¡Especial aniversario, con el número 50 de la serie original USA! ¡Harley salva el Universo DC! Mientras lee un cómic de Harley Quinn (¿?), la propia Harley rompe sin querer toda la realidad. Pero ya sabes lo que dicen: ¡si lo rompes, lo pagas! Nuestra protagonista va a tener que viajar por el espacio y el tiempo y corregir todos los errores de continuidad que ella misma ha provocado. Por suerte, tendrá algo de ayuda.
Nuevo volumen de la nueva serie bimestral de Harley Quinn. El número 2 de la nueva etapa, que es el 32 de la numeración Renacimiento, que hubiera sido el 24 con la numeración anterior. ¿Lo entendéis? Da igual, los fans vamos a pasar por caja igualmente. En este tomo de ECC Ediciones tenemos los números 49 a 52 de la serie regular. ¿4 números por 11,50 EUR? Sí, porque el 50 es un número especial de aniversario, con mayor número de páginas. Aun así, estamos hablando de sólo 112 páginas, con lo que la relación tamaño / precio no deja de ser un poco ajustada para lo que estamos acostumbrados. ¿Y qué tenemos aquí? Para empezar, la continuación del arco argumental Payasa a Sueldo, iniciado en el volumen anterior (y que nos había dejado a medias), en el que Harley necesita urgentemente dinero para poder pagar la hipoteca del edificio donde vive, y recurre a una web de cazarrecompensas para obtener dinero rápido (y fácil). El encargo de asesinar a Lord Muerte, un villano clásico de Batman sin más poder aparente que el de regresar de entre los muertos, no saldrá como ella espera, con lo que encontramos aquí un impresionante despliegue de formas de matar a un supervillano… que parecen no funcionar, para desesperación de Harley. El dibujo de Alisson Borges (Batman: Arkham Knight Genesis) se mantiene en la línea caricaturesca e hiperexpresiva que tan bien encaja en esta colección. Pese a que no soy muy aficionado a los bailes de dibujantes dentro de una serie, sí que me gustaría poder ver más páginas de Borges por aquí.
A continuación entramos de lleno en el número 50 de la serie regular USA, en el que la lectura de un cómic amateur protagonizado por la propia Harley hace tambalearse la continuidad de DC Comics, lo que requerirá la intervención de Jonni DC. ¿Quién? Hagamos un poco de historia. Johnny DC fue un personaje antropomórfico que representaba la personificación de la editorial, apareciendo incluso en algunos de sus cómics como personaje metaficticio. Los más veteranos puede que le recuerden como el villano de Sergio Aragonés Destruye DC, en el que el genial artista patrio da un buen y sarcástico repaso a los principales de la editorial. Johnny DC sufrió un lavado de cara con cambio de sexo incluido en la serie de Ambush Bug, y aquí ejerce como Custodia de la Continuidad, para evitar que nadie trastee con ella. La lectura de este cómic no canónico hace que la madre de Harley desaparezca de la continuidad, lo que obliga a Harley y Jonni a intervenir, presenciando realidades alternativas con piratas, monstruos, dinosaurios, sitcoms y todo tipo de locuras en las que el guionista Sam Humphries (Green Lanterns) quiera meter a los personajes, acompañado no sólo del habitual dibujante de la colección John Timms (Una Cita con Harley), sino que también cuenta con artistas invitados de la talla de Whilce Portacio (Wetworks), Kelley Jones (Batman: Lo invisible), Scott Kolins (Flash), Guillem March (Musas de Gotham) o Dan Jurgens (Superman vs. Aliens).
Una vez finalizado este número especial y devuelta la continuidad a su sitio (gracias sean dadas al hacedor), nos encontramos con un cabo suelto, fruto del desorden provocado por Harley: se trata de la aparición en el Universo DC actual del Capitán Triunfo, un personaje de la Edad de Oro que se ha visto catapultado hasta el presente y está como pez fuera del agua. El Capitán Triunfo fue publicado por primera vez en Crack Comics en 1943, de la mano de la editorial Quality, y actualmente es un personaje de dominio público, lo que significa que cualquier editorial puede hacerse con él y publicar nuevas aventuras. La llegada de este Capitán Triunfo coincide con una crisis de identidad de Harley, que empieza a echar de menos sus andanzas como villana. Harley, interpelada por su madre (que actúa como voz de la conciencia) y por Jonni DC, hará todo lo posible por devolver a Triunfo a su época, y de paso volverá a encontrarse a sí misma. En estos dos números es Sami Basri (Batman: Preludio a la boda) el encargado de dar forma a los guiones de Humphries. Basri es un dibujante al que descubrí en la serie de Power Girl, cuando él y Judd Winnick sustituyeron a los hasta entonces titulares Amanda Conner y Jimmy Palmiotti, y he de decir que el cambio, tanto en guion como en dibujo, casi hizo que abandonara la colección. Ahora, años después, admito que sus páginas no me chirrían tanto, aunque siguen estando lejos del nivel de calidad al que nos tiene acostumbrados John Timms, el dibujante regular de esta serie.
Las portadas de la serie siguen estando a cargo de Amanda Conner, Guillem March y Frank Cho, y constituyen un excelente reclamo para el lector ocasional. El aficionado ya no necesita de una portada llamativa para picar, y acude regularmente a la librería en busca de su dosis bimestral de Harley Quinn. Con este ritmo de 4 números bimestrales, en pocos meses ECC Ediciones alcanzará la numeración USA, y entonces habrá que ver si continúan en grapa o disminuyen la frecuencia de lanzamiento de los tomos. Pero ya cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él.