Hace diecisiete años que Kate Bishop está entre nosotros. Vamos, que está a puntito de cumplir la mayoría de edad editorial. Mucho ha llovido desde que esta tiradora con arco olímpico debutar en los Jóvenes Vengadores de Allan Heinberg y Jim Cheung. Desde entonces, han sido muchos los autores que le han ido dando forma: Kieron Gillen, Matt Fraction, Jeff Lemire o, especialmente, Kelly Thompson que la convirtió en detective privado por cuenta propia y líder de unos improvisados, y descacharrantes, Vengadores Costa Oeste.

Un éxito rotundo que fructificó el pasado año cuando Kate Bishop dio el salto a la pequeña pantalla en una miniserie de seis capítulos de Disney + de cuya interpretación se encargó de manera solvente Hailee Steinfeld. Ahora, el personaje vuelve con una miniserie de cinco números (Marvel es muy enemiga de conceder series regulares hoy en día), en la que deberá resolver un misterio como solo ella sabe hacer.

Sangre nueva para las aventuras de Kate Bishop

Kate Bishop: Ojo de Halcón está guionizada por la novelista Marieke Nijkamp, que siguiendo el paso de Rainbow Rowell, Gabby Rivera o Victor Lavalle, se adentra en Marvel Comics tras tener un exitoso pasado en los relatos destinados a un público joven adulto. En el caso de Marieke, ya había publicado en DC una novela gráfica en su línea YA protagonizada por Oráculo.

Lo primero que hay que decir es que esta miniserie se puede leer prácticamente sin saber nada de Kate Bishop y su entorno. Naturalmente si has seguido al personaje a lo largo de los años, se disfrutará más. No obstante, podemos decir que es un buen punto de partida para adentrarnos en ese desastre de persona que es nuestra protagonista.

Y es que la Kate que todos adoramos es un caos con patas que, dadas las circunstancias, ha salido bastante bien parada. A saber:  sus figuras parentales son un referente bastante malo dado sus lazos villanescos, tiene una hermana que la mira por encima del hombro, su mentor es Ojo de Halcón que está bastante sordo y sus novios tampoco han aportado mucha cordura al conjunto.

Este caldo de cultivo es el catalizador de esta miniserie que comienza con una escena totalmente badass en la que Kate evita un atraco. Tras este preludio, nuestra arquera favorita aceptará una invitación para pasar unos días en un resort con la intención de descansar.

El grueso de la miniserie transcurre en estas instalaciones. Nijkamp no ha querido complicarse con la intrincada continuidad de Marvel y ha reducido el entorno del personaje al mínimo (aunque se guarda alguna sorpresa al respecto) para no contradecir nada. La verdad, creo que ha clavado bastante bien la personalidad de Kate Bishop y nos la muestra como una auténtica polvorilla que sabe a ciencia cierta que se dirige a una trampa, pero no podría importarle menos.

La historia adquiere rápidamente un tono de serie negra ligera a lo Agatha Christie, con misteriosos robos y enredos familiares. El nombre del tomo “Cosas de casa” se me antoja perfecto para la sucesión de giros y disparates que tenemos por delante.

Habrá quién piense, con razón, que esta serie limitada supone un paso atrás en la historia de Kate Bishop. Pero creo que su sencillez es también su mayor ventaja. Creo profundamente que cada vez somos más incapaces de dejarnos llevar y, simplemente, disfrutar. Como diría Woody Allen: “puede que sea una experiencia vacía, pero como experiencia vacía es de las mejores”. Él se refería al sexo, pero creo que se puede aplicar a la perfección a la obra.

Estamos por lo tanto ante un tomo que se disfruta si te dejas llevar, te lo lees de una sentada y es de esas historias que posiblemente recuperes cuando tengas un rato libre y no se te ocurra qué leer.

La parte artística viene dada por el dibujante Enid Balám. Autor mexicano que ha trabajado tanto para editoriales independientes americanas como para algunos de los grandes sellos de la BD. Sus páginas van de lo espectacular a lo anodino. No le pondría ninguna pega, pero tampoco se me ocurre ningún gran elogio. Funcional, que no es poco.

Ahora solo falta esperar a la próxima historia de Kate Bishop, porque llegar, llegará seguro.