Es la hora de las tortas!!!

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Hulka 3: Una chica no puede evitarlo

Hulka 3: Una chica no puede evitarlo
Guion
Rainbow Rowell
Dibujo
Andrés Genolet y Joe Quinones
Color
Dee Cunniffe y Bryan Valenza
Traducción
Raúl Sastre
Formato
Rústica. 128 páginas. Color
Precio
16,50€
Editorial
Panini Comics . Marzo 2023
Edición original
She-Hulk #11-15 (Marvel)

Y así, lenta, pero segura continúa la etapa de Rainbow Rowell al timón de la vida de nuestra abogada verde favorita. Llegamos de este modo a Hulka 3: Una chica no puede evitarlo, la tercera entrega recopilada por parte de Panini de una serie que en los USA no ha estado exenta de retrasos y vaivenes editoriales, pero siempre con un plan sólido en lo argumental.

Y es que en su país de origen la cita mensual es algo que se le ha resistido a esta colección, sin que queden muy claros los motivos. Hulka 3: Una chica no puede evitarlo cierra un volumen de She-Hulk que se ha reiniciado en los USA como Sensational She-Hulk con un nuevo número uno, que tendrá sus razones editoriales, pero no hay más que terminar este tomo para corroborar que a la historia no le hacía la más mínima falta. No hay aquí el más mínimo viso de punto y aparte, sino a lo sumo, un punto y seguido.

Hulka 3: Una chica no puede evitarlo

Desde el primer tomo hemos podido constatar, cómo, si bien Rowell se ha mostrado escrupulosa para con la naturaleza y la historia de la buena de Jen Walters, desde el principio ha puesto el énfasis en la comedia romántica, que como es habitual, nunca puede estar falta de su dosis de drama.

Así, no podía tardar en pasar y en Hulka 3 llega por fin el componente de triángulo amoroso que tanta salsilla le da a estas cosas. Una vez se ha establecido en los tomos anteriores su relación con la Sota de corazones, es el momento de presentar a un nuevo jugador. En una de sus colaboraciones con los 4 Fantásticos hace acto de presencia El Bribón, un apuesto, encantador y enigmático ladrón que hará aflorar las dudas en una Jen en un momento de su romance en el que la llama parece estar titilando.

Y es que si hay algo más propio aún del género romántico que los triángulos, es el seductor canalla que se opone al adorable sensible, pero sosete, cuyo papel le ha tocado a la Sota. Y habrá quien eche de menos ese tebeo de guantazos superheroicos — que los hay y no pocos —, pero no hay que olvidar que el componente amoroso es algo que está en los propios cimientos de la concepción del personaje de Hulka, donde ya tenía su triángulo con Zapper y Rory. Desde entonces, sus relaciones con Wyatt Wingfoot, Hércules, John Jameson, Thor o incluso Luke Cage han sido algo que la ha acompañado durante mucho más tiempo que otros aspectos que tan rápidamente le asociamos al personaje, como la comedia.

Hulka 3: Una chica no puede evitarlo

Y es que habrá quién pueda decir que Hulka 3: Una chica no puede evitarlo es una especie de Candy Candy con guantazos y me temo que debo darle la razón, pero también debo decir que eso es algo absolutamente maravilloso. Como ya demostró Rainbow Rowell en sus Runaways, tiene un don — que viene a ser ese que llamamos inteligencia — para tomar conceptos preestablecidos, darles la vuelta y llevarlos un paso más allá. No hay más que fijarse en el título «Una chica no puede evitarlo», que proviene del original «The Girl Can’t Help It» inmortalizado por la película de 1956. A España llegaría como Una rubia en la cumbre y está protagonizada por Jayne Mansfield, la que podría ser la gran diosa de las rubias del cine clásico junto con Marilyn Monroe. Rowell toma con ironía un viejo estereotipo ya rancio que alude a la tendencia voluble y proclive al romance irreflexivo de las mujeres y lo subvierte para darnos un personaje aún más potente y poliédrico.

Y es que no es sólo el triángulo amoroso que mueve la trama, hay episodios deliciosos y divertidísimos como el del club de lectura donde no sólo somos incapaces de quitar la sonrisa de la cara, sino que toma otro estereotipo de lo femenino — es habitual que haya muchas más mujeres que hombres en este tipo de actividades — lo abraza y se enorgullece de ello. Y es que no puedo negar que por un momento — muy breve, lo prometo — al señor cuarentón que escribe esto se le ha pasado por la cabeza si esto no sería un tebeo demasiado encasillado en el tópico del «para chicas» y luego es cuando caemos en lo elegantemente que Rowell te dice que ya no estamos en esa época en la que hay que huir como sea de los estereotipos. A punto de concluir el primer cuarto del siglo XXI, es el momento de abrazarlos y darles la vuelta. ¿Qué hay de malo en ciertos lugares comunes de lo que se ha denominado tebeos para chicas? Llevamos décadas en un género como el superheroico donde en cada tebeo tenemos presente el estereotipo masculino de los guantazos y no sorprende ni molesta a nadie. ¿Por qué otros estereotipos deberían sorprendernos y más cuando se usan con el ingenio que podemos ver en este tomo?

Hulka 3: Una chica no puede evitarlo

Rowell coge lo mejor del género romántico y de los superhéroes y lo convierte todo en una misma cosa adaptada a los tiempos que corren, que es además algo reivindicativo y empoderador de forma sutil, sin poses y sobre todo muy divertido.

Ahora bien, la mayor pega de Hulka 3 podía venir en lo gráfico. Y eso que después de un baile de dibujantes un tanto molesto con Roge Antonio, Luca Maresca y Takeshi Miyazawa en los sólo 10 números anteriores, llega el uruguayo Andrés Genolet, quien promete convertirse en el dibujante regular y ya había hecho una labor eminente en Runaways con Rowell. Sin embargo, en los capítulos de arranque de este tomo lo vemos bastante más apresurado en el acabado. Y es que, como corresponde al buen hacer al que nos había acostumbrado, todo está bien colocado en su sitio para un ritmo preciso de lectura, los actings también hacen lo que deben, pero se le nota escueto en el acabado y una cosa es ser sencillo y sintético, como es siempre, y otra cosa es quedarse escaso, como sucede aquí. Además, y pese a que ya había trabajado antes con el colorista irlandés Dee Cunniffe, los tratamientos de paleta y textura son distintos y no parecen acoplarse tan bien. Lo achacaremos, no obstante, a cierta prisa, ya que en los dos últimos números del tomo nos recuerdan mucho más a lo que vimos en Runaways. Cuenta entre estos dos bloques con un paréntesis de lo más resultón a cargo de Joe Quinones en el capítulo del club de lectura, que no me cansaré de recomendar.

¿Qué decir? Que si Hulka 3: Una chica no puede evitarlo es un tebeo para chicas, ya estaba tardando en leerlo. «Fresco» se le queda corto y sólo espero que la renumeración en USA no afecte en lo más mínimo al tono que hemos visto hasta ahora.