Saludos, mis queridos lectores. Hoy toca una breve reseña. Y es breve por dos cosas.
* Los AMOS me han dado vacaciones. Bien, yupi, bravo …
* La obra de hoy no tiene mucha historia…
Y sí, reseño en vacaciones. Ya decían mis maestras de E.G.B. que lo mio era llevar la contraria :-).
Hoy toca El gourmet solitario, de Jiro Taniguchi y Masayuki Kusumi.
Este tomo de Astiberri nos cuenta como un empresario japonés tiene hambre, se va a un restaurante y come. Listo. Punto. Poco más hay.
El guión es sencillo y repetitivo. Siguiendo a nuestro guía recorremos la gastronomía japonesa dentro de un ambiente costumbrista y tranquilo donde, realmente, no pasa absolutamente nada. Publicado por entregas, el libro no es realmente una historia, aunque veamos retazos del dia a dia y del pasado del protagonista. Echo de menos algún hilo conductor, algún personaje recurrente, algo…
El dibujo es limpio, detallista y a veces casi fotográfico. Estamos hablando de Taniguchi, recordémoslo :-). El manga es en blanco y negro, echándose de menos el color, sobre todo para mejor identificar y disfrutar de los diferentes platos que se nos van mostrando.
La edición es bastante correcta, con una breve introducción sobre cocina japonesa ( demasiado breve, me temo ) y muchas notas a pie de página explicando los platos e ingredientes. Termina con un mapa ( que no encuentro muy útil para el lector no japonés ) y echamos de menos un glosario recopilatorio. Hay alguna página algo mal recortada, lamentablemente.
Y la portada es bastante fea, la verdad.
Aquí en España no creo que se pase del libro, pero por el mundo adelante ha habido hasta serie japonesa de imagen real y versión taiwanesa del asunto.
¿Por qué leer El gourmet solitario?
Te gusta la gastronomía japonesa. Eres completista de Taniguchi. Realmente los cuentecillos no son malos, solamente lentos y costumbristas.
¿Por qué no leer El gourmet solitario?
No te gustan la cocina ni la gastronomía. Buscas acción.
¿Y el chiste, Lamastelle-san?
Ahí lo tenéis. ¿En qué se diferencian Japón de España, en realidad?
Si, lo se, soy un amargado…