Dos datos que se suelen dar siempre sobre Harleen son: que nació en la serie animada, y que no estaba previsto que sobreviviese a su capítulo de estreno en la ciudad gótica; y tampoco me extraña que las pretensiones con un personaje a la vera del Joker fuesen otras. La sonriente sombra del Joker es alargada. Pero la cuestión es que a día de hoy, Harleen es un personaje que goza de una salud envidiable con apariciones en multitud de cabeceras, su personaje acapara todas las miradas en películas de acción real, y no hay un certamen de cómic sin un cosplay del personaje presente. Eso sí, a diferencia del payaso, el origen de Harleen es conocido dentro y fuera de Arkham… y de las viñetas.

Hace poquito ECC Ediciones ha recopilado los tres episodios que componen Harleen, del guionista y dibujante Stjepan Šejić, en un solo volumen en un cartoné más duro que los pezones del traje de Batman de George Clooney. Una reescritura de la génesis del personaje dentro del sello deceíta Black Label.

Antes de las mallas rojas y negras y de los rombos, Harley era Harleen, una psiquiatra con ciertas debilidades mentales y problemas de autoestima que en sus sesiones con el Joker es encandilada por el carisma y la atención del desgarbado tipejo de sonrisa Profident y pelo color de moco. Unos orígenes conocidos por todo lector de DC, en los que el artista croata Stjepan Šejić se propone ahondar para darnos lo que podría considerarse una versión menos caricaturizada y simplificada de los motivos que llevaron a Harleen a abrazar el caos. Y ya puestos voy a simplificar yo para que nos entendamos y sin ánimo de que esto vaya más allá: si en la trilogía de Nolan hubiesen introducido este personaje, esta obra habría tenido cabida. Como dice mi compañero y doctor de cabecera Alejandro en su consulta: una versión ultimate de Amor loco.

A riesgo de «meterme en Harleenes», sé que muchas veces estos puntos de vista para las historias parecen simplemente una manera burda de «mejorar» algo a base de intensidades y molonidades que la mayor parte de las veces están vacías y no superan en nada una caricatura mordaz, pero en este caso el autor no es sospechoso de salirse de su registro. Esto es puro Šejić, centrándose en la historia de amor y mostrando su gusto por el erotismo (unas palabras sobre Sunstone), logrando encontrar el equilibrio entre sus marcadas tendencias a la hora de escribir y dibujar, y la esencia de Gotham y el universo Batman. Además, se aprovecha del hecho que todos sabemos cómo acaba la muchacha para dejar líneas de diálogo potentes; además de tomar pequeños elementos de Harleen y su mitología para darles matices diferentes que le ayuden a construir la psique del personaje y ese caminito de perdición: por ejemplo, de dónde viene lo de «Harley».

Es un viaje al interior de la cabeza de la psiquiatra desde sus primeros contactos con los héroes y villanos de Gotham, hasta obtener un papel protagonista en ese teatrillo, y para ello el autor lo llena todo de cuadros de pensamiento. Me parece lógico y entiendo que sea así, de hecho el foco nunca se desvía de ella pretendiendo que el lector llegue a comprender los motivos de cada uno de sus pasos, aunque creo que a veces abusa un poco de ellos y son algo redundantes junto con el dibujo que los acompaña. Quizás sea lo que menos me ha convencido de la propuesta, que no de pie a más momentos ambiguos.

Del dibujo solo se pueden destacar sus bondades. Si miras con detenimiento los trazos, dan la impresión de estar en un estado intermedio y hasta puedes apreciar sin problema los pinceles digitales del coloreado, pero si el ojo no se detiene en ello y miras el conjunto, es resultón como pocos. Un trazo muy suelto con una mayor definición en rostros. Me gustan especialmente los contrapicados que hace en los escenarios urbanos, de manera que Gotham parece envolver a los personajes. De lo único que podemos acusar a Stjepan Šejić es de que todos son guapos. De hecho, no me queda claro si es el Joker o Ted Bundy.

Amor loco es un amor a primera vista y sigue siendo la referencia, pero este Harleen es un tebeo muy digno y entretenido con un buen arte cuya lectura merece la pena. Que no sea un nuevo blanqueamiento del personaje ya es de agradecer.

Respecto a la edición, cuenta con unos extras finales con ilustraciones adicionales, partes del guion, textos de Šejić y algunas portadas, y en comparación con la edición en tres volúmenes, está bastante bien. Lo que ya no sé es cómo se tomarán los lectores que compraron la anterior edición que este volumen único te salga por algo menos de la mitad de lo que cuestan esos tres anteriores tomitos juntos. Hombre, está claro que la inmediatez y las ansias se pagan, pero viendo que las reediciones en volúmenes únicos de series limitadas —en cartoné o grapa— están saliendo en cuanto finalizan, creo que merece la pena ser paciente y comprar recopilaciones como esta. En el caso de la grapa, lo puedo llegar a entender un poco más porque el formato es completamente distinto y a mucha gente le encanta por la comodidad de lectura (me incluyo), pero en el caso de las ediciones en cartoné del Joker: Sonrisa asesina y el Question, ambos de Lemire, o este Harleen de Šejić… sinceramente, esperaría. Quien ríe el último, le da para más tebeos.