¡Nueva etapa en formato tomo bimestral! Coincidiendo con la llegada a la serie del equipo creativo formado por Sam Humphries (Green Lanterns) y John Timms (Una cita con Harley), relanzamos la serie regular protagonizada por Harley Quinn. ¡Un nuevo número uno, ideal para engancharse a la serie! Todo empieza cuando unas agradables vacaciones en un paraíso tropical se convierten en una batalla contra las Furias Femeninas de Apokolips.
El protagonismo de Harley Quinn ha ido ligado a su aparición en la película del Escuadrón Suicida. Si bien siempre ha sido una poochie, que acabó teniendo serie propia fuera de las de Batman porque había superado en carisma al Joker, fue sobreviviendo con su propia serie (la maravillosa de Kesel y Dodson) y apareciendo en varias otras como Musas de Gotham, hasta que el espaldarazo cinematográfico (y lo buena que está Margot Robbie, que todo hay que decirlo) le vino a dar aún más protagonismo en el Universo DC. Y ahí estamos, más de 2 años después del estreno de la peli (que le van a hacer reboot sólo 3 años después, el insulto definitivo para cualquier director de cine), cuando en los USA van ya por el número 60 de la serie, que ECC Ediciones decide liarse la manta a la cabeza y comenzar a publicar la serie regular de Harley Quinn en tomo en vez de en grapa, a partir del número 31 español (el #45 USA), con criticables resultados. Pero luego hablaremos de eso.
La trayectoria de Harley Quinn en viñetas es tan caótica como su propia realidad psicológica y emocional. No es una heroína, pero tampoco es ya una villana. Es decir, es un personaje demasiado bueno y mediático como para tenerlo anclado en el bando de los malos. Pero claro, convertirla en una girl-scout le quita todo su delirante encanto. De modo que es a ratos una cosa y a ratos la otra: una antiheroína, que se suele decir. No es tan mala como para que tenga que venir Batman a darle unos azotes, ni tan buena como para que la inviten a unirse a la Liga de la Justicia (aunque últimamente ahí aceptan a cualquiera, ¿os lo imagináis?). Está en ese punto intermedio llamado Escuadrón Suicida en el que DC Comics mete a todos los personajes que no se terminan de definir. Y eso puede ser una faena para los lectores, porque a nosotros también nos gusta saber qué exactamente es lo que estamos leyendo.
Todo esto viene a desembocar en la premisa inicial de esta nueva etapa, heredada tabula rasa por el guionista Sam Humphries (Legendario Starlord, Green Lanterns), en la que Harley se harta de hacer de heroína y de tener que salvar a todo el mundo. Quiere cogerse unas vacaciones, tomar el sol en la playa y pasar de todo. Y lo estaba consiguiendo, hasta que un boom tubo aparece en su playa y dos Furias Femeninas (el escuadrón de élite de la Abuelita Bondad en Apokolips) aparecen para llevarla a su planeta. Resulta que la Abuelita Bondad (¡Kathy Bates, si lees esto, presiona en Hollywood para interpretarla tú!) ha quedado impresionada por las habilidades de Harley y quiere reclutarla para su equipo de luchadoras. Para incentivarla, le otorga un martillo superpoderoso con caja madre incluida, y la llama Mazo Harleen (Hammer Harleen, en inglés, que tiene mucha más pegada). Mazo Harleen empieza a llevar a cabo pequeñas misiones para Bondad, hasta que vuelve a chocar con su conciencia y libera a un grupo de esclavos que iban a ser sacrificados para construir el Subyukator, una estatua gigante de Darkseid con poder para destruir y esclavizar planetas enteros. Y claro, una cosa es meter en vereda a una Furia renegada (Pequeña Tina, de la que luego se hará amiga, como mandan los canones), y otra ser parte en la esclavización de media galaxia. El conflicto está servido, y la ensalada de hostias también.
Humphries coge a la Harley Quinn que le dejaron los anteriores guionistas y, sin hacer ningún cambio sustancial, la vuelve disponible para nuevos lectores. La saca de su entorno (la banda de las Harleys, el cabaret, las competiciones del club de patinaje) y la mete de lleno en una aventura que no requiere de conocimientos previos: sólo saber que es una chiflada de piel pálida con un martillo y un grave problema de tiroides hiperactiva. Los nuevos lectores sí que se pueden despistar un poco al comienzo del segundo arco, cuando Harley regresa a la Tierra acompañada de su nueva amiga Pequeña Tina (lo de pequeña es irónico, como podéis imaginar), y se encuentra con que no ha pagado la hipoteca de su edificio en meses, y están a punto de derribarlo para construir adosados. Harley se verá en necesidad de ganar dinero rápido, y nada más rápido y que se le dé mejor que hacerse asesina a sueldo. Lástima que su primer encargo no sea tan fácil como había imaginado. Y aquí es donde viene la principal crítica a este tomo, ya que ECC Ediciones sólo ha incluido la primera parte de este segundo arco argumental… ¡¡compuesto por tan sólo dos números!! ¿Qué les habría costado meter ambos números en el tomo y tener así dos arcos completos juntos? Me puedo imaginar la respuesta, claro, pero me cuesta creer que dicha lodosa política editorial provenga de semejantes polvos.
Al dibujo seguimos teniendo al eficaz John Timms, un viejo conocido de esta serie, y al que también hemos podido ver ocupándose del personaje en varios números de la miniserie Una Cita con Harley. El segundo arco, titulado Payasa a Sueldo, está dibujado por Alisson Borges (Batman: Arkham Knight Genesis), cuyo trazo ágil y desenfadado no desentona en absoluto con el tono de la serie. Al cargo de las portadas tenemos a dos pesos pesados como nuestro querido Guillem March (Musas de Gotham, The Dream) y al cada vez más reclusivo Frank Cho (Skybourne y… ¿qué más ha hecho últimamente aparte de portadas?).
Por último, tenemos un detalle con la portada de este recopilatorio de ECC Ediciones, que aunque no es 100% erróneo, sí que merece una llamada de atención sobre las traducciones libres. En la portada del número 45 USA, Harley dice «Not the 1st issue!», que significa, literalmente «¡No es el número 1!». Por contra, este tomo de ECC aparece con una nueva numeración reseteada para atraer a nuevos lectores, y además en el bocadillo de Harley, lo que ésta dice es «¡Mi nuevo número 1!». Evidentemente, en el cómic original, la frase original da a entender que no es el número 1 de la colección aunque se dé inicio a una nueva etapa, mientras que en el de ECC… es más bien lo contrario.