Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Hoy no es el día

Hoy no es el día
Guion
Josune Urrutia.
Dibujo
Josune Urrutia.
Formato
Cartoné, 224 págs, color.
Precio
24€.
Editorial
Astiberri. 2022.

Astiberri publica Hoy no es el día , una obra que ha llevado a su autora, Josune Urrutia, varios años de trabajo. Gran parte de la obra es el fruto del trabajo realizado durante su residencia en la maison des auteurs en Angoulême, que lleva a cabo un programa de becas para formación de dibujantes. Allí fue dando forma a la que planteó como una experiencia catártica para ella, intentando dar salida a todas aquellas sensaciones que había sufrido tras ser diagnosticada y tratada de un cáncer de ovario.


La obra alterna pasajes autobiográficos de los últimos años de su vida y su experiencia en Angoulême, con la historia de seis mujeres que han tenido gran influencia en la autora. Se trata de seis mujeres que, al igual que Urrutia, han sufrido un cambio en sus vidas a causa de un cáncer, y lo han reconvertido dando un nuevo cariz a sus respectivos trabajos. Estas mujeres son: Beatriz da Costa, Anna Halprin, Audre Lorde, Susan Sontag, Jo Spence, Hannah Wilke.

Urrutia, que ya tuvo un acercamiento artístico a dicha experiencia con su anterior obra, autopublicada, Breve diccionario enciclopédico ilustrado de mi cáncer , en la que llevó a cabo una serie de ilustraciones ordenadas alfabéticamente cuya visión global permitían hacernos una idea del proceso que atravesó. Tras dicho proyecto, se planteó realizar una historia con narrativa, que le permitiese contar su historia en primera persona, y para ello se ha apoyado en la inspiración que encontró en todo este tiempo en esas seis mujeres que, lejos de estigmatizar la enfermedad o esconderla como algo vergonzante, se apoyaron en ella para mostrar una expresión artística diferente, ya sea en el terreno de la danza, la escritura o la fotografía.


Como decía, la obra va alternando las pequeñas biografías de las artistas con fragmentos de la propia vida de Urrutia: desde cómo atravesó la enfermedad, a su recuperación y su estancia en Angoulême donde se apoyó en compañeros de residencia para buscar el modo de llevar a cabo la obra que ahora tenemos entre manos. La obra, lejos de estar narrada como un mero conjunto de escenas sucesivas, juega más a evocar las sensaciones vividas: del miedo, a la esperanza, el encontrarse en un callejón sin salida en cuanto a su obra… y esa sucesión de escenas funciona especialmente bien en contraste con las obras de las seis autoras presentadas.

El dibujo tiene mucha fuerza, ya abre con un primer capítulo en el que la anatomía se funde con la naturaleza, y acto seguido se muestra a la protagonista en plena recuperación de su enfermedad con un juego evocativo de esa inseguridad e inestabilidad que está experimentando, mostradas como una sensación de inmersión y de querer esconderse en su concha, como un caracol. Sorprende especialmente lo bien que transmite la expresividad en el capítulo dedicado a Anna Halprin, donde destaca la fuerza del lenguaje corporal y de cómo la artista conseguía transmitir con la danza. La obra está coloreada con tonos verde y rojo.

En cuanto al capítulo de extras, la obra está complementada con un capítulo de notas donde se muestran las fuentes de las numerosas referencias incluidas en ella; y un apartado dedicado a una pequeña biografía de las seis artistas que acompañan en su viaje a la autora, junto con una bibliografía seleccionada de artículos y documentación sobre ellas.


En definitiva, Hoy no es el día  es una obra que refleja el potencial catártico que tiene la Medicina Gráfica, siendo una vía perfecta para exorcizar esas inquietudes y las sensaciones de miedo, inseguridad e indefensión. En este caso concreto se muestra la obra de seis mujeres que vehiculizaron esas sensaciones y las transformaron artísticamente. En cierto modo, es lo mismo que está haciendo Josune: aprovecha una experiencia traumática que paralizó y condicionó su vida para convertirlo en una expresión artística como es la narrativa gráfica. Una obra feminista, muy interesante, que se convierte en una carta de presentación a gran escala de una autora con personalidad y una potencia visual a tener en cuenta. No se olviden de su nombre.

Lo mejor: La potencia visual de ciertas viñetas. Planteamiento valiente y arriesgado, que de haberse realizado sin habilidad, podría haber convertido la obra en una amalgama de escenas sin sentido en lugar de esta montaña rusa de sensaciones que ha resultado ser.

Lo peor: Si se busca una historia sencilla, explicada y que no implique ningún trabajo intelectual por parte del lector, tal vez esta no sea la mejor obra que leer.