Para afrontar sus casos más complejos, el Departamento de Policía de Gotham City cuenta con la colaboración de Harley Quinn, una joven psiquiatra forense especializada en la elaboración de perfiles criminales. Pero a la brillante Dra. Quinn todavía le persigue el recuerdo de la noche en la que halló el cuerpo sin vida de su compañera de piso, víctima del famoso asesino en serie conocido como el Joker. Cinco años más tarde, el caso sigue sin resolver y el patrón parece repetirse con la comisión de brutales asesinatos en la ciudad. ¿Lograrán detenerlo en esta ocasión?
¿No os ocurre que cada vez que resetean el origen de un personaje os da muchísima pereza volver a leer sus orígenes? ¿Cuántas veces hemos visto en cine la muerte de los padres de Bruce Wayne? ¿O la muerte del tío Ben? ¿Y cuántas historias de la juventud de Harley Quinn vamos a tener que leer, cada una de las cuales contradiciendo la anterior? Paul Dini y Bruce Timm le dieron un origen muy definido, que ha sido modificado constantemente cada vez que al guionista de turno le apetecía. Porque si el origen canónico dice que Harley conoció al Joker mientras le trataba como paciente del Manicomio Arkham (un origen excelentemente re-narrado en el Harleen de Stjepan Sejic), no tiene sentido que nos cuenten que se conocieron cuando iban al instituto, o que, como en el caso de este cómic, era la perfiladora asignada al caso de un asesino en serie llamado… Joker. ¿Cómo se os quedaría el cuerpo si ahora alguien viniera a contaros que los padres de Bruce Wayne murieron envenenados por Lex Luthor? ¿O que el suero del supersoldado que le inyectaron a Steve Rogers era realmente una enzima que despertó su gen mutante latente? Pues igual se queda uno al leer esta historia de la juventud de Harley Quinn.
Un rasgo que suelen mostrar muchos guionistas que llegan al mundo del cómic después de alcanzar el éxito en otros medios es la imperiosa necesidad de romper muchas cosas para demostrar lo buenos que son. El cineasta Kevin Smith se cargó a Mysterio y a Karen Page a su llegada a Daredevil. Y a Kami García (Teen Titans: Raven), que procede del sector de la literatura juvenil, le han dado una miniserie en el sello Black Label para hacer lo que le dé la gana. Y lo que ha hecho ha sido reinventar a Harley Quinn. Y, de paso, al Joker. Y lo ha hecho de una manera tan burda y carente de imaginación que si a Harley la llamas Clarice y al Joker le llamas Jame, la historia funciona exactamente igual. Porque este Cordura Criminal es, ni más ni menos, que la enésima historia de detective versus asesino en serie con trauma de la infancia. Aquí, esta Harley Quinn (que no consiente que nadie la llame Harleen Quinzel porque patatas traigo) es una psiquiatra forense que trabaja para la policía de Gotham. Y mientras que la Harley original era una estudiante mediocre que aprobaba asignaturas llevándose bien con los profesores (ejem), aquí es una genio que acabó el instituto con 14 años. ¿Por qué? Porque hace falta una protagonista inteligente capaz de seguirle el rastro al asesino. Y si la Harley original era una zoquete incapaz de hacer la O con un canuto, pues se cambia eso y ya está. Problema resuelto.
Uno pensaría que este El Guardián Invisible ambientado en Gotham podría ser más soportable con un buen equipo de dibujantes, pero lo cierto es que Mico Suayan y Mike Mayhew se alternan para darnos una de cal y otra de arena. Los dibujos en blanco y negro de Suayan (Vida y muerte y Toyo Harada) nos muestran el momento actual de la historia, con Harley y compañía en medio de la investigación criminal, mientras que el fotorrealista Mayhew (Star Wars de Jason Aaron) se encarga de contarnos los flashbacks, como el momento en que Harley encontró el cadáver de su amiga en la bañera, o cómo el joven John Kelly acabó convirtiéndose en el Joker. Al menos, eso es lo que se nos da a entender en estos 3 primeros números recopilados en el primer volumen de ECC Ediciones (que luego ya sabemos cómo son estas historias, que el asesino resulta ser quien menos te lo imaginas). Aunque con el nombre nos lo han puesto a huevo: JOhn-KElly. Mientras que los dibujos de Suayan destacan en sus tonalidades de negro y gris, dan la sensación de que se han olvidado de poner el color. No parece un dibujo hecho con la intención de ser publicado así, sino que pide a gritos un buen coloreado. Por otro lado, los dibujos de Mayhew (a quien conocía como portadista de la serie de Hulka de Dan Slott) dejan un horrible regusto a esas fotonovelas de los años 70 y 80: instantáneas sin alma, momentos capturados en el tiempo sin sensación de dinamismo. Mayhew es un excelente ilustrador, y sus pin-ups son sencillamente geniales, pero como dibujante de interiores es muy limitado.
Mira que tenía ganas de que me gustara esta Joker / Harley: Cordura Criminal. Publicado originariamente en EEUU en formato de grapa de 32 páginas, lleva hasta la fecha 5 números publicados en 12 meses, lo que indica que podemos tardar bastante en ver el final de la serie. Es una lástima, porque una miniserie de este estilo, con sus defectos, se disfruta en lecturas mensuales. Es posible que tardemos seis meses más en leer en nuestro país los siguientes 3 números de la serie. Pero vamos, que tampoco hay prisa.