Alicia cayó por la madriguera e hizo amigos; Dorothy fue transportada hasta Oz e hizo amigos; Gertrude fue a parar a Fairyland e hizo… bueno, para ser justos hay que decir que Ger no era así cuando llegó. Demasiado azúcar y sonrisas.
En marzo, Panini Cómics sacó a la venta I hate Fairyland 2: De mal en peor, con el sello eVolution Comics luciendo en el lomo. El segundo tomo de la bizarra serie marca Image del guionista y dibujante de Illinois Skottie Young, protagonizada por la adorable y pequeña máquina de matar hadas, estrellas, conejitos y cualquier colorido personaje «poochie» que se le ponga por delante. Este segundo tomo recoge del número 5 al 10 USA, y al igual que en la primera entrega de la serie, al final se incluyen las cinco portadas originales.
La última vez que estuvimos en Fairyland, vimos cómo Gertrude desperdiciaba su mejor opción de escapar por fin del cargante «país de las hadas»; cometió el terrible error de asesinar a la reina Nubela, lo que la condenó a tomar posesión del cetro de mando. La decepció. I hate Fairyland 2: De mal en peor continúa la historia a partir de este punto, con Ger tratando de ser una buena mandataria y cumpliendo a regañadientes con toda la labor burocrática. Papeles y más papeles. Tranquilos, porque pronto vuelve a sus quehaceres a los que nos tenía acostumbrados: buscar una salida y manchar todo de vísceras arcoíris. Por el camino, Skottie Young nos presenta a otro muchacho perdido en Fairyland, y le da tiempo a introducir paradojas temporales.
La palabra que define mejor esta segunda entrega de la serie es continuismo. En todos los sentidos. I hate Fairyland sigue siendo una especie de patio de recreos para Skottie Young en el que gustarse y deslumbrar con su depurado estilo cartoon —al que el color de Jean-François Beaulieu ayuda a brillar con gran intensidad—, mientras sigue repitiendo los dos mismos chistes. Por un lado, el «caca, culo, pedo, pis» (un poco de humor escatológico siempre es bienvenido), y por el otro, llenar todo de intestinos y huesos rotos tras las violentas reacciones de Gertrude bajo la mirada hastiada de Larrigon (el moscardón del bombín y el puro en la boca que desiste de mejorar la situación).
Por ello, mi opinión sobre I hate Fairyland 2: De mal en peor no ha cambiado un ápice. Sigue siendo un tebeo altamente atrayente por el arte del señor Young (hay que reconocer que es muy bueno), pero que carece de una trama interesante sobre la que cimentar 30 o 60 entregas. Diría que con el agravante de haber sumado cinco números más que desperdician muy pronto el cliffhanger del tomo anterior como si tuviese miedo de salirse mínimamente del rumbo establecido en los comienzos. Lo que sí aprecio del autor al hilo de todo esto que comento, es que él mismo parece ser consciente de que puede resultar repetitivo, y tira de sátira para reírse de la situación. Un poco de metalenguaje para tratar de darnos una palmadita en el hombro y recordarnos que es una gamberrada sin pretensiones. «Anímense o le digo a Gertrude que os corte la cabeza».
![I hate Fairyland 2 MacGuffin](http://www.eslahoradelastortas.com/blog/media/2018/05/I-hate-Fairyland-2-MacGuffin.png)
Con que esas tenemos eh, Skottie Young
Creo que más detalles de este tipo harían de I hate Fairyland una lectura más atractiva y la acercaría algo —aunque siga estando muy lejos— a Mundodisco, ese bastión satírico que podría ser un buen hermano mayor y espejo al que mirarse para esta serie.
Eso sí, hay que dejar una cosa clara: el humor —y repetición de bromas— no es interpretado por todo el mundo de la misma manera; de hecho, al menos dos compañeros torteros que están siguiendo este I hate Fairyland, la están disfrutando mucho.
![I hate Fairyland 2 videogame](http://www.eslahoradelastortas.com/blog/media/2018/05/I-hate-Fairyland-2-videogame-2.jpg)
Es la hora de los FATALITIES!!!
Creo que Gertrude es un personaje bastante potente con una estética y comportamiento muy prometedores, y podría ser una buena embajadora de Image; claro que también lo es Spawn. Me parece que funcionaría estupendamente como tira cómica de revista, pero argumentalmente echo de menos mucha más chicha; salvo que lo que se busque sean unos artbooks grandiosos, porque al César lo que es del César, a nivel gráfico es tremendo. De hecho, en esta ocasión me quito el sombrero con ese cambio de estilo del número 7 para simular la realidad gamer, o esa versión badass punk de la Ger venida del futuro.
Puede dar gracias Thanos de no compartir universo con Gertrude.