de Curro, la mascota de Expo 92. XD
Tan solo le veo una pega a la obra, y es que el tema de «la piedra» creo que queda demasiado poco explicado. Imagino que se trata de algo deliberado para dejar el trabajo a la mente del lector, pero reconozco que tuve que volver en un par de ocasiones hacia atrás para intentar ver lo que me estaban contando. Realmente es un detalle menor, pero personalmente creo que es un elemento con suficiente importancia en la trama como para haberlo recalcado más y haber mostrado el peso que tiene sobre la actitud de algunos de sus personajes.
La confesión es un cómic original, con una trama fresca pese a sus evidentes influencias. Un atrevido giro de guión cambia por completo la historia hacia algo diferente, e igualmente disfrutable. Destaca un buen desarrollo del personaje protagonista y un uso inteligente de las tramas secundarias para desarrollar la trama principal. El dibujo tiene aspectos narrativos muy destacables y combina muy bien con el tipo de historia que nos cuenta. Si te gustan las intrigas de instituto, no debes dejarlo pasar.
Lo mejor: El desarrollo de la intriga. Algunos recursos narrativos del dibujo. El soplo de aire fresco sobre las publicaciones habituales actuales.
Lo peor: Algún punto de la historia que queda algo confuso. Si no entras en el giro de guión principal.