Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Hoka Hey!, de Neyef

Hoka Hey!, de Neyef
Guion
Neyef
Dibujo
Neyef
Formato
Cartoné. 22 x 30 cm. 232 páginas. Color
Precio
35€
Editorial
Nuevo Nueve . 2023
Edición original
Hoka Hey! (Rue de Sèvres)

Después de la ensalada de violencia carcelaria de Puta madre y la sordidez de Bastardos del bayou, lo último que nos esperaríamos de la siguiente obra de Romain Maufront, alias Neyef, serían esas dos páginas de bucólicas panorámicas de las extensas llanuras del oeste con las que abre Hoka Hey!

Y es que aunque vamos a ver mucho de lo que ya conocemos de Neyef, Hoka Hey! le sirve también para reinventarse. Ya sólo con el par de referencias del párrafo anterior, ambientadas en California y Luisiana, ya se puede adivinar un cierto fetiche del autor por la cultura americana, en especial por su lado más visceral y violento. Por eso, al fin y al cabo, era de esperar que antes o después nos encontrásemos un western con su firma.

Hoka Hey!, de Neyef

Y es que el western es un género genuinamente norteamericano. Sucede en Norteamérica, habla de Norteamérica y sus máximos exponentes en cine — medio que lo encumbró — son norteamericanos. Si bien hubo grandes nombres en Europa como Leone, Corbucci o los hermanos Romero Marchent, los John Ford, Howard Hawks, Raoul Walsh o Anthony Mann tienden a eclipsarlos. Sin embargo, sabemos que esto no sucede así en los cómics. En uno de los giros más curiosos de la historia de las viñetas, en cómic el western es europeo. Por más que hayan cultivado el género autores como Jack Kirby, Alex Toth o Gil Kane, los grandes títulos de la historia del western en viñetas son Blueberry, Comanche o Lucky Luke.

Es por todo esto que antes o después Neyef nos tenía que llevar a las praderas de lo que antaño fue el territorio de la orgullosa nación Lakota. Al principio de Hoka Hey! Little Big Horn y la gran guerra sioux ya quedaron atrás y la población nativa ha sido confinada en reservas. Todo comienza con Georges, un niño lakota criado por el pastor que dirige la reserva local. Sueña con ser médico mientras recita la Biblia buscando la aprobación de los blancos. Pero un día se cruzará en su camino Little Knife, otro nativo renegado inmerso en una violenta cruzada de venganza, acompañado por sus camaradas No Moon y Sully. El destino querrá que el pequeño Georges acabe enrolado en su viaje, el viaje que nos cuenta Hoka Hey!

Hoka Hey!, de Neyef

Hoka Hey! ha sido uno de los grandes éxitos de la BD de este año y se ha hecho con el Premio a la mejor novela gráfica de las librerías francesas 2023 y es que, si bien Neyef ya venía unos cuantos años pegando fuerte, este es el tomo en el que se reinventa y se consolida.

Hoka Hey! sigue siendo Neyef y no va a faltar violencia, visceralidad descarnada y ese vistazo a lo más negro del alma humana, que estamos acostumbrados a ver en este autor, aunque esta vez oportunamente acomodado a las convenciones de lo que se viene a llamar western crepuscular, al igual que el momento histórico en el que se circunscribe. Sin embargo, hay algo también casi poético en este subgénero del oeste. Es como si nos presentase lo más mundano terrenal y decadente, dejando espacio para la ausencia palpable de ese western más épico, inocente y anclado en la leyenda, dejando permear esa sensación de pérdida y amarga añoranza. Y es ese espíritu poético el que se va filtrando en el grotesco, brutal y agrio Neyef en Hoka Hey!

Hoka Hey!, de Neyef

Gráficamente nos vamos a planos abiertos, montones de aire y paisaje que eternizan los dibujos en el tiempo. Su trazo seco y tembloroso habitual adquiere matices de grosor y textura. Sus formas se vuelven más redondeadas y amables. Sus colores juegan con el sol del oeste y dejan que se filtren en diversos pequeños experimentos

De algún modo es como si este viaje hubiera sido también transformador para su autor. No hay historia de viaje sin arco de aprendizaje y no en vano se nombra a Don Quijote en un momento de la obra, aunque sea en principio una broma. Ni qué decir tiene que Little Knife y Georges resultarán transformados el uno por el otro, en esa quijotización y sanchificación que marcase para siempre el manco de Lepanto, pero es como si ese tipo de diálogo se entablase también entre Neyef y su obra. Neyef llega al oeste con su historia de venganza y miseria humana. El oeste llega a Neyef con sus amplios cielos azules y su pasado de nobles guerreros y armonía con la naturaleza. El oeste resulta manchado de sangre y el alma de Neyef impregnado de la poesía de los viajes a caballo contra el crepúsculo y, cuando termina Hoka Hey!, cuesta saber si el nudo en el estómago es dulce o amargo.