El fallecimiento de Francisco Ibáñez en julio de este año impidió que pudiera ver este libro editado por el sello con el que más se la ha identificado en toda su carrera: Bruguera. Pero el genial dibujante sabía con creces que se estaba llevando a cabo, y de hecho todo el material que se incluye está facilitado por él mismo de su archivo personal. El autor de Ibáñez. El maestro de la historieta es el periodista y divulgador Jordi Canyissà, del que hace poco reseñamos aquí su monográfico sobre Carpanta, y de hecho ha sido la causa de que me interesase por este libro.
Y es que estamos acostumbrados a ver lanzamientos de muchos libros monográficos sobre temas muy amplios que luego no resultan ser lo que uno esperaba. Son lo que algunos llamamos cariñosamente los «libros-wikipedia», que giran en torno a un personaje, a un universo superheróico o su contrapartida cinematográfica y que no son más que un recopilatorio de datos que se suceden sin más interés. Pero el monográfico conmemorativo del 75 aniversario de Carpanta incluía unos textos que se nota que están hechos por alguien con mucho cariño a los personajes y, sobre todo, al creador.
Tengo que reconocer que Ibáñez. El maestro de la historieta no me ha decepcionado. La obra está dividida en cuatro capítulos: «El dibujo», «Humor», «Las historias» y «El homenaje». En el primer capítulo se analiza el estilo gráfico de Ibáñez, su evolución a lo largo de los años, sus principales señas de identidad y un sinfín de detalles que son analizados a raíz de determinadas páginas de obras suyas, aunque también se incluyen bocetos, lápices o escaneos de los originales facilitados por el autor, y que permiten ver detalles como trazos borrados, correcciones o indicaciones para la imprenta. No se trata de colocar páginas con un mero comentario sobre ellas. Canyissà se vale de esas ilustraciones para hablar y diseccionar hasta el último detalle de su estilo, son los dibujos los que ilustran el texto y no al revés.
El segundo bloque se centra en el sentido del humor tan característico de Ibáñez, y que ha servido para acompañar las infancias de muchos de nosotros. No se trata de enumerar los tipos de chistes sino que analiza la variedad de recursos que tenía, y cómo a pesar de todo, intentaba mantener una corrección política que en alguna ocasión incluso le empujó a cambiar alguna caricatura sobre algún personaje porque había fallecido o porque había resultado juzgado y lo consideraba de mal gusto. El último bloque analítico se centra en el guion de sus historias, mucho más sesudo de lo que uno puede pensar de primeras, sin detenerse a recapacitar, asumiendo que eran historias al servicio del sketch. En algunos casos tenían bastante más profundidad.
El último bloque del libro es todo un regalo para el lector. Se incluyen testimonios de figuras de la cultura popular de todos los ámbitos, desde humoristas como Buenafuente, Silvia Abril o Carlos Areces, editores, actores, libreros, críticos… y se incluye también una serie de ilustraciones o páginas realizadas por compañeros de profesión, cada cual con su propio estilo. Algo parecido a esos homenajes que han hecho en la industria francesa como la reciente ¡Por Tutatis! de Lewis Trondheim o el Choco-Boys de Ralph König. Resulta una verdadera gozada ver al Rompetechos de Lorenzo Montatore, unos Mortadelo y Filemón de Bartolomé Seguí o la 13 Rue del Percebe de Jose Luis Martín, entre otros muchos.
Además, cada bloque cuenta con una extensa introducción del propio Canyissà en la que analiza el por qué de dicha sección con extensos artículos de varias páginas. Se nota en cada página, al igual que en su introducción del libro analizando por qué nos gusta tanto el autor, que admiraba, seguía, y analizaba con exhaustividad cada viñeta realizada por uno de los autores más importantes que ha tenido la industria del cómic en nuestro país.
En definitiva, Ibáñez. El maestro de la historieta es una obra que profundiza en las habilidades de uno de los autores más influyentes de España. En sus páginas encontramos un análisis detallado de sus características como escritor, dibujante y humorista, y se acompaña con numerosas ilustraciones de todas las etapas de su carrera, algunas de ellas inéditas. A pesar de esa corriente de los últimos años, algo peyorativa, sobre los trabajos firmados por el autor sin ser realmente suyos, creo que Ibáñez merece un sitio de honor en el olimpo de los dibujantes españoles de cómic, si no, el trono. Este libro rezuma cariño y admiración, y consigue uno de los tratados más certeros y completos sobre su figura desde un punto de vista profesional.
Lo mejor: La cantidad de originales que se han escaneado para ilustrar el libro. Los análisis son interesantes, no son meros pies de página para una ilustración.
Lo peor: Probablemente, por su diseño, algunos lo dejen pasar pensando que es «otro libro-wikipedia» más.
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