Bienvenido una semana más a Hablando de cómics. Todos los miércoles os tenemos preparada una cita diferente en EsLaHoraDeLasTortas.
Esta semana he tenido muy sencillo escribir el artículo gracias al nuevo invento de Apple, el Ipad. No hace muchos años era impensable leer cómics en un formato diferente al papel, ahora no es que no sea imposible, es que teóricamente es el futuro. Supongo que los debates entre leer periódicos, libros… cómics (que es lo que realmente nos interesa) digitalmente en lugar del método tradicional irán en aumento según la tecnología mejore y se abarate, que ese es otro punto. Supongo que llegará un momento en que, como dice el tópico, evolucionas o muere.
Los de la vieja escuela preferimos leer un cómic en papel, sentirlo en nuestras manos, poder pasar las hojas y oler la tinta impresa en celulosa. Pero ¿y sí desde que nacemos las cosas que leemos lo hemos hecho a través de un soporte digital, un soporte digital como un ordenador, un ipad o lo que se vayan sacando de la manga? Si desde pequeños nos acostumbramos a leer las noticias de una manera, será difícil que nos acostumbremos a verlas de otra bien distinta.
Soy defensor de leer los cómics en papel aunque me gustaría enumerar la mayor desventaja de este soporte (que se podría convertir en su mayor virtud, luego lo cuento) frente a la digitalización. Creo que el almacenamiento es una tara que siempre ha jugado en contra del papel. Siempre creemos que tenemos espacio suficiente, pero mes a mes esa infinita oquedad que impera en nuestra casa se va acortando de manera alarmante (Sin contar que ahora las casas nuevas son más caras y pequeñas aunque eso sería entrar en harina de otro costal).
¿Qué hacemos cuando el espacio se acaba y nuestras parejas ponen el grito en el cielo? ¿Qué hacemos cuando seguimos comprando todos los meses nuevos cómics, tomitos y más frikadas y vemos que ya no nos caben excepto debajo de la cama?
Seguramente hay cien mil y una maneras de encontrar huecos donde antes no había un resquicio a la esperanza como hacer nuevos muebles y vivir enlatado en tu habitación o mandar a paseo a tu pareja, animal de compañía o a tus padres. La verdad es que opciones hay. Pero lo más lógico y humano es empezar a vender o revender las colecciones o sagas que se han quedado antiguas o que ya no nos gustan. Así hacemos hueco a las nuevas, que lo mismo son peores, pero son nuevas. Uno de los motivos que nos mueven a comprar cómics mes a mes es estar dentro de la continuidad actual del panorama de los héroes, ver cómo evolucionan, mueren y resucitan. Indirectamente esto hace que se mueva el mercado de segunda mano porque siempre alguien tiene que vender sus cómics. A veces es por este motivo y otras, lamentablemente, es por apuros económicos.
Con la digitalización del cómic este problema se acabó. Puedo tener miles y miles de cómics que ocupen un espacio ridículo. Como no los podría vender, los tendría siempre almacenados y como no se estropean nunca (el formato papel tiene muchos más inconvenientes a largo plazo) los podría leer cuando quisiera como el primer día. Ya sea por descarga, por recarga o por almacenamiento, es una gran ventaja.
Pero sigo creyendo que esto puede ser como el paso del vinilo a CD. Cuando salió el CD fue una revolución. El soporte físico del vinilo se fue al garete y el CD se impuso en todo el mundo. Ahora un vinilo es más caro que un CD por la sencilla razón que pagamos algo físico. Si realmente el digitalización del cómic se produce de tal manera que acabe con el papel, los cómics en el formato tradicional se tendrían que revalorizar por narices. Naturalmente no estoy hablando de los X-Force de Liefeld, sino de los cómics con pocas impresiones que en el formato nuevo se lean, vendan, descarguen de forma masiva.
Supongo que ambos formatos podrán convivir mucho tiempo juntos de la mano y es posible que incluso el formato digital pueda aumentar las ventas de la celulosa. A la larga lo normal es que el papel perdiera terreno ante las nuevas tecnologías y por tanto la forma de leer y de publicar los cómics cambiara de forma radical a como lo vemos hoy en día. Lo único que espero, de verdad, es que esto no acabe con el noveno arte que tanto nos gusta a los que estamos leyendo este artículo.
Próxima semana más y mejor en EsLaHoraDeLasTortas
