Desde que en 1993 Hellboy asomara los muñones de sus cuernos por primera vez en San Diego Comic-Con Comics nº 2, ha llovido más que de sobra para poder identificar una fórmula en sus historias: Hellboy y/o un grupo de miembros de la AIDP llega a un lugar X con un misterio sobrenatural Y. Se pegan con el bicho Z y se resuelve el misterio. No podemos negar que esa fórmula existe, pero algo más habrá si más de 25 años después sustenta todo un universo de misterios y aventuras. Otros personajes formulaicos más longevos como Conan sobreviven en un estado de salud envidiable y es que incluso con estas fórmulas existe la posibilidad de reinventarse constantemente. Hellboy y la AIDP 1955 es un ejemplo perfecto de cómo construir algo nuevo sin dejar de ajustarse a la fórmula.
Recordemos que esto empezó como un único título de Hellboy y creció primero con AIDP y después con otros títulos como Abe Sapien, Bogavante Johnson o Sir Edward Grey, todas ellas sin alejarse demasiado de la fórmula y todas distintas entre sí. Incluso la propia AIDP de reinventó para El Infierno en la Tierra e incluso Hellboy murió. Hellboy y la AIDP es el modo que han elaborado para seguir teniendo historias de Hellboy. Tantearon con dos miniseries sueltas ambientadas en 1947 y 1948 respectivamente, que Norma incluiría dentro de la serie de AIDP. Sin embargo, desde 1952, ya son cuatro las entregas consecutivas que han llegado a nuestro país y todo apunta a que se prevé continuidad a largo plazo.
Hellboy y la AIDP 1955, como en entregas anteriores aglutina varias miniseries y oneshots que tienen lugar en el año citado. En este caso tenemos Naturaleza Secreta, Inteligencia ocultista y Estación ardiente, todas ellas escritas por Mike Mignola y Chris Roberson y con distintos dibujantes cada una.
Naturaleza Secreta es un oneshot dibujado por un Shawn Martinbrough (Ladrón de ladrones) un poco menos inspirado que de costumbre. Nos lleva a un pueblo de Oregon racista y retrógrado a la caza de un monstruo que se come al ganado.
Inteligencia ocultista sería la historia central de este Hellboy y la AIDP 1955. Dibuja Brian Churilla, a quien ya pudimos ver en el tomo anterior, y nos cuenta una historia en tres frentes con Hellboy midiendo sus puños con animales mutados por las pruebas nucleares en las Islas Marshall, el profesor Trevor Bruttenholm en Londres a la caza de una sociedad ocultista y a la agente Susan Xiang (presentada en Hellboy y la AIDP 1953) envuelta en una serie de vaticinios que auguran tiempos oscuros.
Concluye Hellboy y la AIDP 1955 con Estación ardiente, que nos sitúa tras una serie de casos de combustión espontánea en Port Orange, Florida. Dibuja el siempre solvente Paolo Rivera (Daredevil).
Sobre todo en la historia central, pero aunque en menor medida también en las otras se observa una evidente intención de construir a largo plazo, que quizá podíamos ver ya en el tomo anterior, pero que se consolida a todas luces. Hellboy y la AIDP 1955 afianza en el reparto a los agentes Woodrow Farrier y Susan Xiang, rescata personajes como Jacob Stegner de la primera etapa de esta serie (1947) y sobre todo construye una nueva mitología en cuanto a antagonistas en un ambiente que mezcla lo sobrenatural con el espionaje tan de actualidad en los tiempos de la Guerra Fría.
Con estos cimientos, nos situamos con Hellboy y la AIDP 1955 en una nueva reinvención de las historias de misterio+monstruo sin renunciar a las historias de misterio+monstruo. No sólo estamos ante ante una renovación, sino que gracias al buen hacer de los guionistas y dibujantes bajo la batuta de Mike Mignola, parece que tenemos Hellboy para rato.