Tras un año de ausencia de mi columna semanal vuelvo con una cabecera nueva, “Hablando de Cómics” que podréis encontrar todos los miércoles aquí, en Es La Hora De Las Tortas!!!

Aquí encontraréis artículos sobre temas de rabiosa actualidad, artículos que evocan el pasado o incluso el futuro. Intentaremos tocar cualquier ámbito del cómic, comercial o no, americano, europeo e incluso Manga. Hablando de Cómics pretende ser eso, un lugar para comentar el Noveno Arte que tanto nos gusta a todos y que forma parte de nuestras vidas.

Se ha hablado largo y tendido del reseteo de Spiderman con el famoso One More Day, también conocido en España como el Quesadazo. Si esperáis que vaya a hablar sobre este polémico punto de inflexión en la vida del intrépido trepamuros, vais apañados… bueno, realmente alguna perlita dejaré caer.

Bajo mi punto de vista e intentando no ser pedante lo que no me gustaría tratar en este artículo son las historias seriadas desde el incidente con Mefisto. Hay mejores y peores, como en todas las familias, aunque ni las hay magníficas ni las hay infames.

Creo que el reseteo es malo. Es malo para el personaje al tener que enfrentarse a sí mismo actualizado 40 años con la referencia de su pasado narrado por Stan Lee, Steve Dikto y John Romita Sr. Es malo porque es una especie de burla al lector tradicional tirando al traste años de lectura de cómics, ahora aparentemente intrascendentes. Es malo porque tal y como reza la cabecera del artículo ¿Dónde está mi Spiderman?

Quizás esta pregunta pueda parecer forzada, pero no lo es. Para mí, la mayor desesperación al leer los nuevos cómics de Spiderman es leer historias sobre un personaje que no reconozco. Si me dicen que es un Peter Parker de otra realidad o que es el hijo del mismo, estaría encantado. Devoraría los cómics con cierta ansiedad disfrutando de unos guiones que no están nada mal. Intentaría acomodar mis gustos a ese nuevo héroe que seguro que con el tiempo calaría hondo.

La mayor referencia que tenemos a día de hoy son las tres películas dónde Sam Raimi lo pinta como un auténtico “pagafantas”. Si nos ceñimos a las historias aparecidas desde 1962, Peter Parker siempre ha sido un incomprendido, pero a diferencia de su homónimo en el celuloide era un chico brillante, interesante y un auténtico rompecorazones (aunque bastante desafortunado o desgraciado). Hasta tal punto llegaban sus conquistas que realmente no dejaba chica sin probar la miel de sus labios.

Hasta aquí nada nuevo. Nada nuevo porque además de lidiar con las guapas de la Gran Ciudad Parker tenía que cuidar de su enferma tía May, pagar sus estudios, el alquiler de su casa y esquivar a los matones del instituto o la universidad. Todos los adolescentes de los años 60, 70 y parte de los 80 se identificaban con este héroe con pies de barro al que todo le salía mal. No olvidemos que Spiderman, hasta que llegó Claremont a X-Men era el título más vendido de Marvel.

Lo mismo es que yo no me he adaptado a los nuevos tiempos y no me he renovado pero es que el Peter Parker de ahora, aunque tiene muchos elementos clave de ese Parker de antaño, de antes del matrimonio, tiene un alma diferente, un interior vacío y hueco. El nuevo Spiderman es un personaje con las premisas claras pero sin nada dentro, sin nada que transmita a los nuevos lectores o a los antiguos. ¿Por qué he de engancharme a sus nuevas aventuras?

El Ultimate Spiderman de Bendis sí consiguió captar la atención de los lectores en sus primeros años. Realmente ese sí era el Spiderman del reseteo, esa inocencia aún no perdida, esa novedad del eterno adolescente. El Spiderman del One More Day no es el inocente, voluntarioso, no es el auténtico perdedor de los primeros cómics. Cuando hablo de los primeros cómics realmente es tirar piedras contra mi propio tejado ya que años después Roger Stern siguió desarrollando el personaje durante gran parte de la década de los 80. Es que incluso la polémica etapa de Straczynski retomaba otros puntos de vista para evolucionar el personaje.

El Spiderman del reseteo es un Spiderman diferente que ni me convence ni me disgusta. Es un nuevo personaje que bebe de fuentes del pasado intentando llegar a un futuro que se me antoja negro. Buenas, o al menos interesantes, historias pero de un icono que ya no lo es. Por eso es negro, porque el personaje no transmite. ¿Dónde está mi Spiderman? La verdad es que ha muerto.

El próximo miércoles más y mejor en Es La Hora De Las Tortas!!!