Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Habla María

Habla María
Guion
Bef.
Dibujo
Bef.
Formato
Cartoné, 152 págs, color. 17x 22 cm.
Precio
16€.
Editorial
Astiberri. 2020.
Edición original
Habla María (Océano).

No es el primero ni será el último cómic que trata el tema del autismo. A todos se nos viene a la mente la fantástica María y yo  de Miguel Gallardo, una obra que ha servido de inspiración directa para esta Habla María , del autor mexicano Bernardo Fernández (Bef), y que edita, dos años después de su publicación original en Mexico,  Astiberri.


Habla María  es la narración en primera persona por parte del autor de la experiencia de tener una niña con TEA (trastorno del espectro autista) con las dificultades que conlleva tanto en el diagnóstico como en las terapias y tratamientos que hay disponibles en la actualidad. La obra muestra los primeros nueve años de vida de la niña, y la repercusión y el desgaste que ha tenido en sus padres hasta que han aprendido a gestionar esos rasgos que diferencian a la niña del resto.

Este cómic refleja muy bien todo ese mundo de incertidumbres e inseguridad que puede generar en un padre un niño con un TEA. Con dos padres cariñosos, implicados y razonables, han hecho todo lo que ha estado en su mano, y han tenido que conocer a todo tipo de profesionales sanitarios. Una de las cosas que más resalta en este tipo de obras es la impotencia que produce la disparidad de criterios médicos. El hecho de pedir una segunda opinión puede levantar mis dudas sobre qué hacer… o directamente sentir que te están tomando el pelo. Bef relata todo esto muy bien, desde un tono calmado, que intenta reflejar desde la coherencia la desesperación a la que se puede llegar y esos momentos en los que las fuerzas comienzan a flaquear. Resulta llamativo que vemos una obra muy calmada, y sin ningún espíritu de crítica desde el rencor, sino más bien con un intento de mostrar el desgaste que producen todas esas circunstancias externas en los padres.


Lo más interesante que tiene son los recursos gráficos utilizados, que explotan al máximo el medio en el que está contada la historia. Bef tiene un estilo muy sencillo, casi de tira cómica, con personajes simples y formas muy básicas con los detalles justos. Utiliza también una composición de página con pocas viñetas, y abundantes splash page. Precisamente ese estilo tan minimalista, permite centrar mucho más la atención en otro tipo de recursos, que van a conseguir un efecto muy concreto en el lector.

Por ejemplo, Bef intenta representar cómo cree que su hija ve la realidad. Realmente los TEA son trastornos perceptivos, no son como muchos piensan un retraso mental. Así, muestra algunas viñetas en las que de la cabeza de su hija surgen un collage de colores, o ese dinosaurio gigante que parece que solo ve ella (fijaos bien en la portada cuanto la tengáis, que contiene sorpresa). Y si acierta para que podamos entender desde fuera lo que puede llegar a sentir un niño con este trastorno, aún más certero resulta con cómo transmite la desesperación de los padres, con esas escenas en las que se encuentran en una enorme viñeta completamente en negro, en la que lo único que importa es el futuro de esa hija.

El recurso que más me ha gustado es el uso del color. La primera parte de la obra está realizada en blanco y negro, utilizando el color exclusivamente para destacar algunos objetos o elementos de la viñeta. Sin embargo, llega un momento en que sucede algo que aporta color al relato a partir de ahí, y es un recurso muy potente y que resulta particularmente efectivo.


En definitiva, Habla María  es una obra que cuenta en primera persona lo que supone tener un hijo con un TEA. Relata de un modo muy aséptico las dificultades para el diagnóstico y las diferentes alterantivas terapéuticas que existen. Como suele suceder en otros cómics de medicina gráfica, los médicos no suelen ser los que mejor parados salen. En esta ocasión les tocan a los padres uno inexpresivo y otro «demasiado» expresivo… Obra con un estilo muy minimalista, que explota con mucho acierto la capacidad narrativa del cómic para transmitir sensaciones y conceptos abstractos en lo que se relaciona con los síntomas. Aporta también como extras una introducción en cómic del historietista argentino Liniers, y un cómic que realizaron los padres para mostrar la enfermedad a sus vecinos y que repartieron entre ellos.

Lo mejor: Lo mucho y bien que explota los recursos gráficos. No pretende dramatizar la situación… sino normalizarla, que es lo que más puede ayudar a alguien que se encuentre con el miedo de verse en el mismo caso y use este libro para documentarse.

Lo peor: Si sabes lo que estás leyendo, no se me ocurre nada.