Benditos y gloriosos sean los pasados años 80. Una década que en España estuvo marcada por la salida de la dictadura y el emerger de una nueva pléyade de autores de cómics con ganas de transgredir, cabrear y, sobre todo, contar las historias que siempre habían querido. De esta generación podemos destacar al guionista Antonio Segura (tristemente fallecido en 2012) y especialmente al dibujante Jordi Bernet. Juntos crearon Kraken, la obra que hoy nos ocupa.
Kraken, todo monstruo tiene un origen
A principios de los ochenta el talento unido de Manfred Sommer, Mariano Hispano, José Ortiz, Jordi Bernet y Antonio Segura entre otros dio salida a la revista Metropol. Un caldo de cultivo para contar sus propias historias en forma de seriales breves en blanco y negro. Todas contarían las peripecias de los protagonistas de la ciudad homónima que da título a la revista, pero cada una iría por su lado, más allá de cameos y referencias veladas. La idea era crear un microcosmos, pero con cada criatura a su feria. Además de Kraken, vieron la luz otras obras como Vito o Pollux, pero sin duda la más mítica sería la que da nombre al mítico monstruo mitológico.
Lamentablemente, pese a sus buenas intenciones, la revista Metropol apenas alcanzó una docena de entregas y sus series siguieron como pudieron en las páginas de otras publicaciones emergentes. De hecho, Kraken fue publicada más tarde en la revista Zona 84, en tres álbumes por Toutain y en formato grapa por la extinta Glénat, que también se encargó de recopilar toda la obra en un volumen en el año 2003, siendo esa la última edición hasta la que hoy nos han ofrecido la gente de DQ Cómics.
¿De qué va la obra de Jordi Bernet y Antonio Segura?
Kraken es una historia que bebe de múltiples fuentes. Es un relato con una esencia pulp que tira de espaldas, es ciencia ficción de serie B, es terror y también es crítica social. La acción se sitúa en las alcantarillas de Metropol (como si fuera Sin City bajo tierra). Las entrañas de la ciudad están llenas de canales, mendigos, prostitutas, ratas y supuestamente un Kraken que es parte leyenda urbana y parte realidad. Para mantener a salvo a la superficie contamos con la ayuda del prota de la historia: Dante, que dirige una patrullera (como la de Apocalipsis Now) y tiene que lidiar con toda clase de problemas más allá del monstruo. Tanto es así que el final sirve más como excusa para despotricar contra el sistema que otra cosa.
Porque más allá de la colección de relatos que nos ofrecen Segura y Bernet, Kraken es un grito de furia contra el sistema y todo lo que no funciona: problemas de trata de mujeres, drogas y su abuso, corrupción política y abusos de poder. A menudo las historias acaban de manera dura, amarga y con un poso de decepción con respecto a la raza humana.
Los guiones de Antonio Segura funcionan como un tiro, absorbiendo al lector de tal manera que harán que te ventiles las ciento setenta páginas de Kraken de una tacada. El protagonista es carismático, todo un antihéroe folletinesco y tipo duro de la vieja escuela a lo Bogart, que seguro que escupe en un cubo de madera vacío y consigue que suene a metálico. Además, cuenta con diálogos mordaces llenos de humor negro y cinismo.
Una lástima que nunca se hayan planteado hacer una película sobre Kraken, porque lo tendría todo para triunfar con su ambientación de Alien el octavo pasajero, la suciedad propia del cine de acción de Walter Hill o las tramas sobre corrupción propias de Coppola.
De todas formas, lo que acabará por dejaros prendados en Kraken es el apabullante arte de un Jordi Bernet (que había estrenado Torpedo un año antes) en plena efervescencia creativa. Toda una máquina de dibujar, que con una disposición de viñetas clásicas logra recrear este mundo recargado y asfixiante. Su dominio de la anatomía y la narrativa es impresionante, recreándose en cada detalle.
La edición que DQ Cómics ha hecho de Kraken es excelente con papel de calidad, cartoné y un buen número de extras como bocetos, textos, fotografías y artículos que contextualizan y aclaran la concepción de Metropol. Una gozada que además está muy bien de precio.
En definitiva, Kraken de Antonio Segura y Jordi Bernet es un tebeo más que recomendable para saber cómo funcionaba la industria patria en los años 80 y que, pese a estar repleto de los tropos de la época (ciertos chistes que harán torcer la boca a más de uno y tetas gratuitas), se disfruta enormemente.