A tiempo del estreno de la serie de Netflix “Junji Ito’s Maniac: Relatos japoneses de lo macabro”, ECC comienza a recopilar de manera temática algunas de las mejores historias realizadas por el mangaka japonés ya publicadas en la colección antológica de Relatos Terroríficos. El pasado mes de noviembre apareció el que nos ocupa: “Ciudades y mansiones encantadas” y a finales de este mismo mes hará lo propio “Naturaleza Desbocada”.
Si sois de los que os acabáis de sumaros a la parroquia de fieles creyentes en la palabra de Junji Ito, os cuento que “Relatos Terroríficos” fue una colección de dieciocho volúmenes en formato tankoubon publicada entre mayo de 2017 y abril de 2018. Ahora, ECC recupera historias extraídas de toda la serie en formato Flexibook, es decir encuadernación semi rígida y tamaño 14×21. En total casi seiscientas páginas de pesadillas salidas de una imaginación portentosa y perturbada.
Por lo tanto, dejar claro que este Junji Ito: Maestro del terror – Ciudades y mansiones encantadas no ofrece material inédito. Si queréis saber exactamente de donde sale cada uno de los quince relatos aquí reunidos podéis echar un ojo a su ficha de Whakoom. Allí un usuario ha tenido la amabilidad de compartir toda la información.
Junji Ito se atreve con todo
Como es habitual en la obra de Ito, el autor consigue imprimir su sello personal a todos los subgéneros de terror que toca. Hoy nos centramos en las casas embrujadas, malditas o habitadas por fantasmas. Un género verdaderamente antiguo, tanto que se considera que el primer relato de este estilo sería “El castillo de Otranto” de Horace Walpole, un cuento victoriano de terror. Es la literatura donde encontramos algunos de los pilares del género como “La maldición de Hill House” de Shirley Jackson, “Terror en Amityville” de Jay Aston o “La casa infernal” de Richard Matheson. La mayoría de ellas han sido adaptadas al cine. Igualmente, en el séptimo arte también encontramos grandes referentes como “Poltergeist” de Tobe Hopper o “The Conjuring” de James Wan, esta última basada en una “historia real”.
De hecho, podríamos llenar una decena de artículos nombrando referentes u obras clave del género, pero hoy no estamos aquí para esto. Y es que hablar de referentes en el caso de Junji Ito es absurdo, porque él es el gran modelo a seguir. Puede que haya elementos de su obra que recuerden al, ahora tan de moda, Folk horror de Ari Aster o a la nueva carne de Clive Baker o David Cronenberg. Francamente, dudo que a Ito le haga falta documentarse cuando tiene una imaginación tan rica y, a la vez, tan jodidamente enfermiza.
A lo largo de los quince relatos que se citan en “Ciudades y mansiones encantadas”, Ito consigue dar un aire único, creando atmósferas inquietantes y malsanas que sirven de hilo conductor a un paseo que se emplea para radiografiar la parte más oscura del alma del ser humano. En otras ocasiones, el autor nos cogerá de la mano para empujarnos a un abismo tan oscuro y plagado de un terror tan informe e incognoscible digno del mejor H.P. Lovecraft (de nuevo me disculpo por citar a un referente, en este caso no he podido evitarlo).
Por citar unos pocos ejemplos de lo que nos encontraremos en esta galería de pesadillas ilustradas, destacaremos la invitación a una cena en una casa cuyo dueño tiene unos hábitos alimenticios digamos que cuestionables; también sufriremos la visita de una vecina que nos atormentará por las noches; trataremos de hacer frente a un dolor invisible que abandonará a su portador en busca de “nuevas experiencias”; por no hablar de un pueblo donde la intimidad ha desaparecido y seremos observados día y noche sin descanso. Y esto es solo una pequeña muestra de lo que podréis encontrar si sois lo suficientemente valientes para dejaros sorprender por el gran Junji Ito.
Hablando en serio, si os gusta el manga de terror debéis echarle un ojo a este tochazo. Además, su lectura cunde. Ito es un autor al que le encanta poner palabras a las emociones de su personajes, no porque le haga falta para explicar sus historias (ya que es un excelente narrador gráfico) sino porque le gusta deleitarse en su dolor y sufrimiento y que este quede patente y claro al lector.
A título personal me encantan este tipo de antologías temáticas. Lamentablemente descubrí a Junji Ito de manera tardía, por lo que no me hice en su momento con “Relatos Terroríficos”. Por último, en casa tortas somos muy fans de Junji Ito. En formato Flexibook ya hemos hablado de “Las historias de fantasmas de Mimi”, “Las caprichosas maldiciones de Sôichi”, “El muerto enfermo de amor”, “Tomie”, “Frankenstein” o “Fragmentos del mal”.
