Saludos, mis pacientes lectores. Parece que fue ayer cuando apareció en ELHDLT una reseña sobre Usaji Yojimbo. Y aquí estamos, en la reseña número cien. O centésima reseña, si nos ponemos finolis.
Ah, ¡cuántas lecturas, cuántas series, cuántas persecuciones por parte de los yakuza del Editor para entregar a tiempo!
Para celebrarlo escogeremos algo especial. hoy comentaremos Love Hina.
Descubrí esta obra cotilleando por las estanterías de una librería, un sábado por la tarde. La portada me pareció interesante y trás hojear el primer tomo, me llevé los dos primeros, que no eran demasiado caros.
El lunes estaba allí para comprar el resto de la serie ( lo que estaba entonces publicado ).
Me encantó. Love Hina tiene la mezcla exacta de buen dibujo, bonitas y trabajadas plantillas de fondos ( ese diseño de edificio tradicional japonés… ) y tonterías de guión para hacerme reir cada vez que lo releo.
Love Hina ( de Ken Akamatsu, por cierto ) nos engancha con un guión que no es original ni rompedor. Un “pobre desgraciado” que suspende los exámenes de acceso a la Universidad de Tokio y termina viviendo en una casa llena de mujeres hermosas.
Da más pena… :-).
Naturalmente, se enamorará de una de ellas. O de dos.
“Oh, bueno, quizás en mi juventud le prometí a una de ellas que nos casaríamos y…Y esa otra me odia y practica artes marciales y tiene una katana. Y esa otra de ahí es una inventora loca que… Y aquella quiere dejarme sin ahorros y…”
Lo que tú digas, Keitaro :-).
Por supuesto, aquí se ven tet…. senos, perdon; que esta es una Casa de Té formal. No es un hentai, pero si algo ecchi ( que fino ha quedado eso, ¿eh, lectores? ).
Y está Naru Narusegawa. Hermosa, inteligente, violenta y con el pelo haciéndole antenas.
Espera, creo que estoy empezando a saber en quiénes se inspiraron para Nisekoi…:-).
Y habrá peleas, y chicos “pervertidos” volando por los aires. Y todas esas cosas que hemos visto ya una y mil veces.
Y aún así, la mezcla resulta simpática y te engancha sin darte sensación de estar viendo lo de siempre.
Love Hina es una serie larga. Sus personajes ( tú diseña muchos muy difernetes, malo será que a algun lector no le guste alguno y nos compre merchandising. Por ejemplo, esa tortuga voladora de aguas termales tan kawai. ) corren diferentes aventuras, viajan por Japón, van cambiando. Quizás la serie flojea un poco cuando uno de los personajes protagonistas ( sin nombres. No a los espoilerazos ) se marche de viaje y aparezca una parienta suya, pero recobra fuerzas para los últimos tomos.
La serie se cierra con un epílogo que deja abierta la posibilidad de una continuación con otros personajes, algo que creo que no está en los planes del autor.
A nivel de dibujo, varía mucho entre los fondos y los personajes. No es que cambie la calidad, sino su estilo. Los fondos interiores suelen ser de linea clara. Por supuesto, esto se debe al uso de plantillas para las viñetas, pero podrían haberlas escogido en un estilo digamos, más “hecho a mano”. Los exteriores suelen estar más difuminados, centrando la viñeta en los personajes.
Y hablando de viñetas…
La distribución de las páginas es muy irregular. Viñetas de diferentes tamaños ( algunas minúsculas, que a veces si tienen texto cuesta leerlo ) y sin un orden establecido, variando de página a página.
El estilo suele ser “realista”, reservando las caricaturas para viñetas concretas ( ah, esas amenazas de Naru a Keitaro ) o a personajes como Kaolla Su ( y más tarde Sarah ), que son quienes da el tono más cómico e irreal de la serie ( Kaolla y sus Tortugas Mecha, o sus deseos de comerse a Tama… ). La mezcla de escenas de corte costumbrista ( irse a jugar a los bolos, preparar un examen ) con estas más desquiciadas es otro punto a favor de Love hina.
La edición en 14 tomos de Glenat se completa con unas páginas de bocetos y notas de diseño que se leen con interés ( no salen en todos los tomos, una pena ).
¿Por qué leer Love Hina?
Te ríes mucho. Te gustan las historias de amor. Habrá algún personaje con el que te encariñes.
¿Por qué no leer Love Hina?
Se puede hacer repetitiva. Algún arco argumental se hace lento. El texto es muy pequeño y cansa a veces.
Ehhh, Lamastelle-san. ¿Y de la serie de animación no nos cuentas nada?
Eso, mis queridos lectores, queda para otra reseña. ¿Quizás la número 200?
