Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Incógnito Integral, de Ed Brubaker y Sean Phillips

Incógnito Integral, de Ed Brubaker y Sean Phillips
Guion
Ed brubaker.
Dibujo
Sean Phillips.
Tinta
Sean Phillips.
Color
Val Staples.
Formato
Cartoné, 368 págs, color, 28x18.5 cm.
Precio
35€.
Editorial
Panini Cómics. 2018.
Edición original
Incognito #1-6, Incognito: Bad Influences #1-5 (Icon Comics).

Cuenta Brubaker en la introducción a este integral de la serie Incógnito que en cierto modo esta obra le reconcilió con el mundo de los superhéroes. Tras unos años muy vinculado al pijamero, el guionista se caracterizaba por llevarlo siempre a su propio terreno. En Gotham Central llevó el entorno de Batman a un género puramente policíaco y detectivesco, en Capitán América llevó los superhéroes al terreno del espionaje, en Daredevil a un entorno carcelario… Esto sirvió para que viéramos al autor como un soplo de aire fresco dentro del mundillo del cómic superheróico, pero en el fondo, lo que hacía era intentar sobrevivir en un género en el que no se encontraba plenamente cómodo. Así, pudo por fin escribir su Criminal, donde se apartaba por completo de los superpoderes y se sumergía en el género negro más puro. Precisamente el poder embarcarse en esa obra le permitió coger el aire suficiente para pensar en una historia de superhéroes a la que pudiera aportar su propio punto de vista y sacar algo interesante. Y así surgió Incógnito. Este tomo integral recoge la miniserie de seis números original, así como la posterior de cinco números: Malas influencias.


Incógnito nos cuenta la historia de Zack Andersen, un aburrido administrativo de una gran empresa, que se limita a entregar el correo y pasar absolutamente desapercibido a sus compañeros. Nadie sabe que tras esa identidad se esconde el temible Zack Aniquilante, un villano aparentemente muerto unos años atrás, y que se acogió a un programa federal de protección de testigos que le proporcionó una nueva vida, a cambio de información en contra de Muerte Negra, un temible villano y jefe de los hermanos Aniquilante. Por supuesto, el Servicio de Operaciones Especiales (SOE) le administra una droga a Zack para anular sus poderes e impedir que recaiga en sus actividades delictivas. Pero un día, tras tomar una droga que normaliza los controles analíticos de estupefacientes a los que se tiene que someter periódicamente, se da cuenta de que interactúa con lo que bloquea sus poderes… y los recupera.

Con esta obra me ha pasado algo similar a lo que me pasó con la adaptación cinematográfica del Wanted de Mark Millar: Me ha resultado mucho más interesante toda la premisa inicial de cuando es un don nadie, va recuperando sus poderes, y tiene que relacionarse con sus compañeros que cuando se resuelve toda la trama y asciende a otro nivel completamente diferente. Resulta muy interesante ver cómo Brubaker y Phillips nos muestran a este temible villano convertido en oficinista invisible para el resto de la humanidad, y cómo ver que tras recuperar sus poderes, los emplea en atacar a ladrones y atracadores y él mismo se sorprende de ser considerado por la sociedad «un héroe». Mucho más que esa historia de origen del personaje que dará pie a toda la acción y que servirá de motor para que la trama siga avanzando.


Pero la trama es mucho más profunda que eso. En realidad, los autores nos plantean una historia de traiciones y giros de guión que no necesitan el aspecto superheróico para nada. Si le quitas los superpoderes y la cuentas como un ex esbirro que delata a su jefe y años después da un golpe que llama su atención… funciona exactamente igual. En ese aspecto, me ha resultado bastante más interesante el planteamiento de la segunda miniserie, Malas influencias, en las que Zack se va a encontrar en una posición intermedia de los tres grupos en conflicto: el SOE, los villanos con Muerte Negra al mando, y un tercer elemento en discordia, el grupo Nivel 9. Los tres grupos van a tener sus dudas en algún momento sobre si Zack es alguien del que poder fiarse, y se plantearán una serie de situaciones que lo que vienen es a poner de relieve la fina línea que existe entre el bien y el mal, y lo difícil que resulta ver en ciertas situaciones a qué lado de la línea se encuentra el protagonista.

Como siempre, la caracterización de personajes es uno de los puntos fuertes de las obras de Brubaker y Phillips, mostrando personajes muy ambiguos, con sus propios intereses y que no caen en los estereotipos. Tal vez Muerte Negra sea el único que no responde a esta descripción, es el villano encarcelado que quiere acabar con Aniquilante y no muestra muchos más intereses que la venganza. Pero sí me gustan mucho el compañero de trabajo de Zack que descubre su secreto e intenta usarlo en su beneficio; o Amanda, la compañera de trabajo para la que resulta invisible en su identidad civil, pero que se enciende cuando lo ve con el antifaz puesto; y tal vez el personaje que más interesante me haya resultado, Simon Matanza, el agente doble del SOE y Nivel 9 que mueve toda la trama de Malas influencias, y que parece el más esterotipado de todos, pero tiene un colosal discurso hacia el final de la obra que pone voz a esa reflexión de Brubaker acerca de la dificultad de catalogar, en algunas ocasiones, entre el bien y el mal. Y lo que es aún más difícil: quitarte una etiqueta.

Phillips hace un trabajo en su línea, es decir, brillante. Aquí destaca por el diseño de personajes, con un evidente homenaje a las series pulp. Al ser una historia que retrocede en bastante ocasiones en el tiempo y nos muestra escenas y personajes de décadas antes, todos los uniformes que se muestran tienen ese aspecto retro que tienen sentido gracias a la visión cronológica que se da en la historia. El propio Zack es muy Comediante, pero los demás personajes no le andan a la zaga, como Ava Destrucción, el Doctor Lester o el personaje de Lázaro. Son personajes que si solo se mostraran las versiones actuales se verían claramente desfasados, pero como los autores nos muestran de dónde vienen y el tiempo que llevan actuando, sí tienen mucho más sentido. Así, se permiten homenajear a todos esos personajes pulp en una historia contemporánea. El diseño de ese callejón subterráneo del crimen de Malas influencias es algo que también me sorprendió. Ah, y no lo he dicho, pero es más que evidente que SOE es un homenaje a SHIELD en todos los sentidos…


Ese homenaje al pulp es algo que vamos a comprender mucho mejor en los extras que se incluyen en el tomo, con bocetos, tintas, portadas alternativas y un artículo de Jess Nevins que precisamente hace hincapié en ese tipo de historias. Un tomo muy completo con las dos miniseries, y casi cien páginas de extras.

En definitiva, Incógnito Integral.

Puede que Incógnito sea la serie que menos me ha gustado de esta fabulosa dupla artística, y aún así he disfrutado muchísimo su lectura y la recomiendo. Si os gusta el trabajo de Brubaker y Phillips, no va a defraudaros. Una historia de reflexión sobre la dificultad que representa el discernir entre el bien y el mal, si existe  la posibilidad de moverse de un bando a otro, y si la opinión de los demás va a ser siempre justa. Y no se centra en un solo punto de vista: el coronel Von Chance del SOE se muestra implacable y desconfiado hacia Zack… porque ha sido un verdadero criminal y ha acabado con muchas vidas. La confianza no es algo que se pueda ganar en un abrir y cerrar de ojos. Me gusta mucho la primera mitad de la miniserie original, por ese planteamiento de la historia. Y también he disfrutado mucho la miniserie Malas influencias, por sus continuos giros de guión y ese andar por tierra de nadie entre tres bandos opuestos.

Lo mejor: El discurso de Simon Matanza, verdadera declaración de intenciones acerca de esta serie. La primera mitad de la primera miniserie. El homenaje a los héroes pulp de los años cuarenta.

Lo peor: La sensación de que el aspecto superpoderoso a veces resulta más lastre que beneficioso.