Quedan apenas unos días para que Invencible termine en USA. El próximo 24 de enero se pondrá fin a una andadura de 15 años, 144 números más especiales y spin offs. Antes de que nos demos cuenta, se habrá dado carpetazo a la obra de Robert Kirkman, Cory Walker y Ryan Ottley. Por suerte o por desgracia, en España aún nos faltan 30 números (unos cinco tomos) antes de que Aleta complete su edición española.
Cuando casi no ha salido de la saga en un mundo paralelo en la que le dejamos en el tomo anterior, la vuelta a la tierra de nuestro Mark Grayson no va a ser tranquila. Una serie de traiciones y conspiraciones a gran escala darán lugar a un nuevo orden mundial con el que puede que nuestro protagonista no esté muy conforme.
Cuando Robert Kirkman se alió con Cory Walker para dar a luz a Invencible, comenzó haciendo el tebeo de superhéroes que él mismo quería leer; jugando con todos esos códigos que con los que desde que era niño había crecido y que tan bien conoce y permitiéndose llegar a donde los tebeos que leyó no llegaban. Partiendo de un profundo conocimiento y respeto a cómo funcionan las convenciones del género de superhéroes, se permite romperlas para dar lugar a nuevas ideas y situaciones que jamás podríamos haber visto en Marvel o DC.
El problema cuando tu juego es romper las reglas, cada vez debes ir más lejos y eso es tremendamente complicado y más cuando el objetivo no es la iconoclastia per se, sino el progreso del género, el hallazgo de nuevas posibilidades desde la auténtica devoción por lo superhéroes. El resultado de esto es que lo que vemos en Invencible nº22: Amigos es a lo bestia: la acción, el romance… todo está llevado al extremo y a la vez a lo más esencial del cómic de superhéroes.
El ejercicio de Robert Kirkman es llevar ese drama exagerado de Stan Lee y Jack Kirby a nuestros días. Y si Lee tenía a Kirby, Kirkman tiene a Ryan Ottley para que todo cobre la gigantesca magnitud que Invencible merece. Sin salir apenas de esta serie, Ottley ya se ha ganado un nombre como uno de los mejores dibujantes de superhéroes de la industria y en una serie donde todo es a lo grande, el espectáculo desatado del dibujante de Portland es el responsable de sacar tus ojos de sus cuencas.
Mientras, Kirkman se encargará de tu mandíbula y el muy zorro dejará que mires para otro lado para atizarte la primera y dejarte picueto. Pero es que donde en otro tebeo con el primer zambombazo ya habrían tenido para meses, antes de que reacciones, Kirkman te volverá a sacudir otra… y otra…. Los giros argumentales llegarán como menos te esperas, en el momento más insospechado y del modo más desproporcionado posible… y luego otra más.
El que haya seguido la serie estos ciento y pico números y no sé le caiga la mandíbula al suelo con Invencible nº22: Amigos, está hecho de cartón.
