¡Sangre fresca en lo más profundo de Canadá! Daredevil y su grupo de investigadores han seguido las pistas hasta el país natal de Lobezno, rastreando los avistamientos del mutante… y también el reguero de sangre que han dejado sus garras. El rastro del cuerpo de Lobezno ha conducido a Los Nuevos Vengadores hasta un misterio completamente distinto, capaz de arrojar una larga sombra sobre La Patrulla-X. ¿Acaso ha conseguido Mister Siniestro descifrar el código genético de Logan?
Seguimos tras la pista del mutante con las garras de adamántium (aunque quizá ahora habría que precisar cuál de ellos, habida cuenta de clones, hijos y demás que pululan por ahí). Este mes analizamos las dos últimas entregas de las miniseries Arma Perdida y Proyecto Adamántium.
Acompañamos a Daredevil, Misty Knight, Frank McGee y el mutante Doug Ramsey Cifra, convertido en un yonqui de la información online, a los bosques canadienses tras una pista que, sin dejar de ser correcta, no lo es del todo. Sí, es cierto que en portada se ve a nuestros héroes luchando contra un retaco peludo y con garras pero, ¿es quien creemos que es? Sin querer destripar a nadie el tebeo (je je, destripar), los lectores más veteranos de los cómics noventeros de Lobezno derramarán una lagrimita al descubrir de quién se trata, y echarán en falta a su acompañante. Al regresar a la civilización tratando de encontrar al hombre que les filtró el avistamiento del canadiense en las montañas, descubren que hay una corporación fantasma detrás de todo esto; una corporación que no dudará en quitar de enmedio a quien haga falta para mantener su secreto.
El guionista Charles Soule (Daredevil, La carta 44) nos trae un número lleno de revelaciones, reencuentros y con algo de feeling entre dos de los protagonistas, para quienes no acaba aquí la cosa, pese a ser el último número de esta miniserie. Recordemos que los caminos de todos estos personajes volverán a cruzarse en el cierre de esta saga, muy apropiadamente titulado Omega. Por su parte, el dibujo de Matteo Buffagni, oscuro y de trazo roto, sigue encajando a las mil maravillas con la ambientación nocturna que Soule da a estas páginas.
Las cosas no se ponen precisamente más fáciles para Spiderman, Luke Cage, Jessica Jomes e Iron Man a bordo del submarino donde les dejamos en el número anterior. Una serie de flashbacks al momento donde empezó todo (la explosión radioactiva a la que Lobezno se encaró para salvar a todos los demás) nos ponen en situación y nos recuerdan por qué están haciendo esto nuestros protagonistas: para evitar que el cuerpo de Logan caiga en malas manos. Y eso incluye las de Tony Stark. Tras escapar del submarino y de Mister Siniestro gracias a la ayuda de Laura Kinney, Lobezna, nuestros héroes hacen un importante descubrimiento en la fortaleza del primero en las remotas Islas Kerguelen (o Islas de la Desolación), pertenecientes a los Tierras Australes y Antárticas Francesas. ¿Quién dijo que no se aprendían cosas leyendo tebeos?
Aquí el guionista Tom Taylor (Marvel: Generaciones) echa el resto con códigos genéticos robados y agentes durmientes en la Patrulla-X, aprovechando de paso la jugada para darle un caramelito a su dibujante R.B. Silva en forma de las armaduras que usan los protagonistas, customizadas para cada portador. Silva se da el gustazo de dibujar a Spiderman, Luke Cage, Jessica Jones y Lobezna ataviados con armaduras Iron Man, entre las que podemos identificar la Modelo 7 de camuflaje, o la de rescate usada por Pepper Potts en Iron Man Superior. Este Proyecto Adamántium 2 combina la acción con las aventuras de espionaje, y nos trae sorprendentes revelaciones que sin duda darán mucho que hablar en los próximos números de esta saga.
El mes que viene daremos cuenta de los dos últimos números de esta Búsqueda de Lobezno, en las miniseries Las Garras del Asesino y Misterio en Madripur, y posteriormente en el numero Omega que cierra la saga.
