Recién iniciada la década de los noventa Jim Starlin regresaba a Marvel, retomando los personajes que había creado durante los setenta. Una nueva epopeya cósmica que se extendería por distintas colecciones hasta desembocar en el evento El guantelete del infinito. Y que luego continuaría en dos eventos más en años posteriores (La guerra y La cruzada del infinito).

Panini está recopilando toda esta macrosaga dentro de la colección Jim Starlin. En esta reseña repasaremos el primer tomo de esta colección, que contiene material de dos series: Los números 34 a 38, más el 40, del tercer volumen de la serie regular de Estela Plateada, y la miniserie La búsqueda de Thanos.

Estela Plateada, vol. 3, #36

El tomo se abre con los números de Estela Plateada, una serie en la que Starlin irá presentando personajes y desarrollando argumentos que, como decíamos, se acabarán resolviendo en El guantelete del infinito. En el primer número nos encontramos a un Estela que, en una pequeña pausa entre lloriqueos cósmicos, descubrirá que algo huele a podrido en el universo. Un sueño con escenarios de pesadilla le alertará de que algo terrible están organizando la Muerte y su pagafantas oficial. Si señores, ¡Thanos ha vuelto!

En el segundo número se nos desvelará cual es ese plan de la Muerte del que Thanos pretende ser brazo ejecutor. Ni más ni menos que acabar con la mitad de los seres vivos del universo. A través de visitas a distintos planetas Thanos intenta demostrar a Estela que el universo tiene un problema de superpoblación y, oye, algo tendremos que hacer. Sin embargo nada podrá convencer a Estela Plateada de que el genocidio masivo sea solución de nada, así que se tomará como una misión personal detener a Thanos.

En los siguientes números Estela irá descubriendo quien es este Thanos del que nunca antes había oído hablar e intentará ganar aliados para su causa. Todos estos primeros números de Estela Plateada forman un arco argumental muy entretenido y plantea ciertas reflexiones interesantes, aunque creo que no llega al nivel de conceptos que Starlin alcanzó durante los setenta. Por ejemplo, el problema y la solución que plantea Thanos, aunque no soporte un análisis con un mínimo de profundidad, cuanto menos demuestra un interés por ir más allá del mero villano que quiere conquistar el universo porque sí. Y además consigue presentarnos ciertas situaciones que al menos nos invitan a pensar.

El trabajo de Ron Lim a los lápices consigue por lo menos ser resultón. Ron Lim esta lejos de ser un grandísimo dibujante, pero aquí todavía no caía (o no le obligaban) en muchos de los vicios y defectos por los que muchos le recuerdan. A través de buenas composiciones de página, un adecuado planteamiento de las viñetas y, en ocasiones, una construcción de decorados imaginativa, consigue disimular sus carencias y ofrecernos un trabajo aparente. Es en los primeros planos de personajes cuando más se notan sus defectos y destaca su incapacidad para dibujar rostros convincentes. Pero en general su dibujo no desagrada.

La búsqueda de Thanos

La parte final del tomo recoge la miniserie de dos números La búsqueda de Thanos. Aunque en la serie de Estela éste parecía convencido de haber solucionado el problema de Thanos, nada más lejos de la verdad. En estos tebeos Thanos descubrirá el verdadero poder de las gemas del alma. Seis gemas que renombrará como gemas del infinito (Espacio, Tiempo, Mente, Alma, Poder y Realidad) con el poder de convertir a aquel consiga reunirlas a todas en un dios. El instrumento ideal para llevar a cabo el plan de la Muerte y, de paso, convertirse en alguien realmente digno de aspirar a su amor… o no.

El tebeo esta planteado casi como una historia de timadores, donde Thanos va demostrando su inteligencia y conocimiento del poder de las gemas para ir engañando a sus distintos poseedores para arrebatárselas. Una historia donde no todo se resuelve a base de mamporros, sino con buenas dosis de ingenio. En mi opinión esta Búsqueda de Thanos es una de las mejores historias de toda la saga del infinito de Starlin.

A esta buena impresión ayuda el aspecto gráfico del tebeo. Rom Lim se encarga de nuevo del dibujo y su trabajo sigue en la línea de la serie de Estela. Sin embargo el resultado final destaca mucho gracias al trabajo del colorista Tom Vincent. También encargado del color en Estela Plateada, donde lograba un buen resultado, aquí su labor destaca muchísimo más. La serie original se publicó en full-color, con lo que disponía de mejores herramientas para lograr un mejor coloreado. Y Vincent las aprovecha excepcionalmente bien. Entre ambos consiguen entregar algunas páginas realmente memorables, con soluciones particularmente imaginativas a la hora de presentarnos los poderes de las gemas del infinito y explicarnos como funcionan.

¡Temblad habitantes del universo! Thanos ha vuelto y tiene en su poder las gemas del infinito. ¿Qué esperanzas nos quedan a nosotros, pobres mortales, ante un villano con el potencial de convertirse en un dios? Mañana lo sabremos.