Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

La casa de Té de Lamastelle-san: Maison Ikkoku. Mes de Rumiko Takahashi 3. Y algunas cosillas sobre ediciones de lujo.

Atención, la reseña de hoy está llena de spoilers. Quedáis avisados, lectores mios.

 

Querido Yusaku:

Hace mucho que quería escribirte esta carta. En ella quiero hablarte de ese periodo de tu vida en el que aún estudiabas y conociste a Kyoko. ¿Cómo le va, por cierto? Dale saludos mios. Y una patadita con cariño a Mister Soichiro. Hablo de la época en la que vivías en Maison Ikkoku.

DSC_0104Quizás lo ignores pero, debido a una serie de indiscreciones de Rumiko Takahashi, todo el mundo conoce la historia de tus estudios y de tus amores-desamores. Así es la vida, Yusaku, no te pueres fiar de nadie. Tú le cuentas tus cosas a una amiga mangaka y va ella y se lo dibuja a todo el mundo…

Personalmente supe de tu existencia una tarde de sábado. Revisaba las existencias de una tienda de segunda mano cuando encontré siete tomitos que parecían formar una historia completa. Han pasado muchos años y ya no lo recuerdo, pero no debieron ser más caros de cien pesetas. Me llevé los tres primeros, pensando que si no valían de mucho, no perdía demasiado dinero.

Los leí aquella noche.DSC_0106

El lunes siguiente estaba en la tienda para comprar los otros cuatro.

Debo confesarte, Yusaku, que en aquella época yo no daba un duro por el manga. Las ediciones eran caras, confusa, las historias un sinsentido surrealista de peleas…

Tú lo cambiaste todo y le dí otra oportunidad a ese género.

Y mírame ahora, reseñando mangas en internet semana tras semana ( y a veces, hasta puntualmente 🙂 ).

Debo confesar que me pasé la lectura de los siete tomitos esperando la aparición de la Juliette del título. Ah, aquellas traducciones de los primeros años de la invasión manga.

DSC_0107Y luego nada.

No apareció nada más de vosotros. Y yo, romántico empedernido, tenía que saber qué pasaba contigo y con ella. ¿Me entiendes, verdad? Eran los oscuros tiempos pre-internet, donde dependíamos de las caprichosas y aleatorias entregas de distribuidores a las librerías.

Y por esas cosas de la vida, me fui a pasar un año a Londres.

Donde os busqué casi nada más llegar.

En inglés continué vuestra historia. La vuestra y la de todos los locos con los que compartías alojamiento. En los márgenes de esos tomos están, todavía, las traducciones de palabras desconocidas que allí apunté.

DSC_0108De vuelta a España, se me cortó el suministro de material y volví a quedarme con la duda de vuestro destino.

Si, por supuesto que sabía que los aficionados habían empezado a tomar el relevo de las editoriales. Piratas, se nos-se les llamaba. :-). Pero la distribución seguía siendo analógica y mala.

Finalmente Glenat se echo al monte y publicó vuestras andanzas en diez tomos de una edición de lujo.

Hombre, comparándola con las anteriores era de superlujo, pero aun así…

Por alguna razón que desconozco, las cubiertas, preciosas cubiertas, de los tomos ocultan unas portadas feas. Ese color amarillo no pega ni con cola con el b/n de la historia ni con el precioso crema de las cubiertas.

DSC_0109Supongo que es mucho más barato publicar todas las portadas con el mismo dibujito idéntico en los diez tomos. Pero yo hubiera preferido que la falsa portada fuera la auténtica, aunque el tomo me hubiera salido más caro.

Y las contraportadas con Mister Soichiro en diferentes posiciones desaparecen en los tomos propiamente dichos.

Pero yo no soy editor, por supuesto :-). Solamente un lector cautivado por la prosa de la autora.

Yusaku, no es que el dibujo sea malo, aunque si es sencillo. Sobre todo al principio. Pero aun así esos paisajes, esas escenas de un Japón donde pasear entre árboles en plena ciudad. Quizás es queme recordaba a mi propia ciudad, donde aún a día de hoy tenemos esos rincones; verdes, silvestres, como de campo; entre dos avenidas.

DSC_0112Y por supuesto, la ternura y dulzura de la cara de Kyoko.Y ese contraste con Akemi y con la Señora Ichinose. Y hablo a nivel visual, no solamente a nivel de temperamentos.

En todas las ediciones que tengo, el dibujo es casi el mismo, sin diferencias, excepto por el tamaño de las páginas.

Y luego esta la historia, claro. El guión.

Y aunque se termina haciendo algo larga, es una historia preciosa, llena de escenas cautivadoras.

Y ese contraste tan japonés, que no sabes si estás leyendo una comedia o un drama. ¿Cómo comparar la visita de tu abuela con tus esfuerzos para conseguirle el regalo de Navidad perfecto?

Por cierto, cada vez que releo la historia de cómo le regalaste una estrella, debo reprimir una lagrimita.

DSC_0114Esta mezcla de estilos, de géneros, es algo muy japonés, Yusaku, pero que no termina de convencer fuera. Estoy convencido de que la ausencia de esos toques realistas en la siguiente obra de Rumiko fué lo que permitió que las aventuras del novio de Akane Tendo fueran el éxito brutal que fueron en todas partes, sobre todo en España.

Ya en esta obra se aprecia una cierta tendencia de Rumiko a terminar sus obras largas, ¿cómo lo diría? Usando personajes nuevos de última hora a lo deus ex machina.

DSC_0115Por cierto, ¿Kentaro e Ikuko siguen siendo novios? Me alegro :-). Ya deben de estar terminando la Universidad, ¿no? Espero que su futura suegra no vuelva demasiado loca a Ikuko.

Me preguntan que por qué leer vuestras historias viviendo en Maison Ikkoku.

Si a un lector le gustó Ranma, si se pregunto si Akane se quedaría con él,si se rieron con las tonterías del Director del Furinkan…esta obra, aunque más lenta y relajada, le gustará.

Pero también me piden razones por las que no leer vuestras andanzas en Maison Ikkoku.

DSC_0117Pues debo contestar que si a un lector le disgusta el costumbrismo, el romanticismo, las dudas y triángulos del amor…Entonces esta obra quizás no sea para él.

DDSC_0118ebo dejarte, Yusaku, que si no los lectores se me aburren. Nos veremos pronto, te lo prometo. En mis vacaciones de Navidad seguramente os volveré a leer. Hasta entonces, cuida de la casera.

Siempre vuestro, Lamastelle-san