En E.T.H.E.R., una prisión sin salida que flota en el espacio infinito, olvidada por los pocos supervivientes de un imperio galáctico, tres razas se observan mutuamente, esperando la mínima chispa para declarar la guerra. En medio de este caos se alza un solo hombre con poder suficiente para derrotarlos a todos: ¡Khaal! La joven promesa Valentin Sécher firma su opera prima con guiones de Stéphane Louis, con un estilo que bebe directamente de las grandes sagas de la space opera y de grandes artistas como Juan Giménez (La casta de los Metabarones) o Travis Charest (Space Girl, Las armas del Metabarón).
El veterano Stepháne Louis firma un guion que nos lleva a un universo de ciencia ficción con razas enfrentadas, extraños poderes mentales y físicos y un personaje protagonista, Khaal, completamente inmoral y que recuerda en rasgos y algunas actitudes al Riddick al que dio vida (y músculos) Vin Diesel. Khaal, superviviente de las duras calles de E.T.H.E.R., se hace con el poder siguiendo la ley del más fuerte, del “o matas o te matan”, con la reticente ayuda de su dos hermanos. Pero sus ansias de conquista, propulsadas por las visiones que otorgan los orgasmos de las mujeres de la raza Precog, sólo se verán satisfechas cuando alcance el que él considera su mundo, donde será más que un emperador: será un dios. La idea de Louis, por tanto, es la de una suerte de megalómano moderno (o futuro); una space opera protagonizada por un supervillano imparable. A Khaal no se le conoce ninguna debilidad, nada puede detenerle, e incluso la invasión de los alienígenas xenopsilianos no hace sino fortalecerle aún más, y darle una vía de salida al universo exterior.
El joven dibujante Valentin Sécher (Metabarón #2. Khonrad, el Antibarón). realiza un trabajo magistral a los lápices y al color, dotando de vida a un mundo que, pese a ser (afortunadamente) ficticio y lejano, se nos antoja tan real como el nuestro propio. Personajes y escenarios que bordan la fotorrealidad, sin espacio para la caricatura o las anatomías imposibles, más allá de lo que las razas alienígenas permiten. Los colores, en tonos ocres en su mayoría, reflejan un mundo yermo, un planeta arrasado por las continuas guerras, en cuyas calles sólo los más fuertes sobreviven.
Escuchad las crónicas de sus conquistas. El universo resuena todavía con el clamor de planetas atormentados. Con el eco de miles de almas perdidas. Escuchad y conoced el furor y la cólera del peor ser vivo que jamás ha existido. Khaal.
Yermo Ediciones nos trae en un lujoso volumen las aventuras de este Emperador Galáctico que se publicaron en dos volúmenes en Francia. Una obra que recuerda a otras space operas con ambientes crepusculares, alejadas del oropel de otros mundos galácticos. Un volumen que satisfará sin duda a todos los amantes de la ciencia ficción moderna en la mejor tradición de la bande desinée.