Buenos días, queridos lectores. Llenos de energía empezamos con un enlace esta reseña. Hoy nos toca un tomo suelto de los sensei Koike y Kojima.
Hoy reseñamos: Kei, crónica de una juventud, volumen 3.
Cuando empecé a leerla, creía que me saldría una reseñita corta. Después de todo, hace poco más de un mes que me leí del tirón los dos primeros tomos. ¿Cuánto puede haber cambiado el estilo de los autores? Pongo unas fotos, enlazo a la reseña anterior y listo. Dinero facil :-).
Peeeeroooo:
A nivel de historia este tomo es pura poesía. Triste, pero poesia.
Atención, aviso de espóileres, aviso de espóileres.
Esta obra es de 1984, así que puedo comentaros algo sin destripárosla del todo. En este tomo Keiichiro Akashi ( Kei para los lectores ) continua buscando a su amada perdida. Pero cuando piensas que todo el tomo se centrará en una sucesión de visitas ( decentes ) a burdeles, resulta que no.
Tenemos una de esas descomunales peleas a espada donde, a pesar de lo exagerado de las técnicas y situaciones, nos creemos lo que estamos viendo. Y ni siquiera tenemos que darle al botón de “suspensión de la incredulidad”. La historia fluye y sin que nos demos cuenta, la acción llega.
Y la muerte.
Hay muerte. Y una pérdida más para Kei. Y aquí es cuando el guionista, ayudado por precioso dibujo, nos cuenta dos historias que; por sí solas, justifican la compra de este tomo.
Primero vemos la historia de Makabe y Yokutaro ( el cuervo ). Un cuervo. el autor consigue que empaticemos con un cuervo, casi sin palabras, con algo de monólogo y simplemente el dibujo.
Pero fijémonos en ese dibujo. Lo que podría ser un simple boceto es el dibujo final.
Y tras la muerte, el duelo. Tenemos 22 páginas sin ningún texto donde pasamos del presente al pasado y volvemos para continuar la historia. 22 historias donde se llora a un amigo, se recuerda a un amor, se crea una nueva relación…
El tomo sigue contándonos las desventuras de Kei ( el chaval algo gafe si es ). Y termina con una historia de su pasado. Conocemos su infancia, su educación su aprendizaje, a su padre. Una historia que no desmerecería como historia suelta, sin ser de ninguna serie. Y que nos hablaría del bushido, del honor, del sacrificio, del amor al padre y a la amada…
Pisando el agua de las lágrimas, es su título. Poesía en papel y tinta.
Recapitulemos.
El dibujo de este tomo sigue siendo una gozada. Sobre todo si te olvidas de que estas leyendo un manga y te quedas con escenas ( viñetas ) sueltas. El comisario recogiendo un caqui, el cuervo aprendiendo a comer, el niño nadando…
El guión destaca en esas tres preciosas y melancólicas historias. son de esas que, cuando tienes la serie completa de diez tomos en tu biblioteca, son las que recuerdas y relees ignorando el resto…
¿Por que leer Kei 3?
Preciosas historias, buen dibujo. Hasta ahora, el mejor tomo de la colección.
¿Por qué no leer Kei 3?
La historia sigue siendo triste y llena de melancolía.
