Aunque el Joker sea uno de los villanos más populares de DC -y de todo el mundo del cómic en general-, es innegable que el papel por el que todo el mundo el conoce es como la némesis de Batman. Como tal, la práctica totalidad de los recopilatorios centrados en este personaje se centran en sus enfrentamientos con el Murciélago de Gotham. Así, el reciente 80 años del Príncipe Payaso del Crimen incluye más de 400 páginas de series regulares, limitadas, periféricas y especiales de Batman. El clásico Las mejores historias jamás contadas del Joker tiene una composición similar. Pero este icónico villano se ha enfrentado a otros héroes de la editorial, y una breve selección de estos enfrentamientos es lo que nos encontramos en Joker contra el Universo DC.
Abre el tomo con tres enfrentamientos del Joker con Superman. Los dos primeros números nos llevan directos a los años 90, a la época en la que Superman llevaba el pelo largo, cambio estilístico que le llegó tras su resurrección durante el Reinado de los Superhombres. Y por su fuera poco noventero el Superman melenudo, tenemos a los guiones nada más y nada menos que a David Michelinie, cocreador de Veneno, que fue el guionista regular de Action Comics entre 1994 y 1997. En esta historia, un fabricante de juguetes decide hacer merchandising del Joker, que total, no es una marca registrada. Pero tocarle las narices al Joker es como meter un palo en un avispero. Ciertamente, no es la primera vez que se usa esta idea ni tampoco la última. A día de hoy, el uso más reciente del concepto de marca registrada de un superhéroe o supervillano lo tenemos en Spiderman Beyond, pero volveremos a verla. Seguro.
El tercer número es de una serie digital de 2013, el segundo volumen de Adventures of Superman. Aquí tenemos un equipo creativo de lujo: Max Landis al guion y Jock al dibujo, para presentarnos una conversación entre Superman y el Joker. Lo que podría ser una escena de bustos parlantes resulta un tebeo interesante, pero también es cierto que hay determinados comentarios que hace Superman que no cuadran con la esencia del personaje. No es algo inesperado: su gran obra con Superman, American Alien, también está fuera de toda continuidad editorial.
Dejamos de lado a Superman para irnos a un enfrentamiento de los dos personajes más histriónicos de la editorial: el Joker y Creeper, la desquiciada creación de Steve Ditko. Al frente tenemos a Len Kaminski, otro icono del noventerismo de Marvel, creador de Máquina de Guerra, del Motorista Fantasma 2099, y uno de los pilares de los Hijos de la Medianoche. Esta historia ambientada en un motín en Arkham nos hace dudar de qué lado de la línea está el Creeper, y pasaría sin más como una macarrada simpática de no ser porque es uno de los escasos trabajos de Sal Buscema para DC. Y Sal Buscema siempre es bienvenido.
Los dos últimos números del tomo se centran en la complejidad psicológica del Joker. El primero es un número de la muy recomendable serie del Espectro de John Ostrander y Tom Mandrake, gira alrededor de temas morales, como era habitual en una serie en la que el protagonista es un concepto religioso, y la ausencia de culpabilidad en la mente del personaje alrededor del que gira el tomo. Y para cerrar, tenemos un número de The Brave and the Bold, la serie del S.XXI escrita por Joe Michael Straczynski. Aquí, en una historia que homenajea a la película Viaje Alucinante, el Átomo entra dentro del cuerpo del Joker y accede a sus recuerdos, contándonos su origen. Otra cosa es que los recuerdos que se puedan encontrar en una mente tan perturbada como la del Joker sean reales…
Joker contra el Universo DC es un tomo en cartoné de 168 páginas, a tamaño original y perfectamente manejable. Tiene una traducción impecable y una rotulación correcta, con lo que no se le pueden poner más pegas a la edición de ECC que una que es tristemente habitual: las portadas están todas juntas al final, varias de ellas a tamaño reducido, en lugar de donde le corresponde.
Joker contra el Universo DC tomo es una mirada diferente al villano, sacándole de su entorno habitual pero manteniendo su esencia. Es una colección de historias dispersas, tanto en tono como en estilo, pero es una curiosa colección que se aparta de las recopilaciones habituales de un personaje que da para mucho. Por algo es uno de los villanos más importante de la historia del cómic superheroico.
