Hace unos años hubo una explosión de títulos en cómic que giraban en torno a la pintura. Lo que se llegó a llamar el «Pincelverso» nos dejó obras tan variadas como Las Meninas, Goya Lo sublime terrible, Saturnalia, Nenúfares negros o directamente biografías de autores como Monet, Gauguin o Klimt, entre otros muchos. También se han realizado biografías u obras en torno a autoras como Kusama, Münter o Georgia O’Keeffe, pero hasta ahora no había ninguna obra como esta Historia del arte en femenino, que llega de la mano de Garbuix Books y analiza a lo largo de la historia el papel de la mujer en el mundo del arte.

La obra está contada por Jo y Ben, dos jóvenes que se encuentran en un museo (por las obras que aparecen en él, figurado), descubriendo obras de arte en las que la mujer siempre tiene un papel relevante como protagonista de los cuadros, pero pocas veces siendo ellas las pintoras. Con la ayuda de los dioses Apolo y Artemisa, comienzan un viaje a lo largo de la Historia del arte reparando en la figura de algunas de las artistas más relevantes de todos los tiempos. El extenso repaso abarca los siglos XVI a XX y en él se recogen, sobre todo, pintoras, pero también hay presentes otras disciplinas como escultura, fotografía o incluso diseño de otro tipo.
Está escrita por Marion Augustin, licenciada en Historia del Arte y que trabaja como guía turística de museos en París, y supone un exhaustivo repaso por algunas de las mujeres más importantes de la pintura mundial. Como es de esperar, siendo tanto su autora y la edición francesas, tienen un peso especial en las autoras de nacionalidad gala, aunque no por ello se dan de lado otras nacionalidades entre las muchísimas artistas que tienen cabida en esta obra. Así, veremos artistas holandesas, alemanas, italianas, mexicanas o norteamericanas entre ellas.

Tengo que decir que cada vez tolero peor las obras históricas con un tono didáctico que parecen más un libro ilustrado que un cómic con algo de narrativa, pero esta Historia del arte en femenino me ha parecido una lectura bastante entretenida y el hecho de estar narrado por dos jóvenes que charlan entre sí o con los dos dioses griegos y van contando detalles de cómo era la vida para una pintora en esos tiempos, resulta muy dinámico y evita que se haga densa en ningún momento. Además, está planteado de manera que le dedica 2-4 páginas a cada autora, y en algunos casos concretos vienen acompañadas de un texto en el que se dan detalles biográficos o de ciertas obras, lo cual sirve como un complemento para poder aprender más de las protagonistas de la obra o su trabajo. En cierto modo, estamos repasando su trabajo y vida pero indirectamente vamos a ver cómo era la sociedad en cada época, con detalles espeluznantes y una alarmante muestra de lo cíclica que ha sido históricamente la lucha por los derechos de la mujer, con épocas en las que estuvo prohibida que se formaran en escuelas de arte, un avance a que por fin se pudiera estudiar en determinadas escuelas… para luego volver a retroceder y que se prohibiese exponer la obra de mujeres en museos. Indirectamente estamos repasando también la historia del feminismo a través del arte.
El dibujo de Sara Colaone es sencillo, diría que casi con un tono infantil. Y es que esta obra tiene una vocación didáctica para poder ser utilizada en escuelas o como material de complemento a la hora de estudiar la Historia del arte. Salta a la vista en algunos diálogos sobreexplicativos o presentando a figuras muy conocidas del mundo del arte, así como unas curiosas notas al pie en la que, en algunos casos, vienen a explicar algunos términos muy cotidianos como «feminismo» o «propaganda». En las secciones con los textos sobre las autoras se incluyen algunas reproducciones de las obras y un retrato de ellas a cargo de la ilustradora Louise Nelson.

En definitiva, Historia del arte en femenino es una obra en la que se repasan algunas de las figuras femeninas más relevantes del arte a lo largo de la historia, y se entiende mejor lo difícil que ha sido siempre destacar en un mundo eminentemente masculino. Eso precisamente engrandece aún más sus figuras, puesto que ver que sus trabajos han perdurado en el tiempo cuando lo tenían todo en contra, dota de relevancia su papel en el mundo del arte. Obra completa, que repasa más de seis siglos de historia y proporciona una visión bastante global de la evolución del propio arte, así como de los derechos de la mujer a lo largo de los tiempos. Lectura ágil y muy enriquecedora que se puede recomendar a niños de a partir de los 10-12 años, pero también resulta muy interesante para lectores de mayor edad interesados en la Historia del arte.
Lo mejor: La visión global. Está planteado de un modo que hace la lectura entretenida.
Lo peor: Algunas notas al pie carecen de demasiado sentido, a no ser que estén pensadas para lectores infantiles.
