Saludos, queridos amigos de la noche, chupasangres y demás criaturas de mal vivir. Sean hoy bienvenidos a la reseña de Killadelphia, el último cómic de vampiros que he tenido el placer de leer y que Norma Editorial ha comenzado a publicar el pasado mes de diciembre.
No estamos ante un cómic más, protagonizado por los populares bebedores de sangre. No se basa en ninguna película o libro (o ambas como el Drácula de Mignola), tampoco es un videojuego ni es la enésima iteración romántica a rebufo de las novelas de Anne Rice. No, Killadelphia es algo distinto y mucho más grande. De hecho, ha sido nominada a mejor serie nueva en los prestigiosos premios Eisner de 2021. Para hacerse con él tendrá que luchar contra Crossover de Dony Cates, The Department of Truth de James Tynion IV y We only find when they’re dead de Al Ewing. La remesa de este año es realmente buena.
El guionista de Killadelphia es Rodney Barnes, un autor que en el noveno arte ha ido picoteando por aquí y por allá, desde la última serie de Falcon, pasando por algún tie in de la saga Rey de Negro. Sin embargo, es como productor y escritor televisivo donde ha realizado el grueso de su carrera con aportaciones importantes a las teleseries de Runaways, Heels o American Gods. Con esta serie, publicada por Image Comics, logra su mejor trabajo hasta la fecha.
Killadelphia. La realidad como telón de fondo
En Killadelphia: Los pecados del padre tenemos un primer acercamiento a una historia con varias lecturas e interpretaciones de la que apenas llegamos a atisbar las primeras piezas de su monumental rompecabezas. La mención parental del título tiene un doble sentido. En primer lugar, porque uno de los protagonistas es James Sangster Jr. un policía que vuelve a Philadelphia para asistir al funeral de un padre con el que no tenía una buena relación y que ha fallecido en circunstancias extrañas.
El otro padre al que haría mención la serie no es otro que John Adams, segundo presidente de los Estados Unidos entre 1797 y 1801 que, lejos de morir de un derrame cerebral, es un vampiro que lleva años trazando un plan para hacerse con el poder junto a una horda de los suyos.
Todo esto se cuenta en las primeras páginas, pero más allá de ser una serie que se apoya en un plot twist de manual para tratar de ser un éxito, Killadelphia se erige como un thriller sobrenatural que además ofrece interesantes lecturas como la importancia de las relaciones paterno-filiales, la redención o las segundas oportunidades. También usa a los vampiros como metáfora de una sociedad americana decadente, con una crítica furibunda a un sistema capitalista que ofrece pocas oportunidades a los más desfavorecidos económicamente hablando. Una sociedad que a menudo ha blanqueado el racismo, cuando lo ha defendido de manera ferviente.
Este primer tomo es esencialmente un ejercicio de worldbuilding para una historia que se cuece a fuego lento. Killadelphia se apoya en una narración pausada en la que mostrarnos el escenario donde se desarrollan los hechos es igual de importante que las acciones de sus protagonistas.
Mención aparte se merece el espectacular dibujo de Jason Shawn Alexander (Abe Sapien o Spawn) como exponente del fotorrealismo, que logra una ambientación de lo más cinematográfica en cuestión de narrativa y encuadres que le sienta de maravilla a la serie. Un dibujo crudo para una ambientación a medio camino entre lo tenebroso y el misterio que se apoya en la apropiada paleta de colores del español Luis NCT, que logra un contraste entre luces y sombras muy apropiado.
En esencia Killadelphia nos regala una fábula de terror urbano que deja con ganas de más, al abrirse ante nosotros un mundo con muchísimas posibilidades. En Estados Unidos la serie ha alcanzado ya su número dieciocho. Por mi parte estoy deseando que Norma Editorial publique ya el siguiente tomo.
Os dejamos con una lista de reproducción con temas protagonizados por vampiros que hicimos con motivo de la llegada de la Biblioteca Drácula: La tumba de Drácula. La ocasión pinta perfecta para recuperarla.
PD: En abril de 2020 se anunció que Killadelphia sería adaptada a la pequeña pantalla. Todavía estamos lejos de que haya fecha de estreno pero esperemos que corra mejor suerte que otras adaptaciones recientes como V Wars o The October Faction.