Os preguntaréis qué hace un señor de casi 50 palos reseñando un Shojo de adolescentes enamoradizos… Pues básicamente porque hay que leer de todo en esta vida y tener una mente abierta, pero también porque quería conocer de primera mano a Ai Yazawa, una mangaka a la que mi hija adolescente venera desde que leyó su Nana y de la que no me cuenta más que cosas fabulosas. He aprovechado para acercarme a la autora, ahora que Planeta Cómic ha sacado una nueva edición de Historia de un vecindario 1, un manga de 1994 que ya editara la propia Planeta en 2009, y de la que hay una adaptación a un anime de 50 episodios. Lo que me he encontrado es un manga que habitualmente se cataloga como un Josei (para lectoras adultas) pero que me parece mucho más cercano al Shojo (para lectoras adolescentes) con unas trazas de originalidad que me han resultado sorprendentes.
La historia se resume en que una chica adolescente, Mikako, sueña con dedicarse al mundo de la moda y también está enamorada de su vecino y amigo desde la infancia, Tsutomu. Todo va bien hasta que él comienza a alejarse un poco de su amiga… porque ha conocido a Mariko, la chica explosiva de clase con la que todos los chicos babean por salir. A partir de una premisa tan sencilla, conoceremos a toda la pandilla, amigos, y empezará un cruce de malentendidos amorosos estilo «me gusta pero creo que yo a él/ella, no». ¿Qué hace entonces esta serie diferente? Yazawa aporta una personalidad a la historia, diálogos y personajes poco habituales en series de este tipo.
Para los que no conozcáis a la autora, hay que decir que sus series suelen ser independientes, pero están desarrolladas en un mismo universo compartido. Así, tenemos aquí cameos de personajes de otras series, como Ken Nakagawa (No soy un ángel), mientras que la marca de ropa de Mikako, Happy Berry, aparecerá, así como su hermana pequeña, en Paradise Kiss. Sirve más como guiños al lector que realmente conexiones entre tramas o personajes, pero es algo que suele ser muy bien recibido por los fans de la autora.
Aunque si algo me ha gustado es que está protagonizada por personajes que no se comportan como se espera de ellos. A primera vista, estamos ante adolescentes impulsivos, pero luego hay personajes como Mariko, con una mirada hacia la sexualidad poco habitual en una adolescente japonesa, que se sorprenderá por encontrarse a un chico que no quiere aprovecharse de su mentalidad abierta para mantener relaciones con ella. Igualmente, tienen reacciones explosivas, pero no dudan en disculparse cuando es necesario, de una manera muy natural. Sí, hay esos malentendidos habituales pero los amigos del grupo se comportan como uno puede esperar que hicieran en la vida real, contestando y mostrando la realidad, sin dar pie a nuevas confusiones o callando cosas como un amigo NO haría…
El dibujo también es muy llamativo, con rostros sumamente bellos, y un sentido de la moda que hace honor a uno de los temas centrales de la serie, con unos diseños de vestuario muy al estilo Vivienne Westwood. No es un manga prolijo en fondos y entramados, aunque si es necesario tira de referentes fotográficos, usándolas para bases de fondos o aplicándoles filtros de distorsión para poder incorporarlos al cómic. La edición de Planeta se basa en la Ultimate, con páginas a color al principio de cada capítulo, y con ilustraciones a modo de extras al final del tomo. La edición en cuanto a páginas es similar a la anterior, Kanzenban de 312 páginas con un tamaño de 12×19 cm, con una sobrecubierta protectora y que se completará en cuatro tomos.
En definitiva, Historia de un vecindario 1 es el inicio de una serie con muchos elementos comunes a otros Shojo mangas, pero con una personalidad, diálogos y un tratamiento de personajes bastante diferente a la media. Tramas frescas, naturales, que hacen que te encariñes con los personajes y empatices con ellos con mucha facilidad. Si te apetece conocer a una mangaka referente como Ai Yazawa, sin miedo a tener que embarcarte en una serie interminable de muchos números, tienes la oportunidad de probar con esta o con No soy un ángel, ambas de tan solo 4 números cada una.
Lo mejor: La frescura de personajes y diálogos. Sin dejar de ser un Shojo, tiene mucha personalidad.
Lo peor: A pesar de su gran personalidad, no deja de ser una historia de amoríos adolescentes por lo que, si no te interesan este tipo de series, tal vez no sea para ti.