No hace mucho estaba leyendo el imprescindible 501 mangas que leer en español, publicado por Norma Editorial. Pues bien, en el prólogo comentaban que les parecía increíble cómo un manga tan mítico como Ashita no Joe (o como nos lo trae Arechi, Joe del mañana) seguía inédito en nuestro país.
Joe del mañana es un manga mítico en su país de origen. Comenzó su andadura en 1968 en la Weekly Shonen Magazine de Kodansha. Este spokon (manga deportivo) centrado en el mundo del boxeo se alargó durante veinte volúmenes. Contó con una serie de anime de dos temporadas, varias películas, algún live action e incluso un remake animado en este siglo.
Joe del mañana. Una obra legendaria
El nombre puede sonarle a mucha gente, pues el anime original de Joe del mañana fue emitido por Antena 3, bajo el nombre de Campeón, los domingos por la tarde en 1990. Todo un rara avis para un género, el anime, que todavía estaba lejos de eclosionar en nuestro país. Yo vi algún capítulo, y recuerdo perfectamente que era más dramático que otra cosa.
Sea como fuere, este clásico de más de cincuenta años escrito por Asao Takamori y dibujado por Tetsuya Chiba es una obra absolutamente mítica en la tierra del sol naciente. Incluso ha sido usado en alguna ocasión como parte de la propaganda política de algún partido.
Ahora Arechi nos trae la obra completa de Joe del mañana en doce gruesos tomos de tamaño superior (145 x 210 mm) al tradicional tankoubon. En este primer volumen de 380 páginas se nos presentará a los principales protagonistas y al mundo donde les ha tocado vivir.
La estrella de la función es Joe Yabuki, un huérfano que ha ido de internado en internado y que sobrevive como puede. Es bravucón y egoísta, no tiene problema en arreglar las cosas a puñetazos (tiene un talento natural para el boxeo) y se aleja mucho del arquetipo de joven responsable, heroico y buena persona que suele protagonizar los Shonen. Que esto es así, lo hemos visto desde Captain Tsubasa, pasando por Touch! y acabando en Slam Dunk. En estas series siempre hay un chuleras marginal, pero nunca es el protagonista.
Por lo tanto, este Joe Yabuki está más cerca de ser una especie de Tom Sawyer o James Dean que de Oliver Atom. No obstante, la manera en que los autores lo presentan, como un joven que hace lo que hace para salir adelante (aunque esto incluya estafar o robar), logra que. de cara al lector, Joe sea un tipo carismático y que se logre empatizar con él.
En estos primeros andares, Joe del mañana más que un spokon es un slice of life con tintes dramáticos. Esto se acentúa con la forma que tienen los autores de presentar una sociedad nipona que todavía no ha terminado de recuperarse del todo de los estragos de la guerra, a la que le queda un tiempo todavía hasta alcanzar el boom económico que la catapultó como una de las principales potencias mundiales.
Toda la historia está envuelta en un halo de triste melancolía donde lo de menos son los (escasos) combates de boxeo. No obstante, el deporte de contacto irá ganando protagonismo a medida que la serie avance.
En este punto nos detenemos en otro de los protagonistas. En concreto, en Danpei Tange, un ex boxeador venido a menos que vive solo, amargado y alcoholizado. Sí, sé lo que estáis pensando, el mentor de Joe es todo un referente al Roberto Sedinho de Campeones. Este tiparrón de buen corazón verá la luz con Joe. y tratará de enderezarlo para convertirlo en la leyenda del boxeo que cree que puede llegar a ser.
Joe del mañana es un manga endiabladamente bien escrito, que da la misma importancia a los personajes como al contexto en el que se mueven. Y, como he comentado, la historia es dura. El pobre Joe, aunque nunca se amedrenta, las pasa canutas erigiéndose como un personaje con muchas capas que iremos descubriendo poco a poco.
Las trescientas ochenta páginas de este primer volumen se leen de una sentada. Los autores te atrapan con una historia fluida, cuya narrativa no baja el ritmo en ningún momento. El dibujo de Chiba destila clasicismo por los cuatro costados, siendo un fiel heredero del trazo de Tezuka, con personajes de diseños sencillos pero tremendamente expresivos y un ligero toque cartoon que da mucha vida a las viñetas.
En resumidas cuentas, puedo afirmar sin temor a equivocarme que la larga espera hasta leer Joe del mañana ha merecido la pena. Estamos ante un manga emotivo y emocionante. Deseando estoy que llegue el mes de septiembre para seguir la continuación.