Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Hypericon

Hypericon
Guion
Manuele Fior.
Dibujo
Manuele Fior.
Formato
Rústica con solapas, 144 págs, color. 17X24 cm.
Precio
23€.
Editorial
Salamandra Graphic. 2023.
Edición original
Hypericon (Dargaud).

Tengo que reconocer que descubrí un poco tarde a Manuele Fior. Su Cinco mil kilómetros por segundo me dejó muy buen sabor de boca, pero la leí cuando ya tenía otras obras posteriores publicadas como Celestia o La entrevista. El estilo pictórico con unas acuarelas muy potentes combina a la perfección con esas historias de corte romántico y ese ritmo tan particular de sus historias. Ahora nos llega Hypericon, editada también por Salamandra Graphic, quien ha editado sus últimas cuatro obras en un libro con un tamaño a medio camino entre el A5 y el A4.

Hypericon nos cuenta dos historias: la de la expedición que descubre, a principios del siglo XX, la tumba de Tutankamón, y la de Teresa, una joven estudiante italiana que consigue una beca Erasmus para trabajar, casi un siglo después, en una exposición sobre ese mismo descubrimiento. Teresa es una chica cuadriculada, responsable e insomne. En Berlín conocerá a Ruben, un chico italiano que es todo lo contrario: caótico y bon vivant, que vive mantenido por sus padres. Como es de esperar, los polos opuestos…

La historia entre dos aguas que nos plantea Fior hace que pasemos la primera parte del libro intentando conectar ambas líneas argumentales, y ambas tienen su propio atractivo, por lo que cuando saltemos de una a otra, nos va a dejar con ganas de saber qué va a pasar con la que acabamos de dejar atrás. Pero si Fior tiene algo interesante es lo bien que se le da la caracterización de personajes y transmitir esa relación tan intensa entre ellos, dejando siempre un halo de misterio que deja en el lector la sensación de que no sabemos todo sobre ellos, y algo nos queda por descubrir. Es lo que consigue al mostrarnos esa vida tan despreocupada de Ruben o esos cambios de humor de Teresa provocados por el insomnio.

El estilo de dibujo de esta obra me ha sorprendido gratamente, porque mantiene ese estilo pictórico que le dota la acuarela, pero es aún más realista que sus obras anteriores, con un trazo que por momentos recuerda al estilo Disney o al mejor cómic BD, pero que luego salta nuevamente a ese trazo más abocetado con un uso generoso de sombreados y contornos sin detalle. El equilibrio entre ambos estilos es perfecto, y consigue combinarlos de una manera muy natural. El color es probablemente de los fuertes más grandes que tiene Fior, y consigue escenas verdaderamente preciosas como un Egipto dominado por esos colores cálidos o la Berlín nocturna iluminada por neones y colores intensos.

Otro de los puntos más interesantes es la composición de página. Al principio, las diferentes líneas temporales están mejor separadas, pero a medida que avanza la historia, van alternándose una y otra de una manera más natural. Sin embargo, para el lector no cabe lugar ninguno a duda sobre qué línea estamos leyendo, porque la historia de Egipto está narrada con una rejilla de escasas viñetas más grandes, con viñetas tendiendo a la horizontalidad, mientras que la parte de Berlín, está realizada con una rejilla más propia de cómic con combinaciones más cargadas de viñetas. Si a eso le añadimos las paletas de color tan particulares de cada historia, y la tipografá manuscrita en la parte egipcia, imitando a un diario, la lectura no deja lugar a confusión.


En definitiva, Hypericon es una historia de un amor que nace entre dos personas muy diferentes, de una reflexión interesante sobre el paso del tiempo, y de llegar a encontrar la conexión de la flor de hipérico con dos historias separadas entre sí por un siglo. Con un dibujo delicioso cargado de aciertos narrativos, Manuele Fior se ha ganado por méritos propios un lugar en las bibliotecas de los buenos amantes del cómic europeo. Una obra sensual, tierna y que nos retrotrae a esas expediciones para descubrir más sobre la Historia de la humanidad.

Lo mejor: La sensación tan reconfortante que deja su lectura. El acierto de su autor para caracterizar personajes atractivos y reales, a pesar de su falsa estereotipia.

Lo peor: Si no te gustan historias de relaciones personales con un tono calmado, este no es tu cómic.