Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Happy Endings

Happy Endings
Guion
Lucie Bryon.
Dibujo
Lucie Bryon.
Traducción
Inés Sánchez.
Formato
Rústica con solapas, 176 págs, color. 20,5x26 cm.
Precio
25€.
Editorial
Nuevo Nueve. 2025.
Edición original
Happy Endings (Éditions Sarbacane).

Después del buen sabor de boca que dejó con su anterior obra, Ladrona, Nuevo Nueve vuelve a publicar a la autora francesa afincada en Bélgica Lucie Bryon con su última obra: Happy Endings. En esta ocasión se trata de una obra dividida en tres historias de distintas extensiones y con tonos bien diferentes, pero compartiendo todas ese aroma a peli romántica con «final feliz», de ahí el homenaje del título. Entre lo ligero de su guion y una narrativa ágil, es de esas obras que te lees en un suspiro, pero que a su vez invita a releer inmediatamente intentando buscar algún detalle que hayamos podido pasar por alto.


La primera historia se titula Feliz año y cuenta la relación entre una estudiante de arte y un chico al que se encuentra en la calle y le propone posar para ella… un día de Noche vieja. Ocean nos presenta a dos viajeros temporoespaciales que quedan atrapados en nuestra época intentando arreglar una paradoja temporal, pero acaban pillándole el gustillo al pueblecito costero en el que tienen que desempeñar su misión. Por último, Canción de un día de verano es la historia de un chico que comienza a trabajar como jardinero en un cementerio, y quedará fascinado al encontrar a un joven que todos los días llora en tumbas diferentes.

Como decía, son historias muy ligeras que no pretenden encontrar la cuadratura del círculo. Tal vez influenciado por la ambientación navideña de la primera historia, pero me ha recordado un poco a Love actually, por ese toque a lo historia coral con personajes muy diferentes y que exploran la química entre personas. La pareja protagonista de la primera historia se apoya entre la impulsividad de ella y el romanticismo de él, con un bonito juego entre ambos en el que no llegan a ponerse de acuerdo si aquello es una cita o simplemente está posando para ella. La última historia sin embargo se mueve entre el misterio del chico-plañidera y la personalidad ansiosa e introvertida del jardinero.


La historia central sí es algo diferente. Ocean tiene un desarrollo menos «al uso», distinto a las otras dos historias, con una estructura en capítulos con su propio título, y una historia que se mueve entre la relación entre los dos agentes, pero sobre todo en la historia en segundo plano entre la agente Boots y la dueña de la floristería del local vecino adonde se instalan ellos. Utiliza la historia de la misión, los viajes temporales, como tapadera de una historia de relaciones con esa comunidad y la propia historia entre Boots y la florista. Es de esas típicas historias que parece que te están contando algo, pero realmente lo que nos atrae es lo que se esconde detrás, lo aparentemente secundario.

Lo que me ha sorprendido para bien ha sido el dibujo de Bryon. Como podéis ver en las muestras que acompañan la reseña, se trata de un dibujo sencillo, en ocasiones casi abocetado, con una proporción alta de páginas con pocas viñetas de mayor tamaño, y algunos juegos de estructura de rejilla muy interesantes, especialmente en la última historia donde el mapa de tareas de jardinería en el cementerio acaba sirviendo casi de guía o escenario de la propia historia. También hay mucho cambio de estilo, entre las propias historias pero también dentro de alguna de ellas. En la segunda historia vamos a tener escenas en flashback, un diario ilustrado y recuerdos de los personajes en los que los estilos van cambiando un poco, manteniendo ese tono de expresiones que pueden recordar al manga por su exageración. Las tres historias están presentadas con un bitono de diferentes tonalidades, aunque en eso la segunda historia también innova, puesto que comienza con un bitono azul pero a medida que pasa el tiempo rebaja la intensidad del azul dominante y añade un segundo color rosa a la paleta.


En definitiva, Happy Endings es una colección de historias de amor de las que dejan calorcito cuando acabas. Es de esas obras que parece que no te están diciendo mucho, en la que esperas el efecto sorpresa en algún momento, sin que llegue nunca, tal vez impulsado por la narrativa imperante hoy día. Cuando la terminas puedes tener esa sensación de «Bueno, ni fu ni fa», pero invita a una relectura inmediata, y recuperas y te detienes en la relación entre algunos personajes, en la propia personalidad y lo bien que están caracterizados todos y cada uno de los que aparecen en las tres historias. Ahí te das cuenta de que todo ha pasado sin darte cuenta, y ha calado mucho más hondo de lo que piensas. Como cuando te ponen una inyección y dices «¿ya está?», el espíritu buenista y el efecto final feliz ya está dentro de ti…

Lo mejor: El tono amable que tiene. La química entre los personajes. Los juegos narrativos que utiliza.

Lo peor: La primera impresión que puede dejar de historias con poco de especial.