Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Ión: Guardián del universo, de Ron Marz y Greg Tocchini

Ión: Guardián del universo, de Ron Marz y Greg Tocchini
Guion
Ron Marz
Dibujo
Greg Tocchini, Tom Grindberg, Fernando Pasarín, Paco Díaz, Yvel Guichet
Tinta
Jay Leisten, Joe Rubinstein, Jonathan Glapion
Color
Jeremy Cox, Tanya Horie, Richard Horie
Formato
Cartoné. 296 págs. A color.
Precio
32 €
Editorial
ECC. Junio. 2020
Edición original
Ion 1 a 12

Corría el año 2004 cuando en DC Comics decidieron traer de vuelta a Hal Jordan como portador del anillo de Green Lantern. Fue el propio Johns quien se encargó de que Hal abandonase el manto del Espectro (lugar donde él mismo le puso en la miniserie El día del juicio en 1999) y volviera a ser parte de los corps. Vale, hasta ahí ningún problema, Hal molaba, aunque murió de forma un poco tal que así, por lo que daba la sensación de que había una deuda que saldar.

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El problema, en mi opinión, es que ya teníamos un Green Lantern cojonudo llamado Kyle Rayner que había ocupado su puesto desde que en marzo de 1994 recibiera el susodicho anillo tras la caída en desgracia de Jordan y su conversión en Parallax. En total fueron diez años en los que el guionista Ron Marz escribió una etapa realmente buena en la que hizo sufrir al protagonista como pocas veces se ha visto. Marz nos pintó a un héroe humano e imperfecto como él solo, que trató de madurar a fuerza de ver como iban matando a cada novia que se echaba. Un héroe que se ganó a pulso su puesto en la Liga de la Justicia, pero en resumidas cuentas un héroe que fue relegado a un segundo plano debido a las incesantes peticiones de una parte del fandom hardcore de DC que no acepta los cambios pese a que esa editorial siempre ha sabido sacar oro del concepto de legado.

La concepción misma de Ión parte de los hechos narrados en Crisis Infinita. En el transcurso de la misma, Jade perdía su vida pero antes le transfería sus poderes a Kyle, lo que unido a su anillo de poder le convertían en Ión. Básicamente tiene las mismas habilidades de un Linterna Verde pero sin necesidad de canalizarlos a través de un objeto gracias a la conexión obtenida con el corazón estelar, la fuente de energía de la que Alan Scott (el Green Lantern de la Golden Age) y Jade obtenían sus poderes.

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Tras esta clase de historia, que puede no ser del todo exacta, llegamos a esta maxiserie de doce números publicada en el año 2007 que servía a un claro propósito: ser un homenaje reivindicativo a un personaje tan genial como Kyle Rayner. Para la ocasión contaremos además con el guionista creador del personaje, Ron Marz, al que todavía le quedaban cosas por contar sobre el mismo. Ahora bien, si te acercas a Ión: Guardián del universo es posible que te resulte algo confuso si no has leído los tebeos de la franquicia de GL de ese momento. De hecho, ECC lo ha reeditado (Planeta ya lo publicó en tres tomos de cuatro números cada uno) como sexto tomo de su colección Green Lantern Saga.

Ión nos deja ver a un Kyle Rayner que está en un momento confuso de su vida. No termina de comprender sus nuevas habilidades. Pero sobre todo tiene un sentimiento de culpa que le impide intimar o simplemente acercarse a cualquier mujer por miedo a que acaben perdiendo la vida. Ron Marz logra transmitir muy bien esta angustia vital y esa sensación de estar perdido y sin rumbo. Para tratar de que Kyle encuentre una solución a su encrucijada emocional, Ron Marz manda al personaje a un retiro en el que pueda explotar sus aptitudes artísticas. No olvidemos que nuestro protagonista es un treintañero pintor-ilustrador-dibujante de cómics o lo que le dé la gana en ese momento.

Como no puede ser de otra forma, esta calma no dura mucho y Ron Marz sume a Ión en todo un caos, que es también lo que nos mola a los lectores. Le declaran culpable de exterminar a una galaxia o de herir a varios compañeros linternas. Obviamente todo es mentira y en ello está el mejunje de este tochazo. El escritor logra crear una trama muy interesante con un velo de conspiración (los Guardianes han prohibido al resto de linternas que intervengan a favor de Ión) que te engancha en cada capítulo haciendo desfilar a un buen número de héroes, aliados y villanos que han aparecido en un momento u otro a lo largo de la extensa etapa de Ron Marz en el título principal. No olvidemos que Marz estuvo desde el número 48 hasta el 125, faltando a la cita mensual solo en un par de ocasiones.

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En Ión: Guardián del universo la acción está presente en todo momento. Sin embargo, yo me quedo con el desarrollo que se hace del héroe en su identidad civil. A Kyle Rayner le obligaron a ser un héroe, antes de eso solo era un chaval normal (sí, como Peter Parker y tantos otros), pero me refiero a que no era un piloto intrépido y aguerrido como lo era Hal. El aprendió a palos, por las malas, posiblemente le dieron una tarea que le quedaba grande además de ser el sucesor de uno de los héroes más grandes y queridos. Esto lo reflejaba también de manera muy efectiva Brad Meltzer en el cameo que escribe de este Lantern en su breve etapa en Green Arrow. Si no lo habéis leído, os lo recomiendo.

La intensidad de la historia va de menos a más. Comenzando en la Tierra pero dando saltos a diversos lugares de la galaxia en un santiamén. Lamentablemente la trama principal se va diluyendo a medida que avanza la maxiserie y en DC se acercan a otro evento, la Crisis Final de Grant Morrison, obligando a Marz a que el personaje sea parte del núcleo de personajes involucrados en el camino hasta la misma. También habría que destacar que durante el transcurso de Ión: Guardián del universo seremos testigos del resurgir, de manera momentánea, del universo Tangent que creó Dan Jurgens una década antes. Una frikada de máximo nivel que habrá gente a la que horrorice, pero para mi es un extra. Cierto es que podría haber jugado con los personajes de toda la vida, pero el resultado es cuanto menos curioso.

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Lamentablemente Ron Marz no tuvo demasiada suerte con la cohesión artística de la obra. Me explico, Ión comenzó siendo dibujada por un Greg Tocchini a medio gas. El ilustrador brasileño estuvo la mitad de la obra siendo sustituido por otros dibujantes como Paco Díaz, Fernando Pasarín, Yvel Guichet o Tom Grindberg. Todos ellos buenos autores, pero cada uno de su padre y de su madre.

En definitiva. Ión: Guardián del universo es un buen tebeo de Green Lantern, con un toque de ciencia ficción que siempre le ha sentado de maravilla al personaje. También es cierto que aunque forme parte de la colección GL Saga, su lectura no es imprescindible para entender el devenir de Jordan y cía. Aunque no es menos cierto, que si pasáis de él, estaréis dando de lado la ocasión de pasar un rato cojonudo leyendo un tebeo la mar de entretenido.